El gobernador Costas asegura que los próximos presidentes de Bolivia saldrán de este departamento. El proyecto cruceño tiene visión nacional

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24 de septiembre de 2017, 8:00 AM
24 de septiembre de 2017, 8:00 AM

Rubén Costas está convencido de que desde el Comité Cívico y de la Gobernación le correspondió continuar con el proyecto centenario de Santa Cruz. Aseguró que la lucha ni comienza ni termina con la autonomía. 

— Estamos a 207 años de la gesta libertaria de Santa Cruz y este departamento se consolidó como uno de los más importantes del país, ¿consiguió usted perfilar un proyecto de gestión desde la Gobernación? 
No es lo que proyecta una persona, al fin y al cabo es el proyecto cruceño, de esa Santa Cruz que incorpora a personas llegadas del otro lado del mar, de Extremadura (España), y se encuentran con los indígenas, generalmente guaraníes. Nuestro fundador Ñuflo de Chaves se recorre dos veces a caballo para arrebatar la Gobernación de Santa Cruz al Virreinato de Lima y lo consigue; atraviesa dos veces del Atlántico al Pacífico.

Creo que es una de las luchas de emancipación y de búsqueda de libertad que forran el temple y el carácter de esa esencia de la cruceñidad, de estos españoles, de estos indígenas, de estos criollos que cuando el centralismo de esa época, el Virreinato de Perú, le impone un gobernador los cruceños dicen no, celebran el primer cabildo y eligen gobernador a Diego de Mendoza. Después de dos años es invitado por el virrey de Perú para reconocerlo como gobernador, pero fue traicionado y ajusticiado.

Quizá es la primera muerte de un autonomista cruceño y, con seguridad, es una de las luchas epopéyicas con las que se inicia el cruceñismo, pero sobre todo con esos principios de libertad y de autonomía. Si quieren ser generosos conmigo, se podrá decir que soy el primer gobernador elegido del siglo XXI y también tiene que ver con el primer cabildo de este siglo, de donde se genera toda esta lucha autonómica. Insisto en que  este es un proyecto centenario, que forma parte de la esencia misma de nuestra identidad, de donde hemos forjado tantas esperanzas, nuestras luchas y que no empieza ni termina en la lucha por la autonomía. 

—¿Qué viene después de la lucha por la autonomía?  
No existe autonomía sin un federalismo fiscal, sin recursos. De qué sirve la autonomía si no cumple con la vocación de buscar sanos contrapesos y los justos equilibrios en un país, en una región. Es probable que algunos digan que la autonomía no sirve y propongan federalismo, pero lo considero un falso debate porque, al fin y al cabo, son primos interpares. En 2004, cuando presidía el Comité pro Santa Cruz, me visitó el doctor Isaac Sandoval con el directorio de la Sociedad de Estudios Históricos y Geográficos, que es la misma institución del Memorándum de 1904.

En estos 100 años decían “no nos olviden, somos bolivianos, miren al sureste, miren las riquezas de Mutún, miren nuestra salida al Atlántico por Puerto Busch, miren la posibilidad de integrar el Pacífico con el Atlántico convirtiendo a Santa Cruz en un nodo para el beneficio de todo el país”. Desde esa época nos decían que éramos separatistas, regionalistas y eso es parte de esa lucha.

—¿Qué rol asume Santa Cruz en el país 113 años después del Memorándum de 1904?
La diferencia del mensaje de 1904 con el actual es que, en esa época,  pedían que no se olviden de nosotros, ahora dicen que es el momento para que el cruceño asuma el rol protagónico que le corresponde. Esa es la parte fundamental y es la verdadera lucha que estamos librando, que es la lucha que se libra a través de la humanidad: que el poder político se traslade a donde está el poder económico. Hace cuántos años el poder económico está en Santa Cruz. Hemos visto que la revolución federal representó una traición para los indígenas porque no se trataba de una verdadera revolución federal, sino de una justificación para que el agotado eje económico de la época de la plata, formado por Potosí y Sucre, cediera espacio al eje del estaño, conformado por Oruro y La Paz. ¿Qué es lo que está aconteciendo en este momento y qué ha acontecido desde el 2000 hasta hoy?, que hay una verdadera lucha por el poder. Desde hace más de tres décadas el poder económico está en Santa Cruz y ahora buscamos el poder político, que es una realidad irreversible, esto no es una tendencia, esas son ecuaciones que se cumplen matemática, filosófica y sociológicamente.

