Es warneña y vive en Roma, donde estudia y trabaja en Radio Vaticana. Más de una vez participó en celebraciones con el papa. “Siento nervios”, confiesa

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11 de abril de 2015, 17:28 PM
11 de abril de 2015, 17:28 PM

12/04/2015

Nació en Warnes, norte de Santa Cruz, y desde hace unos años su vida cambió. Luz Éricka Limachi Mejía ahora es una periodista “vaticanista”, como le dicen allí a quienes hacen la cobertura en la santa sede, en Roma. Se declara una joven católica practicante, cuya experiencia en medios laicos proviene de una vida muy activa en la Iglesia cruceña.

Por más de una vez compartió experiencias con el papa Francisco, brindando su voz como herramienta de evangelización.

“Mi primera experiencia fuera de Bolivia fue en 2000 para el Jubileo y la Jornada Mundial de la Juventud en Roma, Italia, ahí me enamoré de esta ciudad eterna y quién diría que luego estuviese aquí estudiando”, dice.

En Santa Cruz de la Sierra estudió en Diakonía y luego, gracias a una beca de los Oblatos de San José, llegó hasta Roma donde hoy estudia una especialidad en Comunicación Social en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.

Uno de sus principales impulsores fue el cardenal Julio Terrazas. Desde hace un tiempo, Éricka también trabaja en Radio Vaticana.

“La emoción es grande al estar en la cuna de la catolicidad. En la radio tenemos una mirada global con 49 lenguas y 12 alfabetos. Todo eso cambió mi vida”, confiesa la joven, hija de Francisco Limachi y Arcelia Mejía.

Una experiencia única
Hace dos años tuvo su primer encuentro con el papa Francisco. “Mi jefe (en la radio) me llamó y me dijo si podía leer en la misa con el papa, inmediatamente respondí que sí, ya estaba nerviosa. Llegó el día, era el 30 de marzo de 2013, por la mañana fue la prueba y por la noche la celebración de la Vigilia Pascual. Tembló mi cuerpo, oré y con la ayuda de Dios dije ‘basta con el miedo’. Al final, todo salió bien”, confiesa Éricka.

Una segunda oportunidad fue durante la Jornada Mundial de la Juventud de Río 2013, en Brasil, cuando prestó su voz para llegar a los oyentes de lengua española desde Radio Vaticana. El 12 de septiembre del mismo año, en la capilla de la casa de Santa Marta, donde el papa Francisco celebra misa todos las días a las 7:00 con un grupo reducido de personas, también estuvo Éricka. “Fuimos varios colaboradores.

Al terminar se hace una fila (para saludar al papa) y mientras esta se acortaba, me temblaba el cuerpo. Hice la reverencia al papa y le di la mano, hablé en español y le dije de dónde venía y que muchos amigos católicos comprometidos le envían saludos, además de mis padres Francisco y Arcelia, y mis hermanos. Fueron cinco minutos que parecieron eternos”, relata.

En 2014 y 2015, también tuvo la oportunidad de estar en dos consistorios públicos, donde volvió a leer frente al papa y a cardenales de todo el mundo.

Semana Santa

El Viernes Santo que acaba de pasar, Éricka también tuvo la suerte de estar en la celebración de la Pasión de Jesucristo a cargo de la segunda lectura en español. “Aunque no parezca, igual siento esos nervios de la primera vez, pero siempre con la confianza en Dios voy segura a leer ofreciendo mi voz para que las personas escuchen la palabra del Señor. No soy yo, es Él quien habla”, dice con humildad.

La joven warneña se siente orgullosa de sus logros y confiesa estar “consciente que mis padres no tienen poder económico, pero me han dado las herramientas para afrontar la vida y eso no tiene precio”