Isabel tiene distrofia muscular de duchenne. Fue dada de alta hace tres años, salió bachiller y ahora es universitaria

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6 de febrero de 2022, 5:10 AM
6 de febrero de 2022, 5:10 AM

Desde su cama, con una mesita y una computadora, ayuda a su sobrino en sus clases virtuales mientras recibe oxígeno a través de una traqueotomía. Así es la rutina de Isabel Algarañaz Coca, quien ya cumplió la mayoría de edad.

A los tres años fue diagnosticada con distrofia muscular de duchenne, una enfermedad que la llevó a estar intubada, a
ser sometida a una traqueotomía y a vivir con oxígeno de día
y con un respirador de noche.

Hace tres años que fue dada de alta, por lo que su familia
aprendió a hacer el procedimiento que le realizaban en
terapia. Ahora, Isabel incluso puede alimentarse por sí sola
a través de un procedimiento que aprendió.

Su enfermedad no la detuvo en el estudio, pues desde su cama pasa sus materias de tercer año de la carrera de Comunicación Estratégica y Digital. “Quiero graduarme y trabajar en marketing digital”, afirma Isabel, quien domina el uso
de su celular y la computadora.

Su madre, Ana Coca, cuenta que vivieron ocho años en idas
y venidas al hospital, porque la joven un mes estaba internada
y otro recibía el alta. En este transcurso, Isabel recibió ayuda de sus profesores Isabel pasa clases virtuales en medio de la pandemia de coronavirus. Este es su tercer año en la ‘U’.

Cuando estuvo en el hospital ella siempre se mantuvo pasando clases, los doctores permitían eso”, explica Ana
y destaca que su hija se esmera para tener buenas calificaciones.

En el colegio recibía colaboración de sus compañeros, quienes la ayudaban a nivelar lo avanzado en su ausencia.

Isabel dice que le gusta el diseño gráfico y disfruta del uso de
la computadora. “El cambio del colegio a la universidad no me
costó tanto porque pasé pocos meses de forma presencial, luego empezó la pandemia y todo fue y sigue siendo virtual”, explica.

Valiente

Isabel estuvo internada en terapia intensiva por años y, a través de una campaña solidaria, consiguió los equipos que requería para volver a su casa. El 6 de agosto del 2019 salió del hospital Obrero y ese mismo año salió bachiller. Al año siguiente ingresó a la universidad, donde los primeros días asistía a clases con un tubo de oxígeno pequeño.

Unos de los recuerdos más gratos que tiene de su estadía en el hospital fue cuando las jefas de servicio de reanimación, cuidados intermedios e intensivos de la Caja Nacional de Salud le organizaron sus 15 años. Con un oxígeno llegó hasta un salón donde compartió con sus seres queridos.