La OMS/OPS y otras organizaciones no gubernamentales financiaron el proyecto que brindó mejoras para la atención de emergencias y prevención

26 de mayo de 2023, 14:12 PM
26 de mayo de 2023, 14:12 PM



Aproximadamente 60 mil pobladores de los municipio 
de Cabezas, Camiri, Charagua Iyambae y los territorios Autónomos de Kereimba se beneficiaron de un proyecto que permitió fortalecer su sistema de salud y respuesta de atención de emergencia y prevención tras la pandemia del Covid-19, mejorando además de la calidad de agua al recibir filtros de vela cerámica.

El proyecto denominado "Fortalecimiento de las capacidades de respuesta al Covid-19, Chaco Salud", alcanzó a 20 establecimientos de salud, entre hospitales municipales, centro de salud y postas de los cuatro municipios y sus comunidades aledañas. 

El trabajo fue implementado por un equipo de 30 profesionales en salud, que fueron impulsados por la Organización Panamericana de Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Plan Internacional (PI) y financiados por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil Europea (ECHO). 

El proyecto fue coordinado con el Ministerio de Salud y Deportes, la Gobernación de Santa Cruz, los municipios y comunidades indígenas beneficiadas.


Las carencias que fueron reflejadas durante la pandemia, fueron paliadas por el proyecto ejecutado por las organizaciones no gubernamentales, que entregaron desde tanques de agua, filtros de agua permitiendo a más de 800 familias consumir agua segura.

También se dotó de equipos e insumos, desde concentradores, tubos de oxígeno, tensiómetros, oxímetros, nebulizadores para niños y adultos, glucómetros, estetoscopios, además de materiales de limpieza y de protección personal como; amonio, dispersores, alcohol líquido y en gel, lavandina, barbijos, batas, gorros, guantes de látex y gafas. 


Cinco salas situaciones fueron instaladas en la región del Chaco cruceño, las mismas que fueron equipadas con televisores, computadoras, impresoras, proyectores, a fin de permitir al personal en salud hacer el análisis y estudio de datos de los casos de Covid-19 y de otros males, lo que permitirá mejorar la toma de decisiones.

También se entregaron equipos para la disposición de residuos hospitalarios, señaléticas, toldos, material de escritorio e indumentaria para los equipos de respuesta rápida conformados en cada establecimiento de salud. 

El proyecto abarcó no solo con la dotación de equipos, insumos, filtros de agua y tanques, sino que primordialmente se impulsaron las capacitaciones tanto para el personal de salud como para las más de 6.000 familiares de la región del Chaco cruceño.

Freddy Segundo, director del Hospital de Gutiérrez  del gobierno autónomo indígena Kereimba Iyambae, señaló que 30 médicos afrontaron el inicio de la pandemia del Covid-19 con insumos y equipamientos médicos escasos, además de una telecomunicación difícil, entre otras dificultades.


Los resultados del proyecto arrojan que los 20 establecimientos de salud fueron fortalecidas. Ahora cuentan con, vigilancia epidemiológica, ampliación de la capacidad de atención clínica de pacientes con Covid-19 y equipamiento e insumos nuevos. Esto beneficia a más de 60.000 familias de 67 comunidades y pueblos indígenas.

El proyecto también cumplió la meta de optimizar los sistemas de agua en los establecimientos de salud y brindar agua potable suficiente y segura para uso doméstico.

Una de las comunarias de Salitralmi, Liliana Cruz, relató que el único 'ojo de agua' se encontraba a kilómetros de su vivienda, por ello debía acopiar agua mediante el método de cosecha durante la lluvia lo que permitía llenar sus tanques, corriendo el riesgo de enfermar. Ahora cuenta con filtro de vela cerámica que le permite tener agua potable y segura, despejando el miedo que sus hijos sufran de enfermedades estomacales. "El filtro nos ayuda bastante porque ahí echamos agua y eso lo va colando se queda todo lo sucio arriba del filtro, pasa el agüita abajo y es dulce y limpia", expresó la comunaria.


Los encargados del proyecto consideran que la participación comunitaria fue esencial para el desarrollo del proyecto. Cristina Farel, promotora de salud y habitante de Guirapayeti, indicó que impulsó las capacitaciones en las comunidades, enseñando sobre los riesgos del Covid-19.

El proyecto facilitó el intercambio de saberes del pueblo guaraní con el personal de salud, complementando aún más la salud intercultural en el Chaco, aportando al Ñande Reko o “modo de ser del guaraní”, para lograr, entre todos, el tekó kaví: “el buen modo de ser y vivir”.

Juan Carlos Mamani, director del Centro de Salud “José Iyambae” del Área Isoso de Charagua Iyambae, señaló que gracias a este proyecto y toda la ayuda recibida están logrando atender con más calidez y calidad a las comunidades.