El cuerpo de la pequeña se encontraba dentro de su habitación. La Fiscalía y la Policía hicieron el levantamiento del cadáver e iniciaron las investigaciones por infanticidio

26 de septiembre de 2022, 14:31 PM
26 de septiembre de 2022, 14:31 PM

Una niña de unos tres años fue encontrada sin vida en su domicilio, lugar donde la policía y la Fiscalía hicieron el levantamiento del cadáver para trasladarlo a la morgue judicial de la Pampa de la Isla, donde procederán a su autopsia de ley. En el examen externo, las autoridades confirmaron que encontraron signos de violencia.

El hallazgo de la pequeña se realiza un día después de que su madre, Érika Salinas, también fuera reportada como fallecida, luego de que cayera de un edificio por inmediaciones de la avenida San Martín, zona de Equipetrol, lugar donde rentó una habitación con  salida directo a la terraza.

Las investigaciones se iniciaron para verificar si se trató de un suicidio o si alguien estuvo implicado. Esta mañana los investigadores ubicaron la casa donde la mujer residía. Está ubicada en la Radial 10 y quinto anillo. En el inmueble de dos plantas desafortunadamente encontraron el cadáver de la niña.

Se investiga un caso de infanticidio.

Cerca del mediodía, la Policía confirmó que la pequeña tenía signos de violencia en su cuello, por lo que no descartan que haya sido estrangulada.

Preliminarmente se conoce que Érika Salinas Romero (34) le habría arrebatado la vida a su hija Valesca Campos Salinas (3), dejó el cuerpo en su cuarto bajo llaves y se rentó una habitación en el tercer anillo zona noroeste de la capital cruceña, donde también acabó con su vida.

Los familiares de Erika, que viven en el inmueble colindante, no sospecharon de la tragedia de Érika, tampoco de la niña, pues creyeron que habían salido.

"Cuando abrieron la puerta, nieta estaba ahí, muerta, la habían dejado encerrada", se lamentó Juan Salinas Ortega, abuelo de la pequeña.

Señaló que no vieron salir a su hija del lugar, ya que él y su esposa, el domingo, fueron a visitar a unos amigos, y cuando regresaron pensaron que Érika y su niña habían salido. "No puedo juzgar a nadie porque no sé qué pasó. Quiero que se esclarezca todo", manifestó el hombre angustiado. 

Érika y el padre de la niña no convivían, pero no habían perdido comunicación para estar pendientes de su hija en común.