En los últimos días de noviembre las temperaturas alcanzan los 40°C y la sensación térmica cercana a los 45°C. Los expertos recomiendan a la población tomar precauciones para prevenir enfermedades

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28 de noviembre de 2022, 10:24 AM
28 de noviembre de 2022, 10:24 AM

Días calientes en Santa Cruz. De acuerdo con los reportes del Servicio de Meteorología e Hidrología (Senamhi), la región soporta un calor extremo estos últimos días de noviembre, con temperaturas que fluctúan entre los 40°C y una sensación térmica cercana a los 45°C.

Dentro de este panorama, resulta importante recordar que las elevadas temperaturas climáticas producen efectos más severos en algunas personas. Hay algunos individuos que son más vulnerables al calor, ya que su organismo, su actividad o sus condiciones de salud limitan su capacidad para hacer frente al clima.

Los ancianos, niños y enfermos crónicos son particularmente vulnerables a correr el riesgo de deshidratación, agravamiento de enfermedades crónicas o, incluso, un golpe de calor. Asimismo, los deportistas y personas que desempeñan trabajos al aire libre también están más expuestos a los efectos de calor.

Dos expertos recomiendan a la población tomar precauciones para prevenir enfermedades.

Hidratarse, tomando bastante agua y jugos de frutas naturales, es uno de los consejos que el cirujano dermatólogo Gustavo Sauma recomienda a las personas que necesariamente tienen que trabajar en la calle, aunque lo ideal es tratar de no exponerse al sol entre las 9:30 y 16:00.

“Si va a salir, use sombrero, unas buenas gafas que tengan certificación de protección de rayos ultravioleta, una toalla de algodón o poliester para cubrir el brazo que está expuesto al sol en el caso de los transportistas”, sugirió el especialista.

Niños

Los niños, si son muy pequeños, son una de las poblaciones más vulnerables al calor. Esto se debe a que los organismos más jóvenes pierden los fluidos con mayor rapidez. Por lo tanto, alcanzan el punto de deshidratación con mayor velocidad. 

El pediatra del Hospital de Niños, Luis Carlos Bernachi, recomienda estar atentos a suministrar una cantidad adecuada de líquidos, y pidió a los padres que eviten la medicación sin prescripción de expertos.

Bernachi advierte con no conformarse con dar a los niños solo agua para beber y recomienda la ingesta de sales rehidratantes, debido a que en condiciones extremas de calor se puede llegar a perder hasta un 30% de líquidos.

“Hay que dar soluciones rehidratantes, porque al sudar también perdemos sales y el niño corre el riesgo de sufrir una deshidratación hipotónica, porque no está recibiendo la cantidad necesaria de agua por las sales perdidas”, agrega.

Bernachi recalca que una de las principales causas de muerte en los niños es la deshidratación y cuando están expuestos a un calor extremo son más susceptibles a las infecciones.

“No hay que olvidar que en los días de calor aparecen muchas moscas, que, si se asientan en los alimentos, pueden generar infecciones estomacales acompañadas de diarrea. En nuestro medio, es muy común esto, sobre todo por la gente que acostumbra a consumir alimentos en lugares públicos”, asegura el galeno.

Adultos mayores

Bernachi recordó que tanto en los niños como en adultos mayores se corre el riesgo de la deshidratación. “Ambos extremos corren similares riesgos, el niño porque no sabe pedir y el adulto mayor porque no se da cuenta. En el caso del adulto mayor puede llegar a sufrir estado de shock”, agrega el doctor.

Los adultos mayores tienen una sudoración menor a la de las personas jóvenes. Por eso mismo, tienden a retener más el calor corporal. Si el ambiente es húmedo, la sudoración se inhibe aún más y hay mayor riesgo de sufrir un golpe de calor.

El calor excesivo hace que se dilaten las arterias y favorece la deshidratación. Ambos factores inciden de manera negativa en el caso de las personas que sufren de hipertensión. Por lo tanto, resulta aconsejable consultar al médico para que ajuste las medicaciones en las épocas de calor.



Cardiacos

Las elevadas temperaturas también afectan a la salud cardiovascular. Este efecto es más grave en quienes tienen problemas previos. Las deficiencias cardiacas limitan la capacidad del organismo para eliminar el calor del cuerpo. Por lo tanto, se corre el riesgo de una sobrecarga.



Deportistas

Quienes realizan actividades físicas fuertes al aire libre también son más vulnerables al calor, como es obvio. La exposición directa al sol hace que sufran el impacto de las altas temperaturas con mayor rigor. Tanto la misma exposición, como la actividad, los hacen más propensos a la deshidratación.

Precauciones para tomar en cuenta

 - Es conveniente que los niños permanezcan a la sombra.

 Mantenga fresca su vivienda. Esto es especialmente importante en los hogares donde residen personas mayores de 60 años, niños y enfermos crónicos.

 - Si practica algún deporte aproveche las primeras horas de la mañana y reponga líquidos tras la actividad física.

 - En el caso de tener que exponerse al calor por motivos laborales, es recomendable alternar con periodos de descanso a la sombra y beber abundantes líquidos.

 En general, es esencial evitar salidas a las horas centrales del día, mantenerse hidratado con agua, permanecer a la sombra y refrescarse habitualmente.

 Ante cualquier síntoma no habitual como malestar, mareo, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, sensación de calambre o sudoración excesiva, acuda a su médico, especialmente si toma medicamentos.