Cada año son menos los países que tienen gobiernos con democracia plena. El deterioro de la libertad de prensa y de medios es uno de los rasgos que más inquietan

El Deber logo
11 de febrero de 2018, 7:00 AM
11 de febrero de 2018, 7:00 AM

La democracia está herida en el mundo, ya que sus variables están en franco deterioro. Los fenómenos de mayor restricción a las libertades civiles se suman a procesos electorales con defectos o el incremento de la corrupción en los gobiernos, así como una disminución de la cultura política, entre otras variables. Uno de los datos más inquietantes del informe se refiere a la disminución de la libertad de prensa y de medios; en esto no solo se menciona a países con regímenes autoritarios, sino también a aquellos donde hay democracia plena.


Un profundo estudio de la Unidad de Inteligencia de The Economist (la división de investigación y análisis del grupo que edita una de las publicaciones más importantes a escala mundial), sobre el Índice de Democracia en el mundo, concluye que la calidad de este sistema de gobierno está en franco deterioro desde 2006, cuando empezó a hacer este estudio. Entre 2016 y 2017, el puntaje mundial cayó de 5,52 a 5,48 puntos (en una escala de 0 a 10). Las variables consideradas tienen que ver con cinco categorías: proceso electoral y pluralismo; libertades civiles; el funcionamiento del Gobierno; participación política  y cultura política.


Llama la atención que solo 19 países (de 165 estudiados) gozan de democracia plena; 57 tienen democracia con defectos; 39 tienen regímenes híbridos y 52 tienen regímenes autoritarios; es decir que solo el 11,4% puede jactarse de vivir en absoluta libertad y con derechos plenos. Unos 89 países disminuyeron su puntuación en relación con  2016; solo 27 la mejoraron y 51 se estancaron. 


“Casi la mitad (49,3%) de la población mundial vive en una democracia de algún tipo, aunque solo el 4,5% reside en una democracia completa (por debajo del 8,9% en 2015), como resultado de la degradación de EEUU de una "democracia completa" a una "democracia con defectos en 2016. Alrededor de un tercio de la población mundial vive bajo un régimen autoritario, una gran parte en China”, dice textualmente el documento que circula entre gobernantes y élites del mundo.


También cita a Larry Dyamond, profesor de la Universidad de Stanford y experto en la materia, cuando dice que “la democracia está en recesión” y que los principales indicadores tienen que ver con: disminución de la participación popular en las elecciones y la política; debilidades en el funcionamiento del Gobierno; disminución de la confianza en las instituciones; creciente influencia de actores no elegidos en el rumbo de los países; incremento de la brecha entre ciudadanos y las élites políticas; disminución de las libertades civiles, sobre todo, de la libertad de expresión.


Una de las consecuencias del desencanto ciudadano con sus gobernantes y con sus instituciones tiene que ver el voto por el Sí al brexit en Gran Bretaña o el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos. En escenarios de frustración política, aparecen los populistas que ofrecen soluciones, pero que tampoco son capaces de concretarlas.

 

América Latina y Norteamérica
Esta región también registra una disminución en el índice de la democracia (de 6,33 a 6,26), pero se mantiene como una de las más democráticas del planeta. Tiene dos novedades importantes. La positiva es el ascenso de Ecuador de ‘régimen híbrido’ a ‘democracia con defectos’, quiere decir que pasó de 5,81 puntos a 6,02. La mejora responde a las políticas del presidente Lenín Moreno que frenaron a las que tenía su predecesor, Rafael Correa, especialmente en libertad de expresión y lucha contra la corrupción.


La nota oscura corresponde a Venezuela, ya que ha pasado de tener un ‘régimen híbrido’ a uno autoritario, debido a que el Gobierno de Nicolás Maduro ha reprimido violentamente las protestas en su contra, ha disminuido el poder de la Asamblea Nacional que está dominada por la oposición y, en los últimos días, ha limitado la participación política de los opositores en las futuras elecciones presidenciales. Este país y Cuba son los dos regímenes autoritarios del continente; hay cinco países con gobiernos híbridos (entre democracias con defectos y dictaduras) y 16 casos de democracia defectuosa y solo un país con democracia plena (Uruguay).


En el balance, América Latina tiene buenos puntajes para el funcionamiento del Gobierno y la participación política, pero tiene problemas con la injerencia del crimen organizado en la sociedad y también en el poder de algunas naciones (alta tasa de homicidios y tráfico de drogas), además de escaso compromiso político de la ciudadanía. “La región cae por debajo del promedio mundial de cultura política, que refleja niveles relativamente bajos de confianza popular en la democracia”, sostiene el documento.


El informe remarca la corrupción como uno de los problemas más graves de la región, citando la situación de Brasil y de la implicación de gobernantes de varios países con el caso Odebrecht. 
También registra la complejidad de los procesos electorales en Guatemala, Honduras y Nicaragua, así como el desconocimiento del referéndum del 21 de febrero en Bolivia por parte del Gobierno de este país, como “desviaciones de las reglas de la democracia”.
En el norte, EEUU ha caído de democracia plena a democracia con defectos, debido a que la población ha perdido confianza en sus instituciones, hay una tendencia a aumentar las diferencias socioeconómicas de la sociedad y la población está polarizada. Si estos problemas continúan, el estudio advierte que la democracia estadounidense podría seguir en declive. En cambio Canadá tiene democracia plena y ocupa el sexto lugar en el índice general. Su único problema es el bajo compromiso y participación en la política de parte de sus ciudadanos.

 

El resto del mundo
Europa Occidental tiene a siete países dentro de los 10 primeros lugares en el índice de la democracia. De sus 21 países, 14 tienen democracia plena; seis están en el grupo de democracias defectuosas y solo una tiene un régimen híbrido, que es Turquía. No obstante, estos gobiernos se enfrentan a una demanda insatisfecha de los jóvenes y los trabajadores que no reciben lo que esperan del sistema gubernamental. El informe pone énfasis en la situación de España, que ha estado a punto de bajar de categoría por usar la fuerza para detener el referéndum independentista de Cataluña.


El informe señala que Asia tuvo una de las mayores caídas de puntuación. Hay problemas en la India e Indonesia, así como en Myanmar, Nepal y Vietnam, básicamente ligados a la represión de líderes opositores y a la desaparición forzosa de partidos contrarios a los gobiernos de turno. También anota que los gobernantes de China y de Japón van consolidando su poder, aún a costa de libertades ciudadanas, en el primer caso, y a pesar de la escasa participación en los comicios, en el segundo caso.


A diferencia de lo que ocurre en Europa occidental, en Europa del Este se registra un bajo puntaje porque hay dificultades para consolidar instituciones que salvaguarden el Estado de derecho y persiste la corrupción, todo lo cual afecta a la democracia.


Europa Oriental tradicionalmente ha registrado puntajes bajos en el Índice de Democracia. Hay una débil cultura política, dificultades para crear instituciones destinadas a salvaguardar el Estado de derecho y la corrupción persistente y endémica crean dificultades para la democracia. De los 28 países, 11 tienen democracias con defectos, nueve tienen regímenes híbridos y siete regímenes autoritarios.


En África subsahariana mejoró la participación política, pero se deterioraron las libertades civiles y el funcionamiento del Gobierno. Si bien hay elecciones en gran parte de la región, falta pluralismo genuino en la mayoría de los países, según el informe.

 

El peor puntaje
Donde la puntuación refleja que la situación está peor es en África del Norte y en Oriente Medio, ya que la región se caracterizó por una concentración de monarquías absolutas, la existencia de otros regímenes autoritarios y la prevalencia de conflictos militares. Es en esta región donde están los países que se ubican en las peores ubicaciones: Siria, con 1,43 y Corea del Norte, con 1,08.


El informe remarca que la Primavera Árabe (el levantamiento ciudadano contra regímenes autoritarios en 2011) no ha dado lugar a un progreso genuino de la democracia en esa región. La caída de los dictadores dejó vacíos de poder, se desataron enfrentamientos dentro de los países y surgieron otros autoritarios.

 

La libertad de prensa
El informe pone especial énfasis en la libertad de expresión y dice que ha caído a su peor nivel en la última década, no solo en regímenes híbridos, sino también en gobiernos con democracia avanzada. Según el ranking, solo 30 de 165 países (18% del total) son totalmente libres, quiere decir que tienen acceso pleno a medios impresos y electrónicos, hay cobertura sólida a todos los hechos y espacio para todos los puntos de vista. Otros 40 países (24%) son parcialmente libres; es decir con medios pluralistas, pero con injerencia de intereses privados o gubernamentales que los dominan y que restringen a algunos puntos de vista disidentes. Hay 97 naciones clasificadas como “no libres” o “en gran parte no libres”, donde se impide ejercer el derecho a la libertad de conciencia y expresión.


El documento identifica tres amenazas fundamentales: la de los gobiernos, la de las mafias organizadas y la de las personas que fomentan la censura, especialmente en las redes sociales. En el caso de los regímenes autoritarios, prevalece el encarcelamiento para evitar la difusión de contenidos contrarios; pero en el caso de gobiernos democráticos, los mandantes optaron por aprobar leyes mordaza, bajo argumentos de lucha contra el terrorismo, contra el odio o contra la discriminación, para evitar que los contenidos de los medios sean totalmente libres. Incluso se ha visto esta conducta en gobiernos con democracia plena, como el Reino Unidos, Alemania o Francia.


La segunda gran amenaza es la de los grupos no estatales, como las mafias organizadas, que intimidan, ejercen violencia y asesinan a periodistas que pueden tocar sus intereses. Solo el año pasado, mataron a 13 reporteros en México. Brasil, Colombia, Honduras y México se encuentran entre los lugares más peligrosos del mundo para periodistas, y pocos de los crímenes cometidos contra periodistas son investigados o procesados. También ocurre en Oriente Medio, por temas vinculados a la religión. Finalmente, están los sectores que reclaman no ser ofendidos, especialmente en las redes sociales, lo que da lugar a que se incentive la vigilancia. Al ser la ofensa un tema tan subjetivo, se abre la puerta a la censura.


La democracia está herida y la tendencia que muestra el informe lleva a pensar que no mejorará en los próximos años.