A pesar del riesgo que corren, barren las calles y levantan la basura que se genera en los domicilios, mercados y otros lugares

2 de mayo de 2024, 15:59 PM
2 de mayo de 2024, 15:59 PM

En la plaza principal, en la acera de la Alcaldía Municipal, Yolanda Rivero Ayala (56) habla de su trabajo con las mismas botas y el mismo overol naranja con los que se mueve por la ciudad, limpiando las calles con la ayuda de una escoba y una carretilla.

Yolanda trabaja en el barrido de calles desde hace once años, ya que primero formó parte del personal de la empresa Vega-Solví y desde hace más de un año, de Piraí. Ahora es una de las personas que está protestando para exigir mejores condiciones de trabajo.

“Gracias a nosotros se limpia la ciudad”, dice y cuenta que la  jornada laboral de las barredoras se inicia a las 7:00 y se extiende hasta las 14:00, donde recorren cada milímetro de las calles de la zona asignada, que abarcan unas 36 cuadras. Deben levantar no solo la basura y tierra acumulada, sino también los áridos y hasta quitan la hierba si es necesario.

Yolanda es mamá soltera y se encarga de llevar el sustento a su familia.

Su labor va más allá del esfuerzo físico, también implica riesgos. “Nos exponemos a infecciones y durante la pandemia le pusimos el pecho, venciendo nuestros temores al contagio”, comenta al recordar el trabajo durante el confinamiento.

Mariana, de 25 años, trabaja limpiando en un espacio público fijo, donde con sus compañeras tienen un lugar para guardar las herramientas que la empresa les provee. 

Lamenta que la gente no ayuda mucho con la limpieza, ya que hay quienes arrojan su basura en cualquier parte, incluso estando a unos pasos de los basureros. 

Mariana tiene en sus planes continuar con sus estudios, ayudada con su salario de trabajadora del barrido. Para ellas, los sueldos oscilan los Bs 2.500 y la mayoría tiene contrato hasta que concluya el contrato de aseo del operador.

Otros trabajan en la recolección y hacen mucho esfuerzo corriendo y recogiendo las bolsas. Cada día se suben al camión recolector que los lleva por diferentes barrios, siguiendo la ruta del aseo asignada. 

Levantan las bolsas de basura a la carrera, lo que demanda mucho esfuerzo físico. Señalan que están expuestos a riesgos, desde lastimarse, cortarse con vidrios o infectarse de alguna enfermedad.

         Paro de 72 horas

Los trabajadores de aseo urbano radicalizaron sus medidas de presión en demanda de mejores condiciones laborales y el pago de sueldos adeudados.

Este jueves anunciaron un nuevo paro de 72 horas y el bloqueo del ingreso al vertedero. Reconocen que hay división entre los trabajadores y no todos están apoyando la protesta.

“Estamos ingresando en un paro de 72 horas, el cual consta con movilizaciones e incluso bloqueos”, señaló uno de los representantes del sector movilizado.

La protesta está afectando el recojo de residuos y las calles empiezan a llenarse de bolsas de basura.