El mandatario pasó de ver la inauguración del Mundial del 2006 en el Palacio de Gobierno, junto a niños de la calle, a verlo en vivo y directo en Sudáfrica, Brasil y Rusia. Hacemos un recuento de sus viajes y dos expertos analizan al 'Evo futbolero' de ayer y hoy

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13 de junio de 2018, 7:38 AM
13 de junio de 2018, 7:38 AM


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El presidente Evo Morales ha ido más veces al mundial que la selección por mérito propio. Si bien el Gobierno señala que esta vez firmará acuerdos importantes con el gobernante ruso en medio de la fiebre futbolera, varios sectores cuestionan que el encuentro se produzca, casualmente, en la misma fecha en la que se inaugura otro mundial de fútbol en el que Bolivia no participa.

El Kremlin ha confirmado la cita de Putin y Morales pero como parte de una serie de encuentros que el líder ruso sostendrá con los presidentes que llegan para la Copa del Mundo: Azerbaiyán,  Ruanda, Armenia, Líbano, Arabia Saudita y Bolivia, entre otros.

El viaje ha generado reacciones en el ámbito político y social. Las voces de Víctor Hugo Cárdenas, Samuel Doria Medina y Jaime Paz Zamora han sido algunas de las que se han opuesto al uso de fondos públicos para presenciar la inauguración del campeonato (que según el opositor Doria Medina ascienden a 340.000 dólares); y ha sido tema de discusión en las redes sociales.

Pero no es la primera vez. Evo Morales ya viajó para ver la inauguración de dos mundiales: fue a Sudáfrica en 2010 y a Brasil en 2014. ¿Causó tanta molestia las anteriores veces?

Para el coordinador de la Red Latinoamericana de Comunicación Política, Sergio Lea Plaza, este año levanta roncha porque todo lo que hace Evo, en los últimos dos años, está teñido por el resultado del 21F. “Es el factor que hoy ordena la política boliviana. El 21F genera una predisposición, en gran parte del público, a ver como negativas las acciones del presidente", afirma.

 

Según sus seguidores, Evo tiene fama de buen jugador y este deporte fue el trampolín de su carrera política: se inició como secretario de deportes en un sindicato 

Evo de antes versus Evo de ahora

Siempre fue fanático del fútbol y tiene fama de ser un buen jugador. La afición del gobernante al deporte fue el trampolín de su carrera política: comenzó como secretario de deportes en un sindicato cocalero y terminó como presidente del país.

Cuando el niño que creció en el altiplano escuchando partidos de fútbol por radio se hizo presidente, logró hacer realidad otros sueños: jugó con Diego Maradona, mandó a construir canchas en cada rincón de la patria, hizo que el canal del Estado transmita todos sus partidos cual estrella deportiva, construyó un museo en el que exhibe las camisetas de fútbol que le regalaron y viajó a la inauguración de tres mundiales.

“Los que lo critican no entienden el lugar que le da Evo Morales al fútbol en la política y en su vida”, explicó Wálter Chávez, uno de los estrategas de sus primeras campañas electorales, a la cadena BBC.

Evo Morales observa sus camisetas de fútbol expuestas en el museo que mandó a construir en Orinoca, lugar donde nació 

Cuando se inauguró el Mundial de 2006, Evo Morales era nuevo en el Palacio de Gobierno: había asumido la presidencia apenas cinco meses antes. Entonces decidió ver la inauguración en su oficina junto a niños de la calle. Evo Morales vio el primer partido de Alemania 2006 en compañía de lustrabotas, canillitas y colegiales de escuelas públicas, a quienes invitó a una sesión especial en el salón principal de la casa de Gobierno en la que se puso una pantalla gigante.

Evo jugó con Diego Maradona, una de las figuras públicas
que lo apoyó desde el inicio

Cuatro años después las cosas fueron diferentes. Evo viajó a Sudáfrica con el ministro de Economía, Luis Arce; el viceministro de Deportes y exfutbolista, Miguel Ángel Rimba; y el portavoz Presidencial, Iván Canelas, según registra una nota de archivo de Cuba Debate.

"Habían entradas de la FIFA para el presidente Evo Morales y su comitiva mínima. Y el presidente dijo: ‘No podemos ir nosotros al fútbol y que los otros se queden’. De manera que nosotros compramos las entradas para la demás comitiva. Se gastaron 2.500 dólares para las entradas de los dos primeros partidos", le dijo Iván Canelas al diario cochabambino Los Tiempos.

Evo junto a sus ministros en la apertura del Mundial 2010 en Sudáfrica 

En 2010 hubo alguna gente que cuestionó el viaje pero el mandatario dijo que se había “propuesto abrir las relaciones bilaterales con embajadores” y que por esa razón aceptó ir a la inauguración del campeonato mundial de fútbol. Se reunió con el vicepresidente de ese país y en Bolivia no hubo mayor repercusión. Sin embargo, ocho años después, las relaciones bilaterales con Sudáfrica todavía no se traducen en la apertura de embajadas.

En 2014. A invitación de la presidenta Dilma Rousseff, Evo Morales fue a la inauguración en Brasil y estuvo en el escenario con el excanciller de Chile, Heraldo Muñoz, quien compartió en Twitter una foto del presidente boliviano, con la camiseta de Bolivia, en las graderías del estadio donde se jugaría el mundial al que Bolivia no clasificó.

Heraldo Muñoz compartió esta foto del
presidente Morales en la apertura de Brasil 2014

Su viaje a Brasil fue breve: a los pocos días se realizaría la cumbre del G77 en Bolivia y tenía que retornar. Volvió con el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon. La mirada de la gente estaba puesta en la reunión de líderes mundiales y en los partidos del mundial. El viaje del presidente dejó de ser noticia en los medios.

Rusia 2018

La visita de Evo Morales a Moscú se da como parte de una gira que empieza en esa ciudad, un día antes de la inauguración de mundial, y donde se reunió con Vlamidir Putin, según dijo el canciller Fernando Huanacuni para firmar “acuerdos importantes”. 

A horas de su encuentro, el Kremlin informó que Putin efectivamente sostuvo una cita con Morales, como parte de una serie de encuentros que tendrá con líderes de países extranjeros que arribarán para la Copa Mundial, entre ellos los mandatarios de Azerbaiyán, Ruanda, Armenia, Líbano y Arabia Saudita.

A su llegada a Rusia, el presidente mostró sus habilidades con la pelota  (ABI)

En la víspera, el Ministerio de Comunicación publicó la agenda del primer mandatario en la que señala que se reunirá también con empresarios de la industria ferroviaria, de litio y de hidrocarburos para concretar negocios. Añadió que tiene cita con el Ministro de Medio Ambiente y Naturaleza y con representantes de una empresa que fabrica vehículos a gas.

La agenda difundida por el Gobierno, señala que su última actividad está programada para el jueves 14 a las 09:30 locales, con la visita a la casa matriz de la empresa Acron, firma dedicada a la venta de gas y urea. El Mundial arranca a las 18:00 locales, la agenda del presidente no dice que asistirá a la inauguración de la Copa, pero tampoco detalla la hora en la que viajará a La Haya, su siguiente parada.

En La Haya, sede de la Corte Internacional de Justicia, el primer mandatario se verá con el con el equipo jurídico boliviano  para evaluar la defensa del Silala y después irá a China, donde tiene reuniones el 19 y 20 de junio.

Este periplo supone que Evo Morales tendrá que retroceder geográficamente (Rusia está más cerca de China que Holanda) y tendrá que cargar horas extras de vuelo.

El gobierno defiende el viaje del primer mandatario y él mismo asegura que estaba planificado con dos años de anticipación. “Trabajaremos en convenios para exportación de nuestros productos, hemos ampliado las relaciones multilaterales”, dijo en su cuenta de Twitter antes de partir.

 

El presidente minutos antes de partir a Rusia

Por su parte, el embajador de Rusia en Bolivia, Vladimir Sprichan, sostuvo en una entrevista con la red ATB que es una “buena oportunidad para analizar las relaciones bilaterales” y que su país está abierto para ayudar a Bolivia en su desarrollo.

Análisis político

Lea Plaza, coordinador de la Red Latinoamericana de Comunicación Política y Fernanda Revollo, polítologa; analizan al Evo Morales de 2006 y al Evo Morales de 2018 a partir del fútbol.

Para Lea Plaza, desde el 21 febrero de 2016 todas las acciones del presidente tendrán  la sombra del resultado del referendo que le negó la posibilidad de ser candidato otra vez (y que lo será, de todas formas, por un recurso judicial propuesto por su partido y aceptado por el Tribunal Constitucional Plurinacional).

Fernanda Revollo cree que se cuestiona el uso de recursos públicos y la supuesta falta de transparencia en la información. “El hecho de querer encubrir un viaje que coincide con un evento como el mundial, que todos sabemos que el presidente siempre ha expresado que el fútbol es su gran hobby, molesta a la gente”, señaló.

Para ambos analistas, el viaje de Evo Morales en el que, entre otras cosas, puede asistir a la inauguración del Mundial, tendrá un alto costo político. Revollo sostiene que las “muestras de ostentación” en medio de otras necesidades, como priorizar asuntos de salud, educación o seguridad, “genera una coyuntura compleja y al estar en la antesala del año electoral tendrá un costo”.

Evo buscaba cambiar al Estado, pero el Estado terminó cambiándolo a él. El poder lo absorbió y hoy está mostrando su contracara. Es otro el Evo de 2018 frente al Evo de 2006. Ha incurrido en una serie de contracciones centrales, por ejemplo el tema del despilfarro y el lujo, que no eran una práctica en el Evo de antes. El poder lo está cambiando”, manifestó Lea Plaza.

El analista cree que el presidente está desconectado de la gente y que acciones como éstas lo alejan aún más.  Dice que el presidente se siente muy empoderado, cree que todas sus decisiones van a ser bien recibida y sigue adelante con sus planes sin importar lo que digan los otros. “Quizás es un problema del poder”.

 

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Fuentes: archivos periodísticos de El Deber, Reuters, EFE, BBC, Los Tiempos y Cuba Debate.