El regreso. La exmandataria dará batalla en el estratégico distrito de la provincia de Buenos Aires. Muestra un discurso político ‘light’ para enfrentar las huestes del presidente Mauricio Macri

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2 de julio de 2017, 4:00 AM
2 de julio de 2017, 4:00 AM

Cristina Fernández de Kirchner regresa al ruedo de la política argentina y genera un terremoto político de magnitud. Dos objetivos están detrás de esta movida: obtener fueros parlamentarios para evadir los juicios por corrupción que pesan en su contra y acumular poder para disputar la Casa Rosada al alicaído Mauricio Macri. 

El escenario principal de esa pugna se dará en las próximas elecciones legislativas de medio término, previstas para el 22 de octubre, con una elección interna previa que se realizará el 13 de agosto. 
Serán los comicios más intrigantes en casi 34 años de democracia. Y el resultado final marcará a fuego, para bien o para mal, los dos últimos años de gestión del presidente Macri y el futuro político de Cristina Fernández. 
Para algunos analistas, la ex presidente volvió a la lucha electoral en busca de fueros parlamentarios que le permitan eludir las causas judiciales por corrupción. 

Para otros, ser candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires es el primer paso para reconstruir su poder. Pero no hay que olvidar que ambas cosas pueden ir de la mano cuando la ambición y la necesidad se conjugan. Salvarse de la cárcel y volver a la presidencia podría ser el objetivo.

Si sale primera o segunda en la provincia de Buenos Aires (que concentra el 40% del electorado en Argentina) es lo mismo en cuanto a conseguir fueros dado que igual será senadora. 
Pero en lo político, salir segunda, sería una dolorosa derrota. Por lo pronto, tras el cierre de listas, la primera encuesta, realizada por la consultora Analogías, le da a la lista Unidad Ciudadana (sucesora del Frente para la Victoria) encabezada por Cristina Fernández y el ex Canciller Jorge Taiana el 33,8% de intención de voto.
 
En tanto a la lista de la oficialista Cambiemos, que encabezan el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y la funcionaria Gladys González tiene una intención del 24,1%; la lista 1País de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, el 16,8%, y el ex ministro kirchnerista, Florencio Randazzo junto con Florencia Casamiquela, el 4,5%.
Resulta curioso que una candidata encabece las encuestas a pesar de que ella es acusada de haber encabezado el Gobierno “más corrupto de la historia”.
 
El prestigioso analista político argentino, Rosendo Fraga, subraya que el hecho que Cristina Fernández encabece las encuestas pese a las graves denuncias de corrupción en su contra se explica por el contexto económico. 
“Desde que gobierna Mauricio Macri, el desempleo y la pobreza han subido, y la economía se ha estancado. Esto tiene una repercusión inmediata en un electorado muy sensible al desempeño económico. Especialmente, en los sectores populares, que son los votantes prioritarios de Cristina”, señala.
 
Y agrega: “Cristina Fernández tiene varias denuncias por presunta corrupción. Pero en esta elección, aún si sale segunda, será senadora y tendrá fueros suficientes para evadir esas investigaciones.” 
En resumen, una vez en la banca senatorial, los juicios pueden avanzar, puede ser enjuiciada, e incluso, condenada, pero no puede ser privada de su libertad. Es lo que ocurre con el actual senador y ex presidente, Carlos Menem.

En situación crítica
Para Sergio Berensztein, analista político y fundador en 2005 de Poliarquía Consultores, Cristina Fernández está en una situación muy dramática, en donde no solo debe salvarse ella de la cárcel sino también sus hijos, por estar involucrados en las causas judiciales por corrupción.

“Gran parte de los jueces fueron nombrados por el gobierno kirchnerista, y Cristina Fernández sabe que la Justicia es influenciable por el poder político”, explica. En definitiva, ganar la elección le permitirá a toda la familia evitar la cárcel.
El protagonismo que tomó la ex presidente, en no menor medida ayudada por la propia estrategia del Gobierno de Macri, que buscó la polarización electoral, complican un triunfo del oficialismo.

“Mauricio Macri busca consolidar su poder. Él perdió en primera vuelta en las presidenciales de 2015, tiene minoría en ambas cámaras del Congreso de la Nación y solo cuenta con cinco gobernadores afines. Estas elecciones son un plebiscito a su gestión”, advierte Berensztein.  

 

Julio Bárbaro: “Ganar La Elección Es Su Última Carta”

 El reconocido analista del peronismo Julio Bárbaro tiene otro pensamiento: “Cristina Fernández de Kirchner busca mantener su vigencia y recuperar lo perdido. A ella no le interesan los fueros sino el poder, por eso ser candidata es su última carta a jugar, porque tiene bien claro que los partidos del poder mueren cuando lo pierden”.

Para Bárbaro, ella fue la dueña de la pluma que escribió los nombres en las listas de candidatos, y al hacerlo relegó a muchos Kirchneristas de paladar negro como Carlos Kunkel y Diana Conti, y hasta al ex candidato a presidente Daniel Scioli fue puesto en un lugar poco digno.

“La conformación de las listas fue una expresión de esa visión de poder de Cristina”, afirma.
En cuanto a Macri, Bárbaro cree que fue funcional a Cristina Fernández: “La oposición la inventó él con su idea de mantener vigente la opción que el electorado tuvo en la ballotage de 2015”.

No obstante, la batalla electoral que protagonizan Cristina Fernández y los candidatos del presidente Macri tiene otros actores que influyen en un electorado que demostró que vota en forma estratégica más que visceral. El candidato Sergio Massa, quien en 2013 le ganó en las legislativas a Cristina Fernández echando por tierra sus aspiraciones reelectorales, puede cambiar las expectativas según la perfomance que tenga en las PASO. Si sale tercero es posible que parte de su electorado se corra hacia el oficialismo en las elecciones generales con la meta de que la ex presidenta salga segunda. 

Es por eso que Massa no tiene margen de error para su campaña y que su contrincante no es Bullrich sino la mismísima Cristina en una hipótesis de lucha por el segundo lugar. 
Algo similar ocurre con Florencio Randazzo que tiene en la mira también a Cristina a pesar del poco caudal de votos que demuestran las encuestas. La incógnita es a dónde irán sus votos tras las PASO.

En esto, Massa y Randazzo tienen la gran necesidad de ganarle a Cristina Fernández el 13 de agosto para sellar su suerte política. Por lo que esta contienda también es una interna peronista que decidirá detrás de quien se encolumnan gobernadores, intendentes y legisladores del histórico Partido Justicialista.