El MAS recibió asesoría extranjera antes de llegar a Palacio Quemado. Walter Chávez es uno de los foráneos destacados que hizo política en Bolivia. El gobernador de Beni no mira sus filas y cuestiona a extranjeros críticos a la gestión del presidente Evo Morales

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3 de septiembre de 2017, 4:00 AM
3 de septiembre de 2017, 4:00 AM

El aporte extranjero al proyecto oficialista fue esencial para que el Movimiento Al Socialismo (MAS) llegue a Palacio Quemado. Fue un peruano el que ideó toda la estrategia comunicacional que tuvo tantos éxitos en varias justas electorales en las que Evo Morales salió victorioso. Esa persona de nacionalidad peruana es Walter Chávez. Y así, al menos otra decena de extranjeros contribuyeron con su conocimiento. Pero ahora en filas masistas cuestionan la labor de foráneos que no comparten las ideas del MAS. Fue Alex Ferrier, gobernador de Beni, quien señaló que aquellos extranjeros que hagan política en Bolivia no tienen pisada en suelo nacional. Esa declaración abrió el debate. 

No dijo su nombre, pero Ferrier aludió a Leonardo Tamburini, un argentino que trabaja en Bolivia hace 22 años y muchos de ellos dedicó su vida al Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), una ONG de la que fue su director.

El gobernador beniano, de filas oficialistas, en presencia de Evo Morales, vociferó que los extranjeros que viven en Bolivia no deben hacer política. “Si los extranjeros vienen al país como vienen de todos lados, bienvenidos con ese gran abrazo, con ese gran cariño, pero si vienen a hacer política no tienen pisada, porque a los bolivianos no nos permiten hacer política en ningún otro país. Quisiera saber si en Argentina le van a permitir a un boliviano opinar a favor, mucho más insultar al presidente de Argentina, ese minuto lo sacan embolsado”, señaló Ferrier en un acto el 26 de agosto en la comunidad San Pablo del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). 

La posición de Tamburini
Esa alusión causó polémica. Tamburini sale al paso y lamenta que Ferrier haya lanzado esa advertencia. El abogado argentino no duda y asegura que hace política en Bolivia, ya que asesora a pueblos indígenas y organizaciones nacionales que defienden el medioambiente y los derechos humanos.

“Los extranjeros podemos ser elegidos a alcaldes y concejales desde la Constitución de 1994; por tanto, estamos habilitados para hacer política. La defensa de los derechos humanos y de los derechos indígenas, en particular, tienen alto contenido político, por lo que la posición del asesor conlleva a una posición política y una visión de la realidad determinada”, considera Tamburini. 

Ferrier ratifica su posición, pero evita dar nombres, es más, no mira a los extranjeros que trabajan o trabajaron con el MAS. Se le mandó un cuestionario vía WhatsApp y decidió no responderlo. 

El MAS, como partido, creció con asesoría extranjera. Incluso antes de llegar a Palacio Quemado ya la mano extranjera estaba operando.
Uno de ellos es Walter Chávez, periodista peruano que logró asilo político en la gestión de Jaime Paz Zamora luego de que en su país lo vincularan con el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). 

Trabajó una década con Evo Morales. Diseñó la campaña electoral de 2005 y luego fue su asesor político. Ahora reside en Argentina y es crítico a la gestión del MAS debido a roces que tuvo con el vicepresidente Álvaro García y su hermano, Raúl.

En el análisis de Hugo Siles, viceministro de Autonomías, los ciudadanos extranjeros hacen un registro al ingresar al país sobre las labores a las que se dedica y cuestiona que haya foráneos que entren a Bolivia en calidad de turistas y luego se dediquen a la política. 

“Muchos ciudadanos de otros países registran sus actividades (en Bolivia), organizaciones de apoyo, de cooperación, ONG o fundaciones (...) pero es posible que existan otros extranjeros que desarrollen actividades políticas al margen de la ley, en ningún país del mundo se acepta eso, que no registran sus actividades”, detalla Siles. 

