La obra, que costará más de $us 13 millones, abarcará 13 municipios, desde Samaipata hasta Yapacaní. Los tres niveles de gobierno deberán aportar

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15 de marzo de 2017, 5:00 AM
15 de marzo de 2017, 5:00 AM

Para tomar precauciones y proteger a la población y a las hectáreas productivas a lo largo del río Piraí, el gobernador Rubén Costas y el director del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi), Luis Ernesto Aguilera, sobrevolaron la cuenca para verificar los puntos vulnerables en los 13 municipios (Samaipata, El Torno, La Guardia, Porongo, Santa Cruz de la Sierra, Warnes, Montero, Saavedra, Minero, Fernández Alonso, San Pedro, Colpa Bélgica y Portachuelo).

La importancia de poder determinar la vulnerabilidad de cada zona es indispensable, porque la Gobernación, a través del Searpi, prevé realizar el proyecto de construcción de defensivos del Piraí–sector El Torno, San Pedro y Santa Fe-, que implica  construir 130 km de nuevos defensivos para fortalecer los más de 900 kilómetros que se construyen en la gestión de Costas.

Inversión
“Para que este proyecto se ejecute, los tres niveles de gobierno deben aportar porque costará más de $us 13 millones con una contraparte de la Gobernación de cerca de $us 4,6 millones”, dijo Aguilera.

Explicó que los desbordes afectan a las carreteras nueva y antigua, y que por ello el proyecto debiera comenzar a desarrollarse en el menor tiempo posible, porque hay muchas probabilidades de lluvias torrenciales, de más de 200 mililitros, que dejan amenazadas y vulnerables varias zonas que pueden transformarse en áreas inundadas. “Aquí radica nuestra preocupación por garantizar la seguridad de la población”.

Cabe mencionar que aproximadamente 1,5 millones de habitantes de los 13 municipios por donde pasa la cuenca serán beneficiados con el proyecto, además que se protegerá al menos dos millones de hectáreas agrícolas  con un valor cercano a los $us 6.000 millones y se recuperarán unas 70.000 hectáreas.

También se tiene previsto  construir defensivos en la circunvalación de Yapacaní, que sustituirá el tramo que pasa por la ciudad, debido a la necesidad y gravedad por la que atraviesa el río Surutú, convirtiéndose en una amenaza frontal para la estabilidad de la carretera a Santa Fe y a Cochabamba