Dirigente de su territorio indígena, la TCO Bajo Paraguá, es parte de los comités de fiscalización de las áreas protegidas, nacional Noel Kempff Mercado y municipal Bajo Paraguá. Las autoridades no se han manifestado sobre su seguridad, a pesar de las graves denuncias

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25 de abril de 2022, 21:00 PM
25 de abril de 2022, 21:00 PM

Es esposa, madre y desde hace muchos años ha estado involucrada con el liderazgo en la zona.

Maida Peña nació en Piso Firme, una de las comunidades de lo que actualmente es la TCO Bajo Paraguá, un territorio de 374 mil hectáreas, ubicada entre el Parque Nacional Noel Kempff Mercado y el área protegida municipal y reserva forestal Bajo Paraguá.

Es también una de las impulsoras del plan de manejo del asaí y de otros proyectos, vicepresidenta del Comité de Gestión del Noel Kempff y presidenta del Comité de gestión de Bajo Paraguá.

Maida es una de las casi 200 personas, defensoras y fiscalizadoras en temas medioambientales, que han sido agredidas por su labor. El caso de ella es uno de los más recientes y graves, es la única habitante de esa zona que se atrevió a denunciar la presencia del narcotráfico en su territorio y sus esfuerzos por coptar a los comunarios.

Primero tuvo que renunciar a su cargo como cacique de Porvenir, donde vive actualmente con su familia, una zona alejada que la vuelve más vulnerable. En una nota anterior compartió que le mataron a sus animales, que ha recibido amenazas de lugareños que hacen enlace con el narcotráfico e incluso de autoridades municipales de San Ignacio de Velasco. Sobre este punto, se buscó una respuesta del alcalde Ruddy Dorado, pero no la hubo.

Maida Peña también asistió a la Cumbre por la tierra en San Miguel, donde dio un discurso que se viralizó. Su gran preocupación tiene que ver con que ya no hay ni animales en la zona debido a los residuos de los ilícitos en lo que antes era un paraíso.

"Logramos muchas cosas, el primer título en 2006, el plan de manejo, proyectos productivos, ganaderos, queríamos vivir mejor, con dignidad. Correteé personalmente por esos proyectos, con plata de mi bolsillo, por amor a nuestra gente, y ahora dejar todo esto en las manos equivocadas", suspiró Maida.

Ella se niega a enterrar su tierra al narcotráfico. "Ni un pescado encontramos ya", dijo.

Precisamente, las dos fábricas de cocaína encontradas dentro del Noel Kempff en mayo del año pasado estaban a orillas del arroyo al que llegan las aguas de las cataratas El Encanto, según los reportes de prensa de esa fecha.

El lunes 25 la Defensoría del Pueblo emitió un informe sobre las vulneraciones a derechos en el caso de la minería en el norte de La Paz. Sin embargo, no existe un nacional, solo una investigación del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) sobre agresiones a defensores ambientales. Según el Cedib, desde 2017 van como 200 casos en varios puntos del país, sin contar el caso de Maida, y la tendencia es ascendente.

Comité de gestión

Este martes 26, Peña convocó en San Ignacio de Velasco a una reunión del Comité de Gestión de Bajo Paraguá, donde se abordará la problemática del área protegida municipal, donde nuevamente se han reactivado los desmontes desde febrero, ante el silencio de las autoridades a cargo.

La deforestación reciente se hace evidente en los monitoreos satelitales, al punto de que han abierto hasta una nueva brecha de siete kilómetros.

Peña ha confirmado la participación de la Subgobernación, cívicos de San Ignacio, cívico provincial, concejales, diputada por la Chiquitania, pero hasta el cierre de la nota no había recibido respuesta del alcalde, figura clave en la defensa de la zona.

Cumbre por la tierra

Maida Peña fue una de las representantes indígenas presentes en la Cumbre por la Tierra realizada hace un tiempo en San Miguel. Su discurso se volvió viral en ese momento, debido a que rompió en llanto ante la impotencia por el peligro que corren los pueblos indígenas, la fauna y los bosques.

"Se llenan la boca diciendo que es el pulmón del mundo, pero no hacen nada para hacer respetar nuestra casa grande, la madre Tierra (...). Somos los guardianes por cientos de años. Si tenemos que morir, lo vamos a hacer en nuestro territorio. Basta de mirar de palco cómo destruyen nuestros bosques, fauna, que tanto nos han costado. Nos lo dio Dios. Duele ver a esos animales llegando a buscar agua, otra cosa es vivirla, duele. ¿Qué han hecho los gobiernos de turno?, han dividido y prostituido a algunos de nuestros indígenas, que son cómplices de esto", dijo entonces.