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5 de marzo de 2017, 4:00 AM
5 de marzo de 2017, 4:00 AM

 El año pasado, un invitado a la Escuela de Héroes causó suspicacia en el Gobierno. Se trata de Felando Pierre Thigpen, que fue presentado en medios como un reclutador del Pentágono. En la Escuela de Héroes su presencia era motivo de alegría para los niños.

“Apenas entraba por aquí, porque es muy alto, mide casi dos metros”, comenta el pastor Juan Pablo. “Es muy cariñoso con los niños, los adora. Los llevaba a tomar helados, al cine”, cuenta. Thigpen vino con sus propios medios, según contó en varias entrevistas, para ver el perfil de los integrantes de la Escuela de Héroes y modificar las habilidades de enseñanza de los profesores y evaluar las condiciones de liderazgo de los estudiantes. Él y la directora regional de Red de Transformación Global, Irene Squillaci Sandoval (hija de Roxana Sandóval) se conocieron cuando Squillaci estudiaba en Texas. Gracias a esa amistad fue que llegó Felando Pierre Thigpen. En las entrevistas que concedió, explicó que si bien Evo Morales quemó algunos puentes con Estados Unidos, aún puede reparar el daño. Puesto que en EEUU “Nos consideramos los líderes del mundo, puede ayudar. Si el próximo presidente sale de aquí (de la Escuela de Héroes) será inteligente y puede darle la mano a Estados Unidos”, dice. Aseguró que volvería cada dos meses para seguir evaluando el entrenamiento de profesores y estudiantes. 


Los estudiantes aprenden que los sistemas económicos son tres: el mercantilista, el marxista o socialista y el de libre empresa. “Podemos abrir cualquier negocio, y esa libertad nos la dio Dios”, dice uno de los estudiantes. 
“En el fondo, Thigpen dice en el proceso de entrenamiento ideológico que odien a gobiernos de izquierda. Para generar odio en conciencias infantiles, se usan prácticas de entrenamiento y disciplina militar. Roxana Sandoval cumple este componente, bajo una estructura fascista”, según el abogado Idon Chivi, que monitoreaba medios para el Ministerio de Comunicación.