Las puertas de los hospitales se llenaron de quejas de pacientes que tuvieron que irse sin lograr la consulta esperada por el primer día del paro de 96 horas. Deben reprogramar sus citas o peregrinar por espacio en las emergencias

17 de junio de 2024, 19:38 PM
17 de junio de 2024, 19:38 PM

El paro de 96 horas de los médicos tomó por sorpresa a los pacientes que llegaron hasta los hospitales en busca de atención médica y se encontraron con las ventanillas cerradas y avisos que informan sobre la medida en contra de la jubilación obligatoria a los 65 años.

El paro prolonga el drama de los enfermos que se quedaron sin atención y que ahora deben peregrinar para reprogramar sus citas, o por un espacio en los servicios emergencias. Varios se marcharon al borde de llanto. Saben que, si no hay solución, la atención se reanudará recién el lunes, porque el viernes es feriado.

En el Oncológico, Lucía Suárez se enteró de la medida, cuando llegó al hospital y vio el letrero del paro. Al hacer las consultas, supo que su cirugía fue suspendida hasta nuevo aviso. Tiene un tumor en el estómago y llegó con todo para ser sometida al procedimiento quirúrgico, que le programaron después de semanas de estudios, consultas y laboratorios. Sentada en una silla del área de consulta externa intentaba entender las razones del paro para calmar su impotencia de haberse quedado sin atención.

“Tengo cáncer, vengo hace tiempo haciendo controles, sobrellevando el dolor y la enfermedad, hasta tener todo para que me operen. Pero, justo ahora entran en paro y no queda más que esperar a que se levante la medida para que me reprogramen la cirugía”, dijo resignada. Para Lucía, el sistema público es la única opción para acceder a atención porque no tiene los recursos para mudarse a una clínica privada, como quisiera en estos casos.

Sofía Mendoza (50) logró hacer los laboratorios de sangre, que le solicitaron para iniciar un nuevo ciclo de quimioterapia contra el cáncer de útero. Sin embargo, está en la incertidumbre porque debe entregar los resultados de los análisis este martes y no sabe si habrá atención.

Sofía no solo lidia con la enfermedad, sino con la complicación de tener que trasladarse desde Yapacaní hasta la capital cruceña para recibir asistencia. Este lunes madrugó, a las 3:00, para estar a las 7:00 en el hospital. Debido al paro, esperó más de lo habitual para hacerse el examen, pero a las 11:00 ya estaba con todo hecho. 

Sobre la acera que da a la calle, se lamentaba porque enfrenta sola la enfermedad, ya que su única hija se encuentra en Chile. Muchas veces le ha tocado dormir en los pasillos, porque el dinero no alcanza para los pasajes y menos para quedarse en un residencial.

Lucía Sanjinés y su papá tuvieron más suerte. “Gracias a Dios los tratamientos del cáncer se han respetado. A mi padre le hicieron la quimioterapia que tenía prevista, pero una señora me dijo que no la atendieron en consulta externa”, dijo.  

Felicia Vargas esperaba para hacer colocar un antibiótico en vena a su hija de seis años, que sigue un tratamiento contra la leucemia, pero le indicaron que no había espacio debido a la saturación de pacientes.  

En el San Juan de Dios el descontento de los pacientes era evidente y el drama estaba por donde se mirara. A pesar de los avisos del paro que están pegados en las puertas de vidrio, muchos pacientes pasaron la noche haciendo fila, en busca de una ficha para consulta externa, con la esperanza puesta en que el paro se suspendiera y todo se normalizara. 

“Venimos de lejos. No sabía que había paro; verdaderamente esto es un perjuicio. La enfermedad no espera”, dijo Fermina que llegó con su orden de derivación de un centro médico y buscaba una ficha para el reumatólogo.

Daniela llegó con su padre -que tiene diabetes- para que sea atendido por el especialista. Lograron conseguir la ficha después de acudir a dos centros de salud para tener la orden de transferencia y dormir una noche en la fila del San Juan.  “Mi papá está muy delicado. Llevamos un mes yendo a los centros de salud y haciendo los exámenes y ahora todo quedó en nada. No sé cuándo me darán otra orden para el especialista”, indicó.

Molestia en otras regiones

En algunos hospitales, como el Viedma de Cochabamba, a primera hora se atendía a los pacientes que, como todas las mañanas, hicieron fila para acceder a un servicio de salud.

Pero en otros centros, como el Hospital de Clínicas de La Paz, no se brindó el servicio a los pacientes que madrugaron en sus puertas, tratando de conseguir una ficha para consulta externa.

Los perjudicados expresaron su molestia con los médicos por los constantes paros. 

La representante de los enfermos con cáncer, Rosario Calle, también expresó su molestia con los médicos, consideró que “ya es demasiado” y que se deben “tomar acciones”.

“No es el primer paro que hacen, ahora de 96 horas y como el viernes es feriado, prácticamente, toda la semana no van a trabajar ¿Y qué de los pacientes? No van a atender a todos en emergencia, porque no alcanzan. De verdad que nos molesta mucho la actitud de estos profesionales y no puede ser que los platos rotos (los) tengan que pagar los enfermos sin dinero (suficiente como para hacerse atender en un hospital privado)”, cuestionó.