El fotoperiodista del Grupo EL DEBER, junto a equipos de prensa de otros cuatro medios, se trasladó a un predio en Guarayos que fue avasallado. Allí fueron emboscados y tomados como rehenes por el lapso de siete horas.

28 de octubre de 2021, 23:26 PM
28 de octubre de 2021, 23:26 PM

Jorge Gutiérrez, fotoperiodista de EL DEBER, relató los momentos de zozobra que vivió, junto a otras 16 personas, en la hacienda Las Londras, situada en el municipio de El Puente de la provincia Guarayos, donde fueron privados de libertad por casi un centenar de avasalladores, quienes los ultrajaron y amenazaron de muerte.

Por un momento creí que no saldría vivo de allá, fueron horas de mucha tensión, pero a medida que las personas se fueron calmando y el coronel (Rolando Torrico) fue gestionando nuestra liberación, se me volvió el alma al cuerpo”, dijo Jorge en contacto telefónico con EL DEBER, desde el municipio de Minero, donde se encuentran resguardados junto a los otros trabajadores de la prensa.

La mañana de este jueves, el fotoperiodista del Grupo EL DEBER viajó junto a los equipos de prensa de Unitel, Red Uno, ATB y PAT al predio Las Londras, para recabar imágenes del lugar, luego de que el miércoles se registrara un enfrentamiento con los avasalladores y cuatro trabajadores del lugar resultaran heridos de bala.

La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) organizó el viaje y transportó en dos avionetas a los trabajadores de la prensa desde el Aeropuerto el Trompillo hasta la propiedad de EL Puente. También participaron de esta expedición los dueños y trabajadores de la hacienda. En total eran 20 personas, de las cuales tres lograron escapar del rapto.

Jorge relató que antes de aterrizar, la aeronave en la que se transportaban realizó un sobrevuelo y esto permitió avistar tres campamentos en el lugar avasallado. La comitiva se trasladó allí, a las 11:00 horas, a bordo de seis camionetas.

La delegación de periodistas, acompañados por los dueños y trabajadores de los predios, se encontraron con el comandante de la Policía de la Chiquitania, Rolando Torrico, y tres efectivos, quienes se acercaron a dialogar con los campesinos que estaban asentados.

“El comandante conversó con las personas para saber si querían hablar con la prensa mientras nosotros (periodistas) nos quedamos a algunos metros. Pasaron 20 minutos y vimos que golpearon al coronel y a los tres efectivos, los tumbaron al suelo y los patearon. Fue ahí cuando pensé; si eso le pasa al comandante, qué nos espera a nosotros”, relató.

Ante esta violenta situación, la delegación abordó las seis camionetas para salir del lugar con la finalidad de proteger sus vidas, pero en el trayecto fueron emboscados por una veintena de encapuchados que salieron del monte, se pararon en medio camino y dispararon a las llantas de los motorizados.

Cuatro vehículos fueron retenidos por los avasalladores, pero minutos después lograron interceptar a otra camioneta, que dejaron abandonada y solo sacaron a sus ocupantes. El sexto motorizado escapó, junto a Roger Ticona, periodista de PAT, Ronny Roca, uno de los dueños de la propiedad avasallada, y un trabajador. Estas tres personas llegaron hasta la pista donde estaba la avioneta, a 10 kilómetros del lugar, y avisaron a las autoridades del hecho, para después retornar al aeropuerto El Trompillo, la tarde de este jueves.

Las 17 personas que no pudieron huir, fueron puestas poca abajo y recibieron varias patadas. A los trabajadores de la prensa les quitaron dos cámaras, la tiraron al suelo y les dispararon para dañar las imágenes tomadas, contó Jorge.

“A Percy (Suárez) de ATB, le dieron un cachazo porque protegió su cámara y pese a eso no la soltó, y por eso le dieron con un palo para quitársela y dañarla con un disparo. Los equipos de Unitel y Red Uno también fueron destruido y como yo no había sacado mi cámara aún de la camioneta, por precaución, pude protegerla”, explicó.


Mientras que, a los cuatro policías, incluido al comandante de la Chiquitania, les quitaron sus armas de fuego y junto a los otros rehenes los subieron a los vehículos, que tenían algunas llantas pinchadas, para llevarlos hasta un galpón, donde unas 70 personas los esperaban.

“En ese trayecto, vimos que una avioneta despegaba y pasó a una baja altura y cerca de nosotos. Fue entonces cuando los encapuchados sacaron sus armas y empezaron a dispararle. Fueron disparos constantes por varios minutos, en ese momento yo solo me agaché para evitar que algún proyectil me hiera. Afortunadamente, la aeronave pasó y creo que ahí retornaba Roger de PAT”, relató.

Una vez fueron trasladados a los galpones, les quitaron sus celulares y billeteras. Posteriormente, los pusieron boca abajo para interrogarlos y golpearlos.  “Nos preguntaban que quién nos trajo y cuánto nos pagaron y decían que nos iban a matar quemándonos”, contó entre lágrimas, Silvia Gómez, reportera de Unitel.

Después del mediodía, el casi centenar de campesinos se fue esparciendo y quedaron pocos, lo que ayudó a calmar la tensión en el lugar. Es así que les entregaron agua y después comida a las personas raptadas y el comandante Torrico aprovechó para dialogar y pedir que sean liberados.

Los avasalladores accedieron al pedido del jefe policial, pero le hicieron firmar un compromiso junto a todos afectados, para que callen todos los abusos que sufrieron, especialmente, el hecho de que estaban armados.

“Nos pidieron que no digamos que fuimos emboscados, que ellos no tenían armas y que nos inventemos otro incidente para explicar los daños en las cámaras. Incluso, el coronel recibió una llamada del comandante de Santa Cruz (Orlando Ponce) y tuvo que decir que no fuimos secuestrados y que estábamos ahí sin presión. Eso para que los campesinos puedan liberarnos”, agregó.

Después de las 18:00 horas fueron liberados todas, incluyendo los policías, quienes cambiaron las llantas de las camionetas y se trasladaron hasta el municipio de Minero, donde se encuentran resguardados por un fuerte contingente policial.