Además de la investigación de los Papeles de Panamá, el premio que distingue al mejor periodismo estadounidense, llegó por los editoriales escritos en un diario que imprime 3.000 ejemplares. También se premió una investigación que empezó en Twitter

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16 de abril de 2017, 4:00 AM
16 de abril de 2017, 4:00 AM

El copropietario de un pequeño periódico de Iowa que enfrentó a poderosos grupos agrícolas por permitir que el escurrimiento de nitrógeno contaminara los lagos y arroyos, y escribió que el estado “tiene las aguas superficiales más sucias de Estados Unidos”, ganó el Premio Pulitzer por sus editoriales. Es una redacción integrada por 10 personas, que publica dos veces a la semana, con una circulación de 3.000 ejemplares. 

Desde hace dos años empezó a publicar acerca de la contaminación de los ríos Raccoon y Des Moines. Esos textos, publicados en el Storm Lake Times, ayudaron a revelar a los donantes corporativos ocultos tras una importante demanda por contaminación por nitratos en ambos ríos, que suministran agua potable a Des Moines y sus alrededores.

Los donantes ocultos, que ayudaban con fondos a la defensa del condado de Buena Vista, eran Koch Brothers, Cargill y Monsanto. 
Los jueces del premio consideraron que los textos estaban “impulsados por reportajes tenaces, experiencia impresionante y escritura atractiva que desafió con éxito los poderosos intereses agrícolas corporativos en Iowa”. Esta es una muestra de la forma de escribir de Art Cullen: “Cualquier persona con ojos y nariz siente en sus tripas  que Iowa tiene el agua superficial más sucia de Estados Unidos.

Está asfixiando el suministro de agua y al Golfo de México. Está privando de oxígeno a los lagos glaciales del noroeste de Iowa. Nos ha hecho gastar millones y millones tratando de limpiar el lago Storm, víctima de más de un siglo de explosiva erosión del suelo. Todo el mundo sabe que no es la planta de alcantarillado de la ciudad la que causa el problema. La mayoría reconocemos que esto no es solo la naturaleza la que hace su trabajo al liberar los nitratos en el agua. El 92% de la contaminación del agua superficial proviene de la producción de cultivos en hilera. Es un hecho incontrovertible según un caso judicial”. 

Cullen gritó como un loco cuando escuchó que lo nombraban durante el anuncio de los premiados. Celebró con su hermano mayor, fundador del periódico, con su esposa, que es fotógrafa, y con su hijo, que consiguió gran parte de la información que apoyó los editoriales. En una entrevista le preguntaron cómo es trabajar en un periódico comunitario. “Es lo más divertido que podés hacer con la ropa puesta”, respondió.

Twitter y colaboración

David Fahrenthold, del Washington Post, empezó a investigar la supuesta filantropía de Donald Trump. Descubrió que el presidente mintió acerca de la cantidad que había donado a los veteranos de guerra. Incluso descubrió que en ocasiones no había donado nada a varias instituciones a lo largo de su vida, aunque públicamente decía que había ayudado. Eso construyó una imagen filantrópica del millonario que jamás fue real. El periodista pidió ayuda a sus seguidores en Twitter para conseguir más información y luego exhibió sus notas en Twitter para que le sugirieran por dónde seguir indagando. El jurado lo premió “por su insistencia, que creó un modelo de periodismo transparente en la cobertura de campañas políticas al tiempo que cuestionaba las declaraciones de Trump sobre su generosidad caritativa”.

Los textos sobre elecciones y política que escribió Peggy Noonan en el Wall Street Journal, los oscuros esfuerzos de Vladimir Putin por proyectar a Rusia en el exterior, que incluye el asesinato y el uso de pruebas falsas, y las fotografías de la violencia en Filipinas (The New York Times) fueron también premiados por los miembros del jurado