Una docena de docentes de pre grado identificó situaciones de acoso de diversos tipos, además de violencia laboral, agresión en redes sociales y ‘burnout’ en alumnos de los sistemas público y privado. La UAGRM mostró más precariedad

3 de noviembre de 2023, 4:00 AM
3 de noviembre de 2023, 4:00 AM


“La violencia, en general, está normalizada, no solo el acoso sexual, existe en las redes, en la comunicación, en lo laboral, con los practicantes. Y hemos visto que destaca mucho la violencia entre pares, es decir de compañero a compañero, y la mujer es la que más sufre. Vivimos en una sociedad que nos violenta a todos”, afirmó María Pía Franco, una de doce docentes universitarios que participó en la investigación sobre “Violencia en las interacciones sociales de los universitarios de Santa Cruz”.

El trabajo es resultado de la labor de un grupo multidisciplinario de profesores de pre grado, de los sistemas público y privado, y se realizó a través de una encuesta a casi 4.000 estudiantes de la UAGRM, Universidad Evangélica Boliviana (UEB), Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), Universidad Tecnológica Privada de Santa Cruz (Utepsa), NUR, UPSA, etc. 

Las dimensiones abordadas en la investigación van desde la violencia en espacios universitarios, como el acoso sexual y su incidencia en el rendimiento académico; las acciones institucionales frente al acoso; las prácticas sociales, discursos y relaciones de género; la violencia en las redes digitales; en las relaciones laborales; y también se consideró el Síndrome de Burnout (SB,) o estado de agotamiento laboral entre residentes médicos.

Jhonny Atila, otro de los involucrados, explicó que para obtener datos reales, sin sesgar la información, se apegaron a investigaciones y cuestionarios internacionales validados sobre el acoso y también sobre las otras áreas abordadas.

Si bien el estudio es preliminar, porque los datos interpretados serán presentados el siguiente año, arrojó datos interesantes.

Del total de los universitarios encuestados, el 42% indicó que sufrió, al menos una situación de violencia. De este 42%, el 39% refirió que los eventos sucedieron hace más de un año, mientras 3% manifestó que se dieron en los últimos doce meses, con distinta reiteración: de una a tres veces, cuatro a diez, y más de diez veces en el último año. 

Violencia en universidades

El equipo investigador coincidió en que hay diferencias cuando se divide la información para comparar las situaciones entre la universidad estatal (UAGRM) y las universidades privadas.

En la UAGRM, el 47% de los encuestados reconoció una situación de acoso: el 44% hace más de doce meses, y el 3% en el último año. En las universidades privadas, 32% señaló que vivió un evento de acoso: 30% hace más de un año, y 2% en los últimos doce meses.

Violencia en universidades

En cuanto al contacto físico de carácter sexual no deseado, en términos generales, 86% nunca sufrió esta situación, pero al indagar en la UAGRM, el porcentaje bajó: 84% de los estudiantes de la universidad públicas no sufrieron este tipo de violencia, frente a 91% en establecimientos privadas.

El abuso de poder ejercido con el propósito de recibir favores sexuales fue otro de los puntos abordados. En esta categoría, 92% de los encuestados nunca sufrió tal abuso (91% en la UAGRM, frente al 95% en universidades privadas). 

El 25,5% de los encuestados apuntaron como acosadores en las diversas categorías de violencia al estudiante compañero/a (violencia entre pares); 1,1% al docente; 0,2% a alguna autoridad universitaria; y 0,1% a algún administrativo. 

Entre los acosadores que cometen abuso de poder (chantajes, intimidaciones y amenazas), con el propósito de recibir favores sexuales, fueron apuntados como causantes los pares (compañeros) en 4,7% en general (5,5% en la UAGRM y 3% en universidades privadas); los docentes varones y mujeres en 0,7% (1% en la UAGRM y 0,3% en privadas); las autoridades universitarias en 0,2% (0,21% en la UAGRM y 0,09% en privadas); y trabajadores administrativos, más personal de servicios, en 0,1% (0,12% en UAGRM y 0,17% en universidades privadas).

