El poeta chileno, ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, se refirió a la poesía latinoamericana y también a las nuevas tecnologías.

26 de agosto de 2024, 3:55 AM
26 de agosto de 2024, 3:55 AM

El laureado poeta chileno Raúl Zurita estuvo por Santa Cruz de la Sierra donde participó en la sexta versión del Festival Internacional de Poesía Joven “Jauría de Palabras”. “De la Memoria al Olvido”, fue el nombre del conversatorio que el reconocido artista trasandino brindó a quienes acudieron a escucharlo. 

Zurita, que tiene importantes galardones, como el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que recibió en 2020, Premio Nacional de Literatura en el año 2000 y Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en la gestión 2016, ya había visitado en otras ocasiones el país y en un dialogó con EL DEBER se refirió a la poesía latinoamericana actual, además del uso de las tecnologías en este arte, entre otros temas.

- ¿Cómo ve a la poesía latinoamericana?

Está viva. Estamos vivos. Ahora, yo la conozco más o menos hasta hace algunos años porque siempre (hay poetas nuevos que) emergen. Siempre surgirán acá en Bolivia, en Uruguay, en Paraguay, en Venezuela o en México.

En la poesía boliviana tengo grandes amigos, compañeros de universidad, bolivianos que estudiaron conmigo ingeniería. Entonces, esto es muy grato y realmente me siento muy bien (acá). Lo que me alucina también de Bolivia es su música. Sus zampoñas, sus huayños. Por eso creo que ya saldrá el poeta que sea capaz de interpretar toda esa fuerza.

- Usted que tiene textos poéticos sobre Chile ¿también tiene letras sobre Bolivia?

Sí los tengo. Como me gusta la música boliviana, como por ejemplo el huayno, tengo unos poemas que son como transcripciones de esas letras. Entonces, cuando yo hago un poema, más que lo visual, tengo en cuenta el sonido. Por lo tanto, mezclo los sonidos que yo alcanzo a escuchar, como el quechua, el aymara o el mapudungún (idioma mapuche) de Chile.

- ¿Qué tipo de historias es capaz de contar en la poesía?

Quisiera poder contarlas todas. Pero si uno se mira al fondo a sí mismo, sin autocomplacencia, ni mentiras, ni falsa solidaridad, creo que llega al fondo de todos los seres humanos porque no somos tan iguales, como si fuéramos una metáfora de lo mismo. Entonces, si tú eres capaz de llegar al fondo a ti mismo, llegas al fondo de la humanidad, creo yo.

-¿Qué lugar ocupa el amor y la esperanza en su obra?

El amor y la esperanza es lo central, lo único que importa. Son los sentimientos más fuertes. En todo caso, si la poesía desaparece, la humanidad desaparece en los próximos cinco minutos. Es decir, todos lo que escriben poesía, desde el niño del colegio hasta el premio Nobel, dejaran de escribir y eso significaría que se acabaron los sueños. Y sin sueños nada dura más de cinco minutos.

- ¿Qué representa para usted la obra de Pablo Neruda?

Tremendo. Pablo Neruda es más real que la Cordillera de los Andes. Es un enorme poeta. Y creo que muchas de las críticas que le hacen son injustas.

- ¿Cuál es su reflexión en estos tiempos de comunicación digital? ¿Hay espacio para la poesía en este mundo?

La poesía es anterior a la escritura, es anterior al libro, es anterior al internet, es anterior a lo digital. Por supuesto que sobrevivirá a todo, pero no sé en qué forma, pero si no sobrevive es porque este mundo se acabó. La sobrevivencia de la poesía es como una niña terca y tímida que tiene que atravesar los escombros y los bombardeos feroces.

- ¿Qué les dice a las nuevas generaciones de poetas?

Que desistan porque si quieren hacer (poesía) lo van a hacer igual. Así van a saber si les importa o no. Si les importa nadie los va a detener, pero si no le importa tanto, que desista. Creo que la poesía es un oficio muy egoísta porque tú le tienes que dar todo, pero ellos no te dan nada.

PERFIL

RECONOCIDA CARRERA

Raúl Zurita nació en Santiago de Chile en 1950. Es poeta, narrador y ensayista. Estudió ingeniería civil en la Universidad de Santa María de Valparaíso. Sus libros más difundidos son: Purgatorio (1979); Anteparaíso (1982) y El día más blanco (2000); entre otros.