Tras varias denuncias en redes sociales de falsos positivos en test de alcoholemia realizados por la Policía de Tránsito a conductores, EL DEBER conversó con una abogada que señala que esta es una actuación extorsiva e indica los pasos a seguir

15 de marzo de 2022, 9:05 AM
15 de marzo de 2022, 9:05 AM

Vestidos de gala, recién salidos de una fiesta en la madrugada, los esposos y compañeros trabajo, Vanessa Áñez y Juan Carlos Narbaja, del reconocido grupo musical Póker, fueron interceptados por un policía de Tránsito. Según cuenta la cantante en su cuenta de TikTok, el agente les pidió hacer el test de alcoholemia y la prueba salió positivo, a pesar de que la pareja les aseguraba que no habían tomado ni una sola gota de alcohol. Ante la insistencia de inocencia de la pareja, nuevamente se someten a una segunda prueba y esta vez el resultado sale negativo, acabando así el mal rato que pasaron.

En otro video, Vanessa cuenta que tras hablar con una autoridad amiga de la Policía le dijo que los patrulleros no están autorizados para hacer el test de alcoholemia en la calle sin presencia de un fiscal. 

Es más, compartió los consejos que los ciudadanos deben poner en práctica la próxima vez que un policía los pare en la calle. Entre las recomendaciones, cita: pedir identificación al efectivo, no acceder a dicho examen y filmar todo el procedimiento como respaldo.

 



Como antecedente previo, los hermanos Barbery Frerking compartieron en su página oficial de Facebook un incidente similar que sucedió en agosto del año pasado. Uno de ellos se somete al test en dos oportunidades y el resultado es positivo. Le comenta al policía su imposibilidad de consumir alcohol por problemas de salud, por lo que deciden ir a la estación del Distrito Policial 4 (tercer anillo externo casi esquina avenida Roca y Coronado). Tras hacerlo esperar y al consultar sobre la toma de muestra en sangre en el lugar, un encargado le dice que ahí no realizan ninguna prueba. Dado su buen comportamiento, lo dejaron ir.

Otro caso es el de un ingeniero de Sistemas que no tuvo la misma suerte. Contó su historia a EL DEBER sin revelar su identidad. Dijo que cuando el policía lo abordó, accedió a hacerse la prueba, la cual salió positivo, según el policía. Él pidió ver el resultado, pero el uniformado no se lo mostró y más bien le ordenó que fuera hasta la DP4. 

Allí el oficial de turno le quitó la llave del motorizado y le dijo que debía pagar Bs 1.500 para quedar libre. Al no tener dinero en efectivo, le devolvió las llaves del motorizado  para que pudiera ir al cajero a retirar dinero. Y así hizo. Entregó el dinero en manos del policía, le sellaron uno de los brazos y lo dejaron irse. El sello era para protegerlo si otro efectivo policial lo detenía en el trayecto a su casa.

Al respecto, la abogada Ana María Morales dijo muchos ciudadanos caen en manos de malos policías por desconocer las normas. Indicó que una prueba de alcoholemia “es una actuación extorsiva si no se realiza en presencia de un Fiscal del Ministerio Público”

A decir de Morales, el ciudadano no está obligado a someterse a ninguna prueba en la calle, toda prueba pericial debe hacerse en Tránsito para que sea usada como tal. Recalca que el policía no es un perito certificado, sino que es un efectivo de Tránsito.

La jurista explicó que el delito penal estipulado es conducción peligrosa, en el cual se enmarcan las campañas y operativos contra la tolerancia cero al alcohol a la hora de conducir. Por eso están los fiscales del Ministerio Público para avalar todo el accionar de la Policía.

EL DEBER intentó conocer la opinión del director de Tránsito, Roberto Pórcel, sobre este tema; sin embargo, hasta el horario de cierre de esta nota, no pudo ser contactado.