Después de de haber sufrido un accidente cerebrovascular, Runy volvió a caminar y continúa con algunas labores en Funsar

7 de febrero de 2022, 21:00 PM
7 de febrero de 2022, 21:00 PM

Nueve meses pasaron desde que Runy Callaú sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que lo dejó postrado en cama; pero febrero llegó con buenas noticias, Runny comenzó a dar sus primeros pasos solo. Su esposa, Mary Luz Farfán, cuenta lo agradecido que está él y la gran fe que tiene. Esa fe tan grande que les ha dado fortaleza a todos los que lo rodean.

Mary Luz cuenta que, como efecto del ACV, Runy tuvo paralizada la mitad del cuerpo, pero debido a que estuvo intubado y postrado en cama, el proceso de recuperación todavía es lento.

Hubo un momento en el que Runy no podía ver ni hablar; tampoco podía comer ni respirar por sí solo. No podía sentarse o sostener su cabeza. Pero aún así, él hacía saber a su esposa que todo iba a estar bien. Esa frase la acompañó durante los momentos más duros y difíciles que les tocó vivir. Y cuando Runy recuperó el habla, se lo volvió a decir. Pero también agradeció porque ya podía hablar; lo hizo cuando pudo respirar sin asistencia, cuando pudo comer nuevamente, y sin sonda; cuando pudo sentarse, sostener el peso de su cabeza y, ahora, cuando volvió a caminar. Si bien da algunos pasos solos, ya es un logro, uno muy grande, y un motivo de agradecimiento.

Mary Luz piensa que muchas veces no apreciamos nuestro cuerpo, no vemos que podemos movernos, respirar... solo nos quejamos y no lo cuidamos; apreciarlo fue algo que aprendió de Runy, su agradecimiento y su amor por la vida.

Runy sufrió el ACV cuando estaba en la casa de su papá; pidió que lo llevaran a una clínica, pero después fue trasladado al hospital San Juan de Dios, porque el dinero para cubrir los gastos era insuficiente. Después fue internado en un hospital de la seguridad social. Los medicamentos había que conseguirlos y el dinero no alcanzaba. Mary Luz cuenta que supo mantener la calma en esos momentos difíciles, que fue algo que su esposo le enseñó. Y, desde el hospital organizó kermeses y rifas.

“Dios proveyó todo; hubo mucha gente que ayudó… nunca faltó el pan en la mesa ni los medicamentos. Tanta gente a la que Runy salvó… y la gente lo salvó a él”, expresa. Mary Luz además reconoce y agradece la ayuda que recibió de su familia y amigos.

Runy no la tuvo fácil: contrajo infecciones intrahospitalarias, sus riñones resultaron dañados y tuvo covid-19, pero siempre miró hacia adelante. Su esposa cuenta que su estado de consciencia, de 15 bajó a 11 en la escala de Glasgow; después a 5 (cuando llega a 3, se determina muerte cerebral).

“Él no se aferra al pasado, siempre va hacia adelante”, señala su esposa. Y añade que está muy lúcido, que recuerda todo; cada una de sus misiones, pero sobre todo que su fe es increíble y los fortalece a todos en su familia.

Runy hace fisioterapia varias horas al día. Algunos de los ejercicios los hace en una piscina y con pesos en la pierna más débil para fortalecerla. Debe seguir recuperando el movimiento en las piernas, brazos, cuello, e incluso en el rostro. Su esposa lo recuerda siempre sonriente, ‘chinito’ de tanto reír; pero después de la parálisis que sufrió sus rasgos han cambiado y ahora se lo ve ‘ojoso’, dice Mary Luz, con ternura.

Como voluntario rescatista Runy siempre fue muy activo y, ahora que está y se siente mejor, no podía ser la excepción. Ni bien pudo sentarse fue con su equipo de la Fundación SAR para planear actividades. Y en esta segunda semana de febrero está participando en una capacitación dirigida a instructores voluntarios. 

Su idea es que los rescatistas de las provincias también se formen como instructores para que, cuando vuelvan a sus localidades, formen a otros rescatistas y el así el grupo crezca. El taller durará toda la semana, Runy dio las palabras de inauguración.

La Fundación SAR o Funsar existe desde mayo de 2003, este año cumplirá 19 años, y es la que está a cargo de estos talleres para los instructores. Mary Luz, que está encargada de la alimentación, manifestó que aprecian la colaboración que puedan recibir para cubrir esos gastos pues, comentó, muchos de los participantes vienen desde diferentes provincias y no tienen los recursos económicos suficientes para su estadía. De manera que, si alguien quiere ayudarles, puede contactarse con ella al número de celular 785-50148. Indicó que presentarán descargos de los gastos, ya que la transparencia es fundamental para la fundación.