Los que tienen sus viviendas en los alrededores dicen estar perjudicados por la acumulación de los neumáticos. La Alcaldía trabaja en una alianza público privada para comenzar a triturarlos. Concejales dicen que Emacruz no fiscalizó

9 de mayo de 2022, 7:49 AM
9 de mayo de 2022, 7:49 AM


Los vecinos de los barrios que se encuentran en los alrededores de Normandía se sienten perjudicados por las llantas que se acumulan en este espacio, porque las mismas atraen a los mosquitos generando malestar a los vivientes.
Hace tres años se inauguró un nuevo relleno sanitario ubicado en el distrito 14, zona de San Miguel de los Junos, y con ello Normandía entró a un plan de cierre donde solo reciben material reciclable.

Uno de los barrios colindantes es Villa del Sur donde sus habitantes aseguran tener problemas con la acumulación de neumáticos, sobre todo cuando llueve, porque los mismos se transforman en nidos de mosquitos. Hasta el momento hay 4 millones de llantas acumuladas.
La presidenta del barrio, Paola Azcárraga, aseguró que hicieron conocer sus reclamos a las autoridades municipales en busca de una solución. “He reclamado por qué no se las llevan al nuevo vertedero.

 También deberían entregarlas a los países que manejan programas de reciclaje o pasarnos cursos a los barrios que vivimos cerca (de Normandía) para que nos enseñen a reciclar todas esas llantas”, señaló.

Una de sus vecinas, Cristina López, agregó que cuando sopla el viento pueden sentir un leve olor de las aguas de oxidación que aún permanecen en el sitio. Por otro lado, pidió que se haga un mejor control en las calles aledañas al barrio porque las mismas se han vuelto zonas donde las personas que no viven en el lugar llegan a botar su basura.
Dentro de la misma línea, los vecinos del barrio Villa Paraíso aseguraron tener el mismo problema con respecto a las llantas y los olores.

 Nancy Rosado, presidenta de los vecinos del lugar, dijo que es muy poca la fumigación que se hace en la zona porque no ha podido paliar la proliferación de mosquitos. “Los convenios que teníamos con Normandía no han sido cumplidos, por ejemplo, no se ha hecho la restructuración de los barrios y la limpieza de nuestras calles”, denunció la representante vecinal.

Normandía cerró sus operaciones a mediados de 2019 por disposición de una auditoría medioambiental de la Gobernación de Santa Cruz que determinó que ya no puede enterrar más residuos sólidos y solamente se haría la tarea del manejo cuidadoso de los pasivos ambientales, por un lapso de entre 15 y 20 años.

Sin embargo, pese a que sus fosas serán selladas, seguirán generando lixiviados y biogases, los cuales deberán ser monitoreados por el operador de la basura y por Emacruz, además de la vigilancia de la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación.

 Según el plan a futuro que tenía la anterior gestión municipal, Normandía tendría que convertirse en un parque urbano protegido de 57 hectáreas y una infraestructura temática referida al medio ambiente.

Respuesta del municipio
El gerente de Operaciones de Empresa Municipal de Aseo de Santa Cruz (Emacruz), Ricardo Oviedo, recordó que Normandía cuenta con una trituradora de neumáticos, pero no han podido triturar nada porque hasta la fecha la Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra no cuenta con una alianza público privada para que puedan comercializar el producto que sale de la maquinaria, que es un molido casi polvo de 1 milímetro de textura. Hasta la fecha tienen un total de cuatro millones de llantas acumuladas en el lugar. 

“En Normandía tenemos tres máquinas: una podadora para residuos de árbol, la trituradora de llantas y una de escombros. De todas ellas hemos hecho un convenio para la trituradora de poda con la CRE, en tanto lo que vienen a ser las llantas ya se han presentado al alcalde Jhonny Fernández algunos proyectos, los mismos se encuentran por el momento en evaluación”.

Agregó que la máquina trituradora y los galpones se ubicaron en Normandía por el espacio que tiene, “aún tenemos espacio para acumular (llantas) y lo único que nos falta es comercializar el producto triturado que se dará dentro de seis meses”.

Sobre el servicio que realizan con otros elementos reciclables como el vidrio, cartón y plástico, Oviedo explicó que estos camiones llegan a Normandía luego de hacer un trabajo de recolección diferenciado. En el lugar son poco más de 30 personas que pertenecen a diferentes asociaciones de recolectores quienes realizan la clasificación o separación de los mismos.

Luego los van embalando en cuatro máquinas enfardadoras, dos verticales y dos horizontales, por lo tanto, estas personas hacen el trabajo de separación y clasificación por cada producto reciclado. Luego las mismas asociaciones sacan en sus camiones, los productos enfardados y etiquetados para después ser comercializados.

El concejal por Demócratas, Manuel Saavedra, indicó que se han enviado solicitudes al Ejecutivo municipal para que haga funcionar esta planta de reciclaje, que según los cálculos le ha costado a la anterior gestión municipal como Bs 50 millones. “También hemos hecho cuestión de Estado que para la próxima licitación de la basura se incluya lo que viene a ser la licitación. Porque estas llantas acumuladas son un pasivo ambiental tremendo, por ejemplo, en el caso de un incendio podría transformarse en algo tremendamente dañino para el medio ambiente y para las personas que viven cerca”, expresó.

En tanto, el concejal por la alianza C-A, Juan Carlos Medrano, ve que todas las observaciones y denuncias realizadas por los vecinos de la zona se deben a una “pésima” fiscalización realizada por Emacruz a la empresa Vega-Solví, al no realizar el seguimiento correspondiente a lo que fueron los 14 servicios que se tenían en el contrato.

 “Tampoco se hizo el seguimiento correspondiente a los informes anuales sobre medio ambiente que realizada la Gobernación de Santa Cruz. Por lo tanto, si se hubiese hecho un trabajo real de seguimiento y fiscalización no tendrían que existir los problemas de llantas con agua y los mosquitos, por lo que sería un impacto ambiental mínimo”.
Durante su presentación, las autoridades municipales de la gestión pasada indicaron que la trituradora de llantas separa el caucho el metal y el nylon de la basura que se bota, luego pasa a otra fase en la cual se utiliza material reutilizable como el adoquín, el padi y la baldosa, usadas la pavimentación de calles y avenidas.

Largo plazo
Andrei Abruzzese, experto ambiental, señaló que la recolección, transporte y el entierro de los residuos sólidos genera un alto costo económico, por eso marcó que la base para poder manejarlo en el futuro sobre todo en función al crecimiento poblacional, se tienen que tener programas de largo alcance que permitan la industrialización y reutilización de la basura. 

“Los costos son tan altos que para una sola gestión no son suficientes, por ejemplo, a un alcalde en cinco años no le va alcanzar y por lo tanto se tienen que hacer proyecciones a 20 años, para que las inversiones que se hagan puedan sostenerse en el tiempo”.

Abruzzese señaló que además de invertir en esas maquinarias para plásticos y llantas, también se tiene que apoyar a los recolectores de las calles e incentivar programas de educación ambiental, porque los mismos son nulos por parte del Gobierno municipal, agregó.

“En resumen, lo importante está en contar con programas serios de largo aliento que permitan reducir esa cantidad de residuos porque nos está costando a nivel ambiental, social y económicamente”, complementó.