A Martha Paz, de la UEB, le llamó la atención otra forma de violencia: un 14% de los estudiantes por decisión de un familiar, “es violencia porque los jóvenes no toman decisiones por sí mismos. Sigue ocurriendo, lo que ocasiona que los jóvenes pierdan tiempo, ya que después del primer año de estudio cambian de carrera”, observó.

También dijo que existe un porcentaje similar, del 13 o 14%, de jóvenes que son discriminados por estudiar carreras que supuestamente son de hombre o de mujer.

Violencia en universidades

Efectos y soportes


La investigación dejó claro que de quienes sufrieron acoso sexual, el 23% disminuyó su asistencia a clases; 23% bajó su participación; y en el 18% decreció el cumplimiento de las tareas. 

Un motivo de preocupación tiene que ver con el manejo de protocolos para denunciar y dar seguimiento a los casos de violencia en los espacios universitarios. 

El 80% de los estudiantes encuestados, tanto mujeres como varones, dijo desconocer la existencia de un departamento que ayude en caso de algún evento de acoso sexual. En la UAGRM, este desconocimiento llegó a 90%.

“Lo que ya sabíamos era que había falta de un soporte institucional, sobre todo en la UAGRM. No hay instancias para denunciar de manera formal, una unidad de género, o si existe, como la unidad de bienestar social, no tiene un protocolo”, explicó Eliana Roca, otra de las investigadoras.

A Roca le llamó la atención que el 88% de los estudiantes encuestados crea que se debe denunciar el acoso, pero que un 10% considere que debe denunciarse solo en los casos graves, como por ejemplo acoso sistemático por dádivas, violación, etc.

Jenny Ampuero, docente de la UAGRM, y otra de las autoras del trabajo, admitió que no existen protocolos para denunciar en la universidad pública. “Una persona que es violentada no tiene pasos a seguir, es un drama que se ve. El acoso no verbal es muy alto, desde los chistes ofensivos, existe de docente a estudiante, pero sobre todo entre pares”, lamentó. 

En referencia a las instancias que deben acoger estas denuncias, 60,4% dijo que deben intervenir el director de carrera, el vicedecano o el decano; otros dijeron que bienestar estudiantil; la Policía; el Tribunal de Justicia Universitaria; la Fiscalía; y los delegados estudiantiles.

Las agresiones en redes sociales son otra faceta de una misma realidad violencia en los espacios universitarios. En la mayoría de los casos los agresores son los compañeros o pares, y entre las razones, el 24% de los encuestados consideró que el motivo es el aspecto físico; 8% atribuyó la violencia a la creencia religiosa; 7% al nivel socioeconómico; 6% a su origen cultural; 6% a su ideología o afiliación política; 5% a su orientación sexual; 3% a su identidad de género; y 2% a una discapacidad.

Violencia laboral
Entre los universitarios activos laboralmente, 49,3% sufrió violencia en este ámbito, en una de las seis formas planteadas: descrédito de la capacidad, aislamiento social-laboral, desprestigio personal, agresiones y humillaciones, robos y daños, y amenazas. 

Para Freddy Tinajeros, otra de las situaciones preocupantes tiene que ver con el Síndrome de Burnout (SB), un estado de agotamiento físico, emocional o motivacional caracterizado por deterioro de la productividad del trabajo, cansancio, insomnio y aumento de la susceptibilidad a las enfermedades somáticas. 

“La violencia es increíble, el 79% de los residentes médicos tiene SB, por encima de los datos internacionales, que están entre 30 y 60%”, resaltó.

El problema mayor, según Tinajeros, es que se ya han registrado suicidios en residentes que no daban más. “Solo el 6,5% siente realización personal, es bajísimo. La idea no es criticar, sino buscar soluciones”, aseveró con inquietud.