Bolivia no es la primera nación que demanda el cumplimiento de compromisos. El equipo jurídico solo mencionó en los alegatos el caso entre Francia y Australia 

El Deber logo
25 de marzo de 2018, 4:00 AM
25 de marzo de 2018, 4:00 AM

No es nueva la esencia jurídica de la demanda marítima boliviana. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ya ha decidido en cuatro ocasiones sobre casos de obligación a negociar de buena fe. Todos fueron victoriosos para los demandantes y hubo órdenes para dialogar. El caso más cercano se dio en 2007 con el proceso Nicaragua-Honduras por desacuerdos en la frontera marítima del Caribe.     

El presidente del Senado, José Gonzales, destaca que la CIJ dictó sentencias similares a la esencia de la demanda boliviana. Citó como ejemplo el caso entre Australia y Francia, en 1974, en el que el entonces presidente francés hizo una declaración de prensa en torno a las pruebas nucleares que se desarrollaban en un atolón situado en territorio australiano y manifestó que existía una posibilidad de que esos experimentos cesaran.

“Con ese argumento, Australia fue a la CIJ y le pidió que eso que se había considerado un compromiso de parte del presidente de Francia, sea respetado, sea honrado y el tribunal, en el año 1974, falló a favor de Australia”, detalla Gonzales. 

Otro ejemplo es el proceso Nicaragua-Honduras por desacuerdos en la frontera marítima del Caribe. Los jueces de la CIJ trazaron en 2007 las coordenadas de la línea de separación casi en su totalidad, otorgándole a Honduras varias islas en disputa.

Sin embargo, los magistrados dejaron que una pequeña parte de la delimitación, la línea entre el final de la frontera territorial y el principio de la marítima, fuera establecida por las partes a través de negociaciones “de buena fe”.

El término negociar “de buena fe” también apareció en el caso Hungría-Eslovaquia de 1989. Ambos países acudieron a la CIJ por desacuerdos en la construcción de presas en el Danubio, zona fronteriza. 

Ambos Estados acordaron repartirse las obras, pero Hungría lo desechó. Los magistrados establecieron negociaciones “de buena fe” para garantizar el cumplimiento del acuerdo original. 

El caso más antiguo se dio en 1969, cuando la entonces República Federal de Alemania denunció a Holanda y Dinamarca por diferencias en el reparto de las plataformas continentales del mar del Norte, ricas en petróleo y gas.

La CIJ falló de forma parcial, pero estipuló que las partes estaban “bajo la obligación” de llevar a cabo “negociaciones significativas”. 

Antecedentes

Estrategia.  Los cuatro antecedentes de negociaciones de buena fe no fueron utilizados por el equipo boliviano. Solo se mencionó el caso de Francia y Australia por personeros del Gobierno. 

Demandantes.  El argumento “de buena fe” fue siempre aprobado por los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). En todos los casos falló a favor de la parte demandante.