—¿Es el momento que Santa Cruz asuma el poder político? 
Esto es un proceso. El poder no es como cuando éramos chicos  y jugábamos tuja, no es así. El poder no se regala, no se cede, el poder generalmente se lo arrebata y la historia de la humanidad ha sido con guerra, como fue la guerra federal, y con muerte.

¿Qué es lo que está aconteciendo para que seamos más benignos con nosotros?, que a partir del Memorándum de 1904 empieza el primer cabildo y se repite en 2004, cuando unas 350.000 personas acudieron al cabildo de autonomía y trabajo. Cuando yo salía del Comité, en 2005, se hizo el segundo cabildo denominado Yo soy Bolivia, ¿y vos?  Ahí se juntaron 500.000 personas en una fiesta democrática en la que se dio el grito de autonomía y el carajazo, que también fue importante, pero que nunca más volví a repetir porque no valía la pena; lo importante era el contenido.

Como siempre, todas sus reivindicaciones fueron con pasión por Santa Cruz y con respeto por Bolivia, que el cruceño siempre lo ha venido haciendo, desde el Memorándum de 1904. En la década de los 50 protagonizamos una lucha que nos costó sangre, la lucha del 11% por las regalías petroleras.

Eso es parte de la historia  y parte del protagonismo del cruceño, claro, solamente lo reflejamos en la historia ¿Acaso la revolución federal igualitaria de Andrés Ibáñez no fue por autonomía? Uno puede amar con pasión a su Santa Cruz  y puede querer con respeto a nuestra patria boliviana, no hay ninguna dicotomía en las dos cosas; al contrario, es lo que se debe  hacer y de ahí vienen todas esas ideas de Santa Cruz, de los liderazgos, de la Revolución de los Domingos, del 11% y viene esta lucha de la autonomía y es verdad que no hay la autonomía que queremos.

¿Y quién les dijo a ustedes que en cinco o en 10 años íbamos a tener autonomía plena? Los ven a los españoles, a los catalanes que han hecho como nuestros cabildos y ahora los vemos con la posición de hacer un referéndum que busca los justos equilibrios porque ellos tienen el poder económico, pero no el político. Estoy cansado,  ya está bueno de que nos digan que somos la locomotora del desarrollo, no se trata de ser la locomotora del desarrollo, no seamos tontos, la autonomía se trata de lo justo, equilibrio.
               


—¿Aquí se está viendo ese equilibrio o faltan algunos pasos? 
La lucha que hemos iniciado desde el 2000  se trata justo de eso, de asumir el rol protagónico del país, sin ningún tipo de soberbia. ¿Para qué es el poder? Según la doctrina social de nuestra Iglesia, es uno de los mayores índices de caridad cuando es para servir. Queremos el poder para servir no para servirnos, no para que haya corrupción. El tema es que los cruceños en estas últimas décadas nos dedicamos a producir, a generar, a ser emprendedores, pero dejamos el tema del poder porque nos metieron el chip en la cabeza. Cuando éramos muchachos nos decían que no había que ser político porque eran pícaros y corruptos; pero los demócratas creemos que el poder es para buscar justicia social, entonces qué le falta a Santa Cruz, nada, esto es cuestión de tiempo, ¿se da cuenta?  Bolivia hoy precisa, necesita que Santa Cruz, que los cruceños, asumamos ese liderazgo, pero muchos no se han dado cuenta.  

