Vecinos de esta población piden a la empresa argentina Rovella Carranza, que construye la carretera Concepción-San Ignacio, reponer los horcones chiquitanos tallados en madera cuchi que antes de iniciar la obra, estaban plantados en el ingreso a San Ignacio.

El profesor Fernando Gutiérrez dijo que esas obras en madera, definen y explican la identidad y cultura de este pueblo para el turista que llega a esta población. “Ya lleva mucho tiempo que esos horcones con el ángel y violín chiquitano se sacaron para asfaltar la carretera y no se sabe dónde están a buen recaudo o deteriorándose”, dijo el educador.

Al respecto, la concejal emenerrista, Shirle León, manifestó que la empresa ejecutora del asfaltado de la carretera, se presentó en el Concejo y aseguraron sus ejecutivos, que en los próximos días van a restituir esos horcones