La nueva autoridad del penal es Jorge Lora. Las mujeres que quisieron meter proyectiles cuando visitaban a un condenado por asesinato y a un narcotraficante ahora están presas  

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3 de mayo de 2018, 8:00 AM
3 de mayo de 2018, 8:00 AM

El coronel Ronald Mercado, que fue posesionado como gobernador de Palmasola el 15 de marzo, con la misión de ejercer mayor control y evitar el caos en el centro, fue destituido del cargo.

Así lo confirmó el comandante departamental de la Policía, Alfonso Siles, que, sin entrar en detalles sobre este relevo, indicó que recibió un fax desde La Paz el 1 de mayo en el que se ordenaba que el nuevo gobernador de Palmasola era el teniente coronel Jorge Lora, y que Mercado debía replegarse al Comando Departamental. 

Consultado si había alguna queja sobre el trabajo de Mercado o cuál era el motivo de su remoción, Siles indicó que no conocía ninguna y que no ha tenido oportunidad de conversar con el jefe de la Dirección Nacional de Seguridad Penitenciaria, coronel Daniel Mérida.

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El relevo se da en un contexto en que las autoridades policiales trabajan de manera coordinada con los propios internos del régimen abierto (PC-4), quienes están constantemente alertas para que no retorne el antiguo sistema en que un grupo de reclusos sembraba terror por medio de agresiones físicas y extorsiones. 

Mercado intentó ser contactado por EL DEBER durante la jornada de ayer, pero su teléfono estaba apagado. 

Sin embargo, a través de personas e instituciones que visitan la cárcel, se conoció extraoficialmente que bajo el mando de Mercado se produjeron algunas acciones que fueron observadas por instancias superiores por no condecir con la finalidad de ejercer un control alejado de las prácticas que se quieren desterrar del penal. 

Siles destacó el perfil de Lora con la finalidad de sostener el estado de calma que se mantiene en el PC-4, lo cual, reiteró, “ha costado sangre y vidas de internos y policías heridos”, por lo que aseguró que una de las consignas en su gestión es que Palmasola no vuelva a ser la de antes. 
“Es un jefe activo y que genera nuevas ideas”, dijo sobre Lora, por lo que cree hará un buen trabajo realizando un control estricto en Palmasola y supervisando el accionar de los uniformados que están en el penal. 

En medio de estos cambios de mandos en el penal, la Policía investiga la presencia de más armas de fuego en régimen abierto (PC-4), luego de haber detectado el intento de dos mujeres que pretendían meter 11 proyectiles escondidos en medio de otros artículos, cuando habían ingresado a visitar a dos internos.  

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Presas por querer meter balas

Gladys Amaya Jiménez (28) y Dolly Reina Coronado Posada fueron enviadas preventivamente a la cárcel por orden de la jueza Ximena Flores, acusadas de haber intentado introducir 11 proyectiles calibre 9 milímetros al área de régimen abierto del penal de Palmasola, camuflados en un zapato. Las mujeres, que iban de visita, desde ayer se convirtieron en dos nuevas internas del centro penitenciario. 

La fiscal Nardy Ávila las imputó por el delito de portación ilícita de proyectiles y dijo que se indaga si los receptores de las balas eran las personas a quienes las mujeres iban a visitar o si tenían otros destinatarios. 

Visitaban a dos internos

Dolly Reina Coronado iba a visitar a su esposo, Wilson Hinojosa Hinojosa, que pese a tener una condena de 30 años por asesinato está en el pabellón 17 de régimen abierto, y también a su hermano Luis Coronado, que el 17 de abril ingresó por narcotráfico. 

El comandante Siles señaló que aún se investiga si estos dos privados de libertad serían quienes iban a recibir los proyectiles para usarlos o para entregarlos a otras personas. 

“No soy ingenuo para creer que en Palmasola no hay armas, y tampoco para creer que las personas a las que visitaban iban a ser las receptoras finales de esas balas, hay algo grande por detrás y eso lo estamos averiguando minuciosamente”, apuntó el comandante departamental. 

Agregó que el sistema de vigilancia aplicado en Palmasola seguirá en coordinación con los internos vigilantes para evitar ingreso de objetos prohibidos, detectar armas o recibir denuncias de abusos y cobros. 

“Los delincuentes no van a dejar de intentar meter estas cosas, por eso el control debe ser estricto”, dijo el comandante. También anunció que solicitará a la Felcn que los días de visita haya canes para detectar el ingreso de drogas. 

Control permanente

No se debe aflojar
Siles dijo que los ‘residuos’ de la antigua forma de convivencia de los internos seguirán buscando cómo retomar el control, por lo que la observación es constante.

Aislados
Como ejemplo puso que el fin de semana la Policía ingresó al PC-4, detuvo y aisló a 15 internos que agredieron a un vigilante.