El comunicador manifestó que se dirigió a la Policía para que lo ayude en el momento en que fue agredido, sin embargo, el pedido fue negado. Se trata de una nueva agresión contra el gremio

18 de noviembre de 2022, 7:14 AM
18 de noviembre de 2022, 7:14 AM

El periodista de la Red Uno de Bolivia, Joaquín Matías, fue víctima de una agresión cuando recibió una pedrada en la cabeza por un grupo de desconocidos, mientras realizaba la cobertura en el Obelisco del Plan Tres Mil, que es epicentro de la violencia en estos días del paro indefinido en Santa Cruz.

El hecho se registró en presencia de un contingente policial, llamados por ley a proteger al ciudadano, y que, según el relato del reportero, fueron unas personas que le pidieron que se retire del Obelisco. 

Mientras el periodista se retiraba de la zona acompañando la avanzada de los uniformados, desconocidos se abrieron paso en medio de las calaminas donde se ejecuta la construcción de una obra, para directamente arrojarle una piedra en la cabeza, que produjo el inmediato corte sangrado mientras estaba en vivo en el noticiero central.

“Me perdí por un par de segundos, no sabía lo que estaba pasando, le pedí a la Policía que nos cuide y proteja o que hagan alguna acción, pero sólo me pidieron que me retirara cuando estaba ensangrentado”, expresó el comunicador. 

Tras el golpe, Joaquín Matías intentó reponerse, pero el sangrado era fluido, logró subirse a una motocicleta con ayuda de su camarógrafo, para luego dirigirse hasta un centro hospitalario. Luego fue derivado hasta la Caja Petrolera donde los médicos lo atendieron oportunamente y su estado de salud actualmente es estable.

Se trata de la una nueva agresión que se registra en menos de 24 horas, ya que durante la madrugada del jueves el periodista de Unitel, Leonardo Gil, fue agredido cuando cubría los enfrentamientos en el Plan Tres Mil entre personas que bloqueaban y grupos de choques del Movimiento Al Socialismo (MAS).

No cesa la violencia contra periodistas

Durante la cobertura del paro indefinido en demanda por el Censo de Población y Vivienda, los periodistas en Santa Cruz fueron víctimas de golpes, empujones, gritos y hasta intento de homicidio.

El primer día del paro indefinido en Santa Cruz, el 22 de octubre, el equipo de prensa de Gigavisión fue atacado mientras realizaba su labor. El camarógrafo fue increpado y golpeado por David Elías Ocampo, funcionario de Vías Bolivia, quien le produjo una fractura en la nariz, además que le destruyó la cámara para evitar que grabara mientras levantaban los puntos de bloqueos en la avenida Santos Dumont, a la cabeza del concejal del MAS José Quiroz. 

Ese mismo día, el equipo de prensa de EL DEBER también fue rodeado e insultado por la misma gente de choque del MAS, bajo la mirada de la diputada del MAS, Amalia Antonio.

La intensidad de la violencia se desató la madrugada del 2 de noviembre en el municipio de La Guardia, cuando el periodista de Unitel, Mario Rocabado, fue  golpeado por personas que protagonizaban el cerco a la capital cruceña y se enfrascaban en el enfrentamiento con ayuda de la Policía que gasificaba a las personas que estaban a favor del paro.

Estas mismas personas afines al Gobierno, que una vez redujeron y golpearon sin piedad en el suelo a Rocabado, pedían que sea linchado.

El viernes 11 de noviembre, el equipo de prensa de Unitel también fue agredido mientras realizaba la cobertura a la marcha que protagonizó un sector de gremiales, a la cabeza del dirigente de los mañaneros René Troncoso, que junto a otros dirigentes, estaba arropado por jóvenes encapuchados quienes portaban escudos y petardos.