El viceministro, en referencia a los asesores extranjeros que tuvo el MAS, remarca que estos foráneos cumplieron condiciones migratorias y que en el marco legal hacen consultorías. “Hay ciudadanos que ingresan como turistas y hacen otras labores, esos están al margen de la normativa”, remarca.      

Los foráneos del MAS

En la lista de extranjeros que trabajaron con el MAS están Chávez; Manuel Canelas, ciudadano español y hoy diputado, el chileno Óscar Hernán Veliz, el estadounidense Thomas Kruise, la mexicana Rebeca Peralta, la cubana Hortencia Jiménez; los argentinos Andrés Salari y Fabián Restivo, y los españoles Katu
Arkonada, Albert Noguera y Alberto Montero Soler. Estos dos últimos trabajaron con el MAS en la etapa de la Asamblea Constituyente. Noguera hoy es diputado en España y parte del partido político español Podemos.    

Y la oposición boliviana no se queda sin dar su postura en este tema. El diputado Wilson Santamaría lamenta que Ferrier haya advertido solamente a extranjeros con línea contraria al MAS. “El oficialismo debe ser el partido con más asesoría extranjera. Esos ciudadanos (extranjeros) hacen política, entonces deben ser expulsados o solo se observa el trabajo de foráneos que cuestionan la política del oficialismo”, afirma. 

Ferrier no midió su posición y en medio de la polémica por el Tipnis cuestionó la labor de extranjeros, que en su mayoría al tener una doble nacionalidad o sus papeles migratorios al día pueden hacer política.  

Los lazos del mas con asesores extranjeros nacieron por la lucha indígena y la constituyente
Era muy común ver a Leonardo Tamburini con Carlos Romero caminando juntos. Al finalizar la década del 90 e iniciando el 2000, ambos visitaban comunidades indígenas del oriente y recogían las inquietudes de los más pobres. Luego, diseñaban políticas de apoyo para este sector y luchaban para que los gobiernos de turno escuchen las demandas de los indígenas.    

Romero, ahora ministro de Gobierno y muy cercano a Evo Morales, era en esa época director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis) y Tamburini su asesor. Pasaron días felices, pero también tristes. 

Uno de ellos es el ataque que sufrieron en 2001 en el municipio de San Javier. Al salir de la sede de la Central Indígena Paikoneka, un grupo persiguió y capturó a Tamburini. Lo golpearon y luego lo soltaron. Otro grupo trató de retener a Romero, pero logró escapar hasta la Policía. Se conoció que estos bandos eran ganaderos que protestaban por la asesoría que brindaban Tamburini y Romero en el proceso de titulación de tierras. 

Luego, ambos caminaron juntos hasta que Romero llegó a ser parte del Ejecutivo. Igual, tenían buena relación e incluso Tamburini recomendaba al ministro sobre asuntos indígenas. 

Hoy, esa relación se quebró y solamente existe un tibio saludo cuando ambos chocan por alguna casualidad.
Otra demanda que obligó al Movimiento Al Socialismo (MAS) a contar con perfiles externos fue el desarrollo de la Asamblea Constituyente, convocada en 2006 y promulgada en 2009. 

Para este proceso llegaron dos perfiles españoles. El primero es Albert Noguera, que actualmente es diputado en España por el partido Podemos, del cual su líder es Pablo Iglesias, aliado de Evo Morales y Álvaro García Linera.

El segundo asesor era el académico español Alberto Montero Soler, que ahora es catedrático en la Universidad de Valencia. 

Ambos españoles asesoraron a los asambleístas del MAS en el proceso constituyente. No eran visibles, pero su trabajo era valorado por los oficialistas. Se conoció que los extranjeros llegaron a Bolivia con el aval de Evo Morales. Empero, fue Álvaro García quien los sugirió tras intercambiar datos con intelectuales españoles. Los foráneos abandonaron el país antes de que se promulgue la nueva Constitución.