—Muchos cruceños estuvieron en el poder e hicieron poco por el proyecto de Santa Cruz, ¿cuál es la diferencia con Demócratas? 
La diferencia es clara y contundente porque el Movimiento Demócrata Social nace desde Santa Cruz y se ha generado un proyecto político cruceño con visión nacional, es lo que se ha generado a través de todos estos años. Otros cruceños que han estado en el poder no han sido consecuentes con la esencia, porque no había esencia, porque eran parte del centralismo. Con todos mis respetos, aunque habían partidos que contaba con algunos cruceños importantes este es un país profundamente centralista y lo sigue siendo, entonces esas personas tenían que responder a esos mandatos, así de sencillo. Es hora de  que nos saquemos la camiseta del centralismo. Hoy tenemos un partido con esencia cruceña, con visión nacional. Estamos en la  Gobernación de Santa Cruz, que forma parte de la democracia, y ojo con lo que digo, ya he anunciado que no voy a volver a la Gobernación, no buscaré la re-re-reelección.       

—¿Por más que lo habiliten? 
No puedo volver a postular a la Gobernación de Santa Cruz por una cuestión de principios, por una regla básica de la democracia ni por más que tenga los indicadores que pueda tener ahora en la encuestas  y como los hemos tenido a lo largo de estos 11 años (de gestión). Aunque se viole la Constitución (y se permita otro mandato), no puedo violar mis propios códigos, mis propias normas ni mis propios principios y un principio básico  y esencial de la democracia, la alternancia, que es una regla fundamental para que no se creen los feudos ni se profundice la corrupción.

—¿Cuando habla de alternancia  habla de la posibilidad de que otro partido llegue a la Gobernación? 
La doctrina de democracia social, que es parte de todas las luchas centenarias de Santa Cruz, nos permite terciar democráticamente en una elección, por lo tanto todos los partidos tienen derecho a participar. Lo que no debo hacer es ir otra vez con mi partido a la Gobernación; debe ir otro demócrata u otra demócrata y vamos a tener una lucha con todas las fuerzas que se presenten para eso.           

—¿Demócratas cuenta con la estructura para pugnar en una elección nacional? 
Somos muy poco generosos con lo que hacemos los cruceños. Demócratas es actualmente la primera fuerza de oposición. Aquí, entre nosotros, decían que no había liderazgo, que no íbamos a crecer y que siempre seríamos un partido regional, pero no dijeron nada cuando ganamos la Alcaldía de Cochabamba, que era el búnker del MAS. Qué dijeron cuando ganamos contundentemente, no se la soñaron nunca que estábamos trabajando ni que teníamos un liderazgo importante como el de José María Leyes, un joven abogado que está haciendo una buena gestión. No se la soñaron nunca con liderazgo como el de nuestro senador  Edwin Rodríguez, en Potosí, ni del diputado Gonzalo Barrientos. En Potosí  perdíamos antes con el MAS en una proporción de 90 a 10, pero en las últimas elecciones hemos perdido por dos puntos la Alcaldía, porque no le dio la gana a Unidad Nacional de bajar a su candidato, si no hubiéramos ganado la Alcaldía de Potosí. Ojo con lo que digo, y escríbalo, en las próximas elecciones en Potosí vamos a ganar la Gobernación y la Alcaldía; parece una cosa irracional, pero puedo asegurar que ganó la marea verde. Se olvidan de que ganamos las elecciones a la Alcaldía de Sucre, con (Jaime) Barrón, pero le dieron un golpe de estado. Se olvidan de que una mujer de pollera,  Sabina (Cuéllar), es una exprefecta y que ahora está enjuiciada y con arresto domiciliario porque le temen; esos son algunos de nuestros símbolos.      

