La terminal aérea funciona con tres vuelos a la semana. Solamente opera la aerolínea estatal BoA. Las líneas privadas no oficializan su ingreso. Proponen usarlo para sacar coca industrializada 

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La mayor parte del tiempo es una obra desolada y se asemeja a una megaobra abandonada. El aeropuerto internacional de Chimoré, inaugurado en octubre de 2015, explota su capacidad a medias, ya que solo recibe tres frecuencias de pasajeros a la semana. La dirigencia sindical y las autoridades del lugar proyecta utilizar la terminal aérea para exportar sus productos, entre ellos, la coca industrializada.  

Es medio día del lunes 24. El ingreso al aeropuerto está abierto y ningún funcionario está en el puesto de peaje. Más adentro, las puertas de la terminal permanecen cerradas, pero el acceso a la pista es libre por un portón enmallado. Al fondo se ven dos avionetas que son utilizadas por el Grupo Aéreo de Entrenamiento, que depende de la Fuerza Aérea Boliviana, como parte de la enseñanza de pilotaje a cadetes que llegan desde Santa Cruz. Solo los miércoles, viernes y domingo el aeródromo recibe vuelos de pasajeros, que provienen de Cochabamba. La única aerolínea que llega al lugar es Boliviana de Aviación (BoA). 

El alcalde de Chimoré, Silveriano Lara, tiene una visión positiva sobre el aeropuerto de su región. La autoridad detalla que el turismo creció, sobre todo —dijo— la visita de extranjeros aumentó en los últimos meses.

“El turismo creció y hubo casos donde varios pasajeros se quedaron en Cochabamba porque los cupos de los vuelos estaban llenos”, dice Lara. 
El burgomaestre explicó que los turistas llegan a Chimoré y de esa región se reparten a los municipios del trópico de Cochabamba. BoA utiliza un avión CRJ 200 Bombardier, con capacidad para transportar 50 pasajeros. El costo de los pasajes, desde Cochabamba, no asciende a más de Bs 220.   

Proyectos con coca
La dirigencia cocalera quiere explotar las operaciones de la terminal aérea y piden vuelos para transportar su carga, pero en productos industrializados. El vicepresidente de las seis federaciones cocaleras de Chapare, Luis Veizaga, adelanta que en la región existen planes para elaborar productos en base a la hoja de coca, como energizantes o artículos de belleza.   

“La hoja de Chapare está en proceso de industrialización, es nuestra meta. Cuando tengamos la producción podemos utilizar el aeropuerto (de Chimoré) para exportar la carga, no veo nada de malo, pero habrá que ver los costos”, afirmó el dirigente cocalero. 

A casi dos años de su inauguración, el aeropuerto internacional de Chimoré todavía no se activa un flujo normal de pasajeros. Es más, BoA intentó tener cuatro frecuencias a la semana, pero redujo a tres los vuelos.

La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) decidió no emitir información para conocer si en ese aeropuerto solo se habilitan vuelos comerciales. Sin embargo, el alcalde Lara revela que autoridades del Gobierno, jefes policiales y militares y alumnos de pilotaje utilizan el aeródromo.
Hasta marzo de 2017, BoA informó que la capacidad de sus vuelos a Chimoré bordeaba el 40%, lo que implica que las aeronaves transportaban hasta 20 pasajeros por operación. Por las vacaciones de invierno, las frecuencias subieron su caudal, según agencias de turismo del lugar.  

La encargada del hotel La Poza del Jichi, en Chimoré, detalló que el turismo mejoró “un poco” desde que el aeropuerto inició sus operaciones. Sin embargo, recalcó que al momento del ingreso del huésped no preguntan si llegaron a la zona vía terrestre o aérea. “Ahora en las vacaciones tuvimos el hotel lleno y muchos llegaron en avión”, dice.     

Por ahora, el pleno funcionamiento del aeropuerto de Chimoré quedó aplazado debido a que aerolíneas privadas, como Amazonas y Ecojet, aún no oficializan sus operaciones en Chapare.