Son 80 voluntarios que participan en Santa Cruz de la Sierra, San José de Chiquitos y Camiri. Su prioridad se centra en los incendios, pero también atienden todo tipo de emergencias

26 de abril de 2021, 8:28 AM
26 de abril de 2021, 8:28 AM

Algunos llegaron por convicción, a otros los movió la curiosidad. Hay quien se incorporó porque siempre soñó con ser bombero y aquellos que pensaron cambiar el mundo desde el voluntariado. Son las Unidades Urbanas de Bomberos y Rescate, más conocidos como UUBR. 

Este domingo celebraron los 14 años de fundación con la meta puesta en la formación constante y en el crecimiento de su cuerpo de voluntarios. Actualmente cuenta con un equipo estable de 80 personas que participan, tanto en Santa Cruz de la Sierra como en San José de Chiquitos y en Camiri, donde han instalado sus cuarteles. Todos son voluntarios, dispuestos a ayudar en cuanta emergencia se presente.

El comandante Álvaro Castillo lidera el grupo de UUBR desde su fundación. Hace 14 años surgió para acompañar una necesidad real del municipio capitalino. Con el tiempo y el aporte de cientos de personas se ha consolidando como un equipo de trabajo, con mucha voluntad y sacrificio, centrado en el servicio a la  sociedad.

Cada año, UUBR se marca objetivos determinados. Con la pandemia, se ha impulsado la formación en línea para capacitar a nuevos miembros. Con motivo del aniversario se han graduado 21 bomberos voluntarios.



UUBR cuenta con varias secciones o departamentos para una reacción más rápida y oportuna. Por ejemplo, el departamento de Mantenimiento Logístico se preocupa de que todos los vehículos estén disponibles en todo momento para atender las emergencias y operaciones. El departamento Administrativo ingenia una y mil maneras para captar recursos, mientras que desde Relaciones Públicas se alimentan las redes sociales y gracias a ellos la gente conoce del trabajo que realizan.

“Hay bastante sacrificio y voluntad en estos 14 años y esperamos cumplir muchos años más; que ya no seamos 80 voluntarios, sino 200 o 300 y estemos celebrando más cuarteles en otros lados, como en Camiri y San José de Chiquitos, consolidar más destacamentos UUBR a nivel departamental, que al final es otro de nuestros objetivos”, dijo Castillo.

Detrás de cada voluntario hay un sinfín de historias que enfrentan y deben resolver.

El voluntario Abel Castillo recuerda que en la época de los incendios en la Chiquitania, tuvo que decidir entre los estudios de la universidad o permanecer en campo, luchando contra el fuego. 

Para él, “el tiempo que se dedica es importante, pero se puede recuperar, en cambio la vida de alguna persona de aquellas comunidades amenazadas por el fuego, no. Decidí cumplir con este compromiso de ser bombero".

El capitán Xavier Villarroel  destaca la formación que reciben como bomberos. “Creo que los bomberos no somos súper héroes, somos personas adoctrinadas, capacitadas y preparadas para responder en ciertos tipos de situaciones que una persona común no lo haría y que toda persona que tenga esa vocación de servicio junto con un buen entrenamiento puede lograr. No somos especiales, sino que estamos bien entrenados, que es el punto fundamental de un bombero”, indica Villarroel.


Cuesta mucho ser bombero en Bolivia. Las leyes no apoyan al voluntariado y cada uno debe hacer sus propias gestiones para adquirir equipos y recursos. A eso se suma las trabas en las mismas leyes para importar los equipos.

Hasta ahora muchas personas , como por ejemplo jefes o empleadores, no entienden que un bombero voluntario haga las cosas a cambio de nada, dedique su tiempo a cambio de nada. A pesar de este desconcierto, los UUBR reafirmaron su compromiso para estar siempre listos al llamado de cualquier emergencia.