        

—¿Teme que en algún momento un juzgado dicte una sentencia en su contra y lo inhabiliten políticamente? 
Es parte de lo que ocurre en el país, es parte de lo actual. Siempre hemos dicho que la justicia no es buena, habrá que reconocer que antes tampoco lo era, pero ahora está perversa. Hay que tener claro que la concentración del poder en la búsqueda de controlar todos los magistrados, todos los tribunales y las fuerzas represivas también forma parte de la partitura de la política populista que viene desde Venezuela; viene del imperialismo criollo, de un populismo que tiene grandes ribetes de fascismo, ese es el tema y eso es lo que repiten acá. Hace un año atrás, después del referéndum del 21 de febrero (cuando se impuso el No a la reelección) advertí que en Bolivia se buscaría aplicar la misma receta que introdujo Daniel Ortega en Nicaragua, para eso tenía el dominio de la justicia, como en el Tribunal Constitucional de acá, donde se introdujo la consulta para que se aprobara la  re-re-reelección y violar la Constitución.    

—En 45 días se tiene que pronunciar el Tribunal Constitucional sobre el recurso presentado por parlamentarios del MAS, ¿cuál es su lectura? 
¿Acaso no es el mismo tribunal que  le dio la posibilidad de violar la Constitución, con la propuesta que llevó adelante e impuso el propio presidente Evo y el MAS?. Qué paradoja no, los que no votamos por esa Constitución hoy somos los que la defendemos por una cuestión de principios y debemos respetarla; en cambio, los que la impusieron la quieren violar. Ese es el  mismo Tribunal que favoreció anteriormente a Morales y por eso decía que no nos equivoquemos porque dentro de 45 días, y tal vez antes, los magistrados dirán que, según el Pacto de Costa Rica, la voluntad radica en el pueblo, que blablablá  y va a desorientar a la gente para aprobar la re-re-reelección.      


—Los masistas creen que Evo es invencible, es su único candidato, ¿ustedes creen que es así o puede tener otro revés como el 21 de febrero? 
No doy por hecho que  van a habilitar (al presidente),  yo miro claramente  hacia donde van. Esto tendrá su costo y, como Demócratas, acudiremos a cortes internacionales, y también al mismo Tribunal Constitucional porque, aunque pudo haber sido puesto por este Gobierno, tendrá que responder a los principios, porque un Tribunal  Constitucional no puede ir sobre la Constitución Política del Estado ni puede violarla. No podemos dar por hecha (la repostulación de Evo) porque estaríamos tirando la toalla y nuestra misión es pelear con decoro, con dignidad por la justicia, por la verdadera justicia y por la democracia. Fíjense bien, han preferido no arriesgar al otro Tribunal Constitucional, que iba a ser de ellos, si no que buscaron asegurarse porque la próxima elección judicial puede convertirse en un plebiscito y que no resulte favorable para el presidente Evo Morales.  
        
—¿Usted cree que el MAS está perdiendo hegemonía en el país o la mayoría de las votaciones? 
Estoy convencido de que todo proceso y que, lamentablemente para el MAS, este ciclo ya se agotó y los indicadores así lo dicen. Si volvemos atrás y vemos el 21 de febrero, eso es una clara muestra de que no tienen el respaldo del pueblo, el apoyo democrático. Si vemos que no van a tener los más de $us 200.000 millones que tuvieron en los últimos 11 años, gracias a esa época de bonanza de las materias primas en el mundo, la situación se pone complicada para el Gobierno. Hay que preguntarle al pueblo si en todo este tiempo se ha combatido la pobreza; dígame, aparte de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, dónde hay hospitales de tercer nivel. Claro, han ofrecido hasta de cuarto nivel, pero pregúntele a la gente en otros lugares si cuentan con un buen servicio de salud. Por ejemplo, cómo puede ser que en Tarija, con tanta plata que se ha manejado, en la ciudad capital haya lugares donde no hay agua potable, cómo puede ser eso. Entonces esas son las cosas que demuestran claramente el fracaso de este proyecto y el agotamiento, obviamente, por los entuertos que hay entre ellos. 



