El 54% de los estadounidenses los desaprueba en sus casi 100 días de gestión

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26 de abril de 2017, 9:43 AM
26 de abril de 2017, 9:43 AM

Desde los estrepitosos tropiezos en el Congreso hasta sus súbitos e inesperados cambios de política, Donald Trump claramente se vio enfrentado a un difícil aprendizaje en sus primeros meses en la Casa Blanca.

El republicano solo ha logrado poner en práctica el 17,85% de lo que prometió que iba a hacer en este periodo. El 54% de los estadounidenses los desaprueba en sus casi 100 días de gestión.

El 22 de octubre, Trump anunció 28 medidas que, dijo, iba a poner en práctica en sus primerostres meses en la Casa Blanca. Al día de hoy, ha lanzado siete. O sea, un 28,5%. Claro que hay que tener en cuenta que dos de ésas -la derogación de 'Obamacare' y el muro con México- no han ido a ningún sitio en el Congreso, y otra más -el cierre de fronteras a países presuntamente 'terroristas'- ha sido paralizada por la Justicia.

Así que quedan cinco. O sea, el 17,85%. Un mal resultado para alguien que decía en campaña que "conmigo os vais a cansar de conseguir victorias", y "nuestros políticos son un desastre". Así que no es de extrañar que el viernes pasado Trump tuiteara contra "la ridícula medida de los 100 primeros días" que él mismo convirtió en uno de los ejes de su campaña.


Y aunque el nuevo presidente estadounidense mostró capacidad de cambiar tanto el tono como sus opiniones, hasta ahora ha encontrado enormes dificultades de transmitir una visión global articulada.

De esa forma, el presidente que prometió a los estadounidenses que con él en la Casa Blanca se "cansarán de vencer", llega a la simbólica marca de los 100 días en el poder, que se cumplen el sábado, con la necesidad de enfrentar la dura realidad del ejercicio del poder. Al aproximarse a esta marca, Trump ya es el más impopular presidente estadounidense en la historia moderna.

El empresario de 70 años, cuya elección provocó oleadas de preocupación en todo el mundo, aún se aferra a su estilo impredecible y su retórica arrasadora de que hizo gala en la campaña electoral.

Y sin embargo el otrora aspirante que prometió "drenar el pantano", en una referencia a la burocracia enquistada en Washington, no tuvo otra salida que reconocer que tiene uno de los empleos más difíciles del mundo.

Si durante la campaña desató ovaciones al proponer eliminar de un plumazo el sistema de seguros médicos que heredó de Barack Obama, pocas semanas después de instalarse en la Casa Blanca tuvo que admitir: "Nadie pensaba que la salud médica sea un tema tan complicado".

Más recientemente, recibió al presidente chino, Xi Jinping, con quien pretendía discutir la situación en Corea del Norte, pero rápidamente percibió la increíble complejidad del asunto: "Después de escucharlo por 10 minutos, me dí cuenta de que no es tan simple", dijo.