Vault 7. Julian Assange vuelve a patear el tablero mundial con las filtraciones sobre el espionaje cibernético de la CIA. Expertos alertan que las maniobras tecnológicas eran conocidas y que sus efectos son relativos. Los países pueden hacer poco 

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12 de marzo de 2017, 4:00 AM
12 de marzo de 2017, 4:00 AM

WikiLeaks ha vuelto a patear el tablero mundial con una denuncia contra la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) por el hackeo de celulares y otros dispositivos a escala planetaria, denuncia alerta sobre una guerra cibernética que está fuera de control. 


La filtración se llevó a cabo justo en una temporada de tensión entre Julian Assange y el Gobierno de Ecuador, además de la posible extradición del fundador de Wikileaks a los Estados Unidos para ser enjuiciado por dos casos de abuso sexual.


La organización fundada y dirigida por Julian Assange puso en marcha la que, aseguran, es la mayor filtración en la historia de la CIA. El nombre de esta operación es ‘Vault 7’ (caja fuerte) y consta de siete partes o entregas, que se irán liberando a lo largo de las próximas semanas.
El martes 7 se ha publicado la primera parte, que han denominado ‘Year Zero’ y consta de exactamente 8.761 documentos y archivos confidenciales filtrados que se obtuvieron de los servidores de la central de inteligencia con sede en Washington. 


Entre los documentos hay información sobre cómo la agencia ha desarrollado “ataques de día cero”, exploits y otras herramientas para hackear smartphones Android, iPhones y televisores inteligentes para espiar a los ciudadanos. Las empresas Samsung, Apple y Google volvieron a quedar expuestas por la vulnerabilidad de sus dispositivos.


¿En qué consisten estos ataques cibernéticos? 
Los ‘day zero atack’ son aquellas ofensivas que se producen contra una aplicación o sistema informático que tiene como objetivo la ejecución de código malicioso gracias al conocimiento de vulnerabilidades que, por lo general, son desconocidas para la gente y el fabricante del producto informático.


Ni la agencia de inteligencia ni el gobierno de los Estados Unidos han confirmado la veracidad de estos documentos. Sin embargo, el presidente Donald Trump se reunió ayer en el Despacho Oval con el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, y con su secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, para tratar específicamente las filtraciones sobre espionaje.


La filtración de WikiLeaks asegura que la CIA no hizo todo lo posible para que estas herramientas para hackear dispositivos electrónicos estén completamente protegidas y fuera del alcance de terceros. 
Dicho de otro modo, existe el riesgo concreto de que las herramientas caigan o hayan caído en manos de cualquier hacker que sepa cómo aprovecharlas.

¿Cómo los consiguieron?
Wikileaks no ha revelado ni piensa revelar la fuente de la filtración. No obstante, de ser confirmada su veracidad se trataría de un caso aún más grande y severo que cuando Edward Snowden filtró documentos de la NSA.


Según la organización de Assange, lograron obtener estos documentos gracias a que “circulaban entre antiguos hackers contratados por el gobierno de los Estados Unidos y contratistas de forma no autorizada”. Uno de estos le facilitó a Wikileaks los documentos, los cuales no eran más que una parte de toda la información que manejaban estas personas, entre 2013 y 2016.


Wikileaks cree que el hecho de que exempleados posean estos archivos sin autorización es prueba suficiente de que otros podrían conocer de su existencia y, por tanto, estarían al tanto de los detalles técnicos de estas herramientas de espionaje, lo que supone un verdadero riesgo de seguridad y privacidad para todos los usuarios de los dispositivos supuestamente afectados. La CIA podría haber perdido el control de todo el software malicioso que habrían desarrollado para su programa de ciberespionaje, y podría caer en otras manos.

¿Cómo afecta a la gente? 
La mala noticia es que —tal y como pasaba con la NSA— la CIA ha estado desarrollando herramientas costosas y eficaces para hackear tu teléfono, tu PC, tu Smart TV y otros dispositivos de los que puede extraer información sobre ti. Da igual que estés fuera de Estados Unidos: Wikileaks ha revelado, por ejemplo, que el consulado de Estados Unidos en Fráncfort es una base encubierta de la CIA para sus hackers de Europa, Oriente Medio y África.


La peor noticia es que no importa qué aplicación uses para comunicarte: la CIA ha conseguido realizar ataques de día-cero en Android, iOS y Windows, lo que significa que puede hackear el sistema operativo de tu dispositivo y extraer los datos antes de que estos se cifren (y sin que te des cuenta).

En otras palabras, el cifrado de WhatsApp sigue siendo seguro, pero una vez que tu teléfono ha quedado comprometido, el cifrado no sirve para nada. Es como cerrar con llave la puerta una vez que el ladrón ya está en la casa. Por eso es crucial que mantengas tus dispositivos actualizados: las plataformas obsoletas son más vulnerables. Todo lo que se ha revelado hasta ahora solo afecta a los ciudadanos comunes si la CIA quiere espiarlos directamente, pues para ello tiene que hackear los dispositivos. 

¿Qué sucede ahora?
Lo primero que podemos esperar al respecto de Vault 7 y Year Zero es que cada vez aparezca más información. A medida de que cada vez más especialistas en seguridad informática y periodistas indaguen en los casi 9.000 archivos de la CIA conoceremos más detalles ante lo que promete ser el caso más grande de una filtración afectando a una agencia de inteligencia internacional.


No obstante, a su vez debemos esperar declaraciones por parte de la CIA y las autoridades estadounidenses al respecto. La agencia de inteligencia aseguró que “no hacemos comentarios al respecto de la veracidad o el contenido de supuestos documentos de inteligencia”. Aun así, tomando en cuenta la importancia del contenido de estas filtraciones, algún miembro del gobierno podría comentar al respecto.


En general, algunos expertos en seguridad y antiguos miembros de comunidades de inteligencia internacional han confirmado que al menos parte de la información en estos documentos es real. The New York Times aseguró que parte de la información que han analizado es genuina, mientras que el analista Jason Stern asegura que ha encontrado errores e incongruencias en la información:
“Algunos reportes mencionan que estos documentos revelan secretos importantes de la CIA, incluyendo su supuesta habilidad de penetrar aplicaciones cifradas de comunicación como Signal o WhastApp. Quiero que quede claro que esto es falso y los documentos no mencionan que esas aplicaciones hayan sido comprometidas. Lo que sí menciona la filtración es que la CIA habría conseguido la forma de acceder a los móviles y comprometer su seguridad antes de que puedan ser cifrados con aplicaciones de mensajería como las mencionadas”.


El Wall Street Journal se ha puesto en contacto con algunos expertos en seguridad quienes aseguran que la información de Wikileaks es genuina, además de que estaríamos ante un caso aún más grande y severo que las filtraciones de Edward Snowden. De comprobarse la veracidad de toda la información filtrada sería el turno de compañías como Apple, Google, Microsoft y Samsung para que solucionen los fallos de seguridad y las vulnerabilidades expuestas en los documentos de Wikileaks. Usando la información filtrada en Vault 7 estas empresas podrían identificar con facilidad los agujeros de seguridad en sus sistemas