—¿Rubén se ve como presidente del país? 
Que quede claro, nunca ha sido mi ambición asumir la Presidencia y mire, he llegado a donde nunca pensé llegar o el pueblo me ha llevado a donde nunca pensé ir, entonces ya no depende mi decisión y que eso no se entienda como lo que dicen algunos políticos, que el pueblo me lo pide y tengo que ir, no, eso es una mentira. También tengo que dejar claro que se trata de consolidar el proyecto político y Demócratas no nació para ser oposición ni para ser el primer partido de oposición, nació para gobernar Bolivia y si tengo que ir a consolidarlo y tengo que ser candidato a la Presidencia, el partido lo definirá y tendré que ir, pero le aseguro una cosa, cuando hablábamos de lo que le falta a los cruceños, cuando hablaban algunos tontos útiles del centralismo cruceño también que dicen que no hay liderazgo en Santa Cruz  o que dicen que no hay un proyecto político con visión nacional, qué falacia, cuando es justamente lo que Santa Cruz ha hecho a través de los años, y que ahora está cristalizado en este partido político que ha nacido en Santa Cruz.       

 —¿Qué nació: el partido o el liderazgo de Rubén Costas? 
Hemos trabajado todos estos años en preparar gente joven y fíjese algo que es importante,  la votación que tenemos en Santa Cruz. Cuando postulé a la  Prefectura  obtuvimos 300.000 votos, que representaba el 47%. Decían que mi liderazgo estaba agotado, pero después postulé como candidato a primer gobernador y sacamos 54%, casi medio millón de sufragios; y cuando me presenté a la reelección recibimos cerca de un millón de votos en el municipio de Santa Cruz de la Sierra, ojo eso representa el  66%.

—¿Tuvo más votos que el alcalde Percy Fernández? 
El alcalde sacó un 41%, pese a la campaña millonaria, y una cosa más, ni Percy en su mejor momento, porque hay que reconocer que Percy ha tenido un liderazgo y que ha sido querido por este pueblo, eso hay que reconocerlo, ha tenido esos índices de votación. Un dato adicional, nunca nadie había ganado en los 15 distritos de Santa Cruz de la Sierra, incluso hasta en el Plan Tres Mil, como en la última elección que tuvimos, y podrán decir que Rubén es imbatible en Santa Cruz porque el candidato no era Evo; sin embargo, después vino el referéndum (por la reelección)  y el alcalde se alió con Evo, además de Reymi Ferreira y Roberto Fernández, pero con todo y eso ganamos con el 65%. El mayor porcentaje de votación de los Demócratas anda entre los 18 y 35 años, o sea, hay partido para rato, hay partido para siempre si lo sabemos manejar.   

— En la última elección usted le concedió a Percy que fuera solo a la Alcaldía para los próximos comicios, ¿Demócratas va a pelear por la Alcaldía?  
Hace un año hicimos las elecciones para nombrar al comité ejecutivo departamental,  establecimos una ruta, no se trata de ir o no ir, se trata de que Demócratas a escala nacional ha dicho que tendrá candidatos en todos los municipios del país y a todas las gobernaciones y, obviamente, el municipio más importante del país no está exento porque es el municipio de Santa Cruz de la Sierra, entonces un demócrata, o una demócrata será el próximo alcalde de este pueblo, eso está claro. No sé, para ser honestos, si el partido define que yo sea candidato, no es que no me interese, como ganadero no le hago lance a la jeringa, y como en mi vida, ustedes han visto que no soy dueño de mi destino.   



—Si usted es candidato a la Alcaldía, ¿no sería bajar de la silla al toco?
Si tengo que ir a la Presidencia, que ese es mi camino, lo haré, pero en todo caso si no soy candidato, tampoco me quitará el sueño, porque el legado de esta revolución del Patujú y de este proyecto político que ha nacido en Santa Cruz tienen visión nacional y extraordinarios liderazgos, no solo cruceño. Así como les anuncio que una demócrata o un demócrata será alcalde de Santa Cruz de la Sierra, los próximos presidentes  y presidentas de Bolivia saldrán de este departamento y en su gran mayoría serán de Demócratas.

—¿Usted cree que otros candidatos que han participado en anteriores elecciones deberían presentarse para el 2019 o deberían ceder espacio a los nuevos liderazgos? 
Creo que a nadie se le puede quitar el derecho de terciar, a nadie, siempre y cuando cumplan con los requisitos y con la Constitución. Hay liderazgos que han pasado y otros que ya están agotados, eso también está claro, y tendrán que pensarla muy bien, porque el pueblo va a hacer una elección y no va a malgastar su voto y tendrán que pensarla muy bien. Creo que se va a racionalizar en algo muy importante, un partido que llega totalmente dañado, agotado, como el MAS, y creo que la oposición democrática, que tendrá que estar pilotada, liderada, por Demócratas, por lo que significa Santa Cruz, que tiene un millón de votos y tendrá que ser tomada en cuenta como el primer partido institucionalizado que hay en Bolivia.  

—¿Cuál es la visión de ciudad de Demócratas para Santa Cruz? 
Primero se tiene que ganar y se va a ganar con una votación contundentemente para contar con legalidad y legitimidad. Así como cuando el pueblo nos dio los dos tercios en la Asamblea Legislativa porque les pedí el voto, porque los masistas y algún alcahuete de acá no nos dejaban aprobar el estatuto, así los Demócratas pediremos al pueblo cruceño que si quiere un cambio verdadero y que entremos a la era del siglo XXI nos dé su apoyo, su respaldo. Segunda condición, consultaré al pueblo, vía referéndum, si está de acuerdo que dote a la ciudad de Santa Cruz y a la región del área metropolitana de un servicio de calidad, digno, decoroso y decente de transporte público para todos;  cuánto cree usted que va a tener ese referéndum, 99% de apoyo.    

—¿Ese servicio sería propiedad del municipio? 
Estoy hablándole del área metropolitana, pero liderado esencialmente por Santa Cruz de la Sierra. Cuando también le proponía si usted está de acuerdo que de verdad se ordenen los mercados y a los informales, así como cuando consultemos sobre las condiciones para que puedan tener trabajo y un comercio digno dentro de la ley y de las normas, habrá un  99% de votos por el sí. Está usted de acuerdo con que haga obras de infraestructura que sean amigables con el medioambiente y que conserve el área protegida, seguramente la gente también dirá que sí.

Solamente habrá que ejercitar,  gobernar con conciencia, con legitimidad y tener los instrumentos para hacerlo o que me concedan la posibilidad de tener una guardia municipal que actúe de forma educada. Cuando salí del Comité pro Santa Cruz me invitaron a Guayaquil (Ecuador) para dar una conferencia a 1.000 líderes sobre el Comité y las luchas cívicas. Guayaquil tiene mucha similitud con Santa Cruz de la Sierra, y el alcalde (Jaime) Nebot  hizo exactamente lo que estoy diciendo ahora porque esa ciudad era caótica, pero ordenó el tráfico vehicular y mejoró el servicio de transporte con los buses articulados.

No necesitó referéndum porque ganó contundentemente; construyó los viaductos necesarios,  convirtió su costanera en un paseo bellísimo y Guayaquil ahora es una de las ciudades más modernas y progresistas. Se estima que para 2032 Bolivia tendrá 15 millones de habitantes  y la mitad vivirá en Santa Cruz, se dan cuenta ustedes, primero, de lo que estábamos hablando, que ya ganamos la guerra y que vamos a tener otras batallas porque el centralismo disfrazado de neoliberalismo  o de neopopulismo va a resistirse a lo que se viene, que es irreversible, que Santa Cruz es imparable, ya ganamos. No es autonomía, no es federalismo,  el poder político se está trasladando a Santa Cruz y gracias a Dios que ha sido sin guerra y  sin muerte. Algún día eso lo tendremos como una de las máximas condecoraciones que llevaremos en nuestro corazón. 

—¿Cree que los cruceños deben dejar los complejos con relación a la política? 
Sacarse el complejo y sacarse también el chip que nos introdujeron nuestros padres de que la política es mala; no, la política es la única forma y el único instrumento para cambiar y tenemos que asumir la  lucha sin complejos. Se trata de una lucha de poder para servir, para no equivocarnos como se equivocaron los centralistas durante más de 200 años que