(VEA EL VIDEO) Tenía 39 años cuando le diagnosticaron el cáncer. Se sometió a ocho quimioterapias y 20 sesiones de radioterapia, hoy se suma a concienciar a la población a explorar su cuerpo para detectar a tiempo la enfermedad

16 de octubre de 2021, 13:31 PM
16 de octubre de 2021, 13:31 PM

Tras un largo año de tratamiento para vencer el cáncer de mama, Selva Quiroga, es una sobreviviente de esta enfermedad. Se sometió a ocho quimioterapias y 20 sesiones de radioterapias para aferrarse a la vida y seguir con los suyos.

Ella, en entrevista con EL DEBER Radio, narró cómo fue su experiencia de vida desde el momento que le diagnosticaron la enfermedad, las historias paralelas que conoció de otros pacientes mientras acudía a sus tratamientos y cuan agradecida está de ser quien pasó por eso y no así su familia. Hoy, a pesar de la dura batalla que afrontó, traspasa su energía y fortaleza, aunque hay días que aún adolece, pero se siente victoriosa de vencer el cáncer de mama.

"Yo no quería morirme, tengo dos hijos chicos a los cuales cuidar, tengo esposo, papá, mamá y que tengo que cuidarlos cuando sean mayores, no puedes echarte al muere. Pero otra cosa es, si sentís que te vas a morir, te morís", declaró Quiroga. 

Prácticamente hace un año Selva sintió algo raro en su cuerpo, lo que dio inicio a la batalla, pero al conocer su diagnóstico y al ver que su familia y amistades nunca la dejaron sola, no pensó en abandonar su lucha.  

"Yo noté un bulto, una bolita como de mocochinchi, pero no se veía a simple vista, se veía cuando estabas acostado y sin ropa. No dolía, no molestaba. Justamente unos días antes, tengo un hijo pequeño de 5 años que jugando en la cama sin querer me dio una patada, pensé que fue eso. Yo fui alarmista y me fui al médico".  

La entrevista: 


Ella aún no recuerda cuando fue la primera vez que se exploró para ver si tenía alguna irregularidad en sus senos, pero a pesar de hacerlo, nunca esperó que le toque padecer de cáncer.

"Nadie espera que la enfermedad le toque a uno, puede que tengamos algún familiar, amigo, pero jamás piensas que te va dar a vos y en el momento menos pensado te toca. En mi caso, al primer síntoma me fui al médico porque me apareció un bulto en mi pecho", dijo.

Por su reacción, Selva considera que fue hasta alarmista, pero esa actitud la llevó a que le diagnostiquen a tiempo. Es más, resalta que ya tenía una experiencia previa, porque el año pasado falleció una de las mejores amigas de su mamá por el mismo mal, que fue detectado de forma tardía.

"Ella no fue al médico, se negaba la enfermedad y su detención fue tarde cuando ya no se podía hacer nada. Entonces, con esa experiencia tan fresca, vi algo raro y me fui al ginecólogo".

Su médico le ordenó varios estudios y derivó a un especialistas y tras dos estudios, una ecografía mamaria y una mamografía, aún los resultados no eran concretos. 

"El primer estudio que me hicieron fue la ecografía mamaria y luego la mamografía, con eso llegué a mi nueva oncóloga que es la especialista en cáncer. Ella no quedo contenta con lo que vio y me dice: Te voy a ser sincera, lo que veo tiene características de ser bueno, pero también tiene características de ser malo. Me dejo en la nebulosa con dos estudios”, dijo.

La especialista acompañó a Selva a realizarse una nueva ecografía, exploró los dos pechos, axilas, revisión que le tomó más de una hora, pero tras otros estudios, al final conoció sus resultados.

"Es un calvario esperar los resultados, porque me analizaron hasta los pensamientos y esperar el tiempo en el que salgan los estudios es de morirse, no quería ni pensar", recordó.

Agradeció el acompañamiento de su familia, hecho que no la llevó a que le suministren medicamentos, ya que otras personas requieren de apoyo sicológico y de pastillas.

"Creo que si eres creyente, vos crees que Dios te acompaña y las personas en la tierra que están alrededor tuyo, son mensajeros de Dios. Pero no te voy a decir que voy a la iglesia, pero yo tenía mucha fe y mi familia fue vital, no es lo mismo pasar una enfermedad solita que pasar acompañado", sostuvo.

Sin embargo, a pesar de toda su fe y el apoyo familiar, hubo momentos tristes, y cuando más enferma se sintió fue cuando empezó a caerse su cabello, sus cejas y pestañas. 

"Creo que esa fue la parte físicamente en la que te miras al espejo y te ves enfermo. No te puedo negar, si lloré, si dije por qué a mí, lo dije. Se me cayó todo y esa es la parte donde te ves enfermo porque te miras al espejo y a pesar que has tenido tiempo de asimilar que se te va ir cayendo el cabello y demás, no lo terminas de aceptar hasta que lo ves, hasta que pasa", añadió. 

Otra situación dramática fue cuando al final de la enfermedad cuando le tocaba acudir a sus sesiones de radioterapia al Oncológico, es ver a muchas personas con diferentes grados de su enfermedad que acuden en busca de sus fichas y conseguir turnos para ser atendidos.

"Esa parte, realmente, es increíble, porque decís, no puede ser estar enferma y hacer fila a un lado, esperar turno, pero lastimosamente, en nuestro país la salud esta abandonada y eso lo sabemosImagínate ir a un Oncológico ver personas enfermas en distintos grados, te enteras historias desgarradoras y no puedes hacer nada y solo te queda esperar tu turno", mencionó.

Pero a pesar de esa figura fea por la que todo paciente atraviesa, hay algunos médicos entregados que dan lo mejor de si para sanar de su enfermedad. 

Agregó que actualmente la nueva Selva, es una agradecida de Dios, porque sino se aferraría a él, no hubiese podido sobrellevar la enfermedad.

"También estoy agradecida porque fue a mí que me tocó la enfermedad, porque vos sabes cómo puedes sobrellevarlo. No es lo mismo que te toque a vos a que toque a alguien cerca de tu familia. Yo todos los días le agradecía a Dios que no fue a mi esposo ni mis hijos", expresó.

Hay amistades de Selva que han tenido que migrar a otros países, uno de ellos se fue con su hija y esposa a Argentina, y mientras tratan a su hija, tiene a sus otros hijos abandonados en el país.  "Imagínate que duro es eso migrar de tu país para que traten a tu hija".

Es por ello, que como sobreviviente de esta enfermedad, pide a las mujeres y a los hombres explorarse y si ven algo raro, no se automediquen y acudan de inmediato a su centro médico. 

"No es lo mismo detectar un cáncer en primera etapa a que lo encuentres cuando ya tomó todo tu pecho, tus órganos y es más difícil de tratar, por eso ni bien sentís que tienes algo raro en tu cuerpo, tuenes que corre a un profesional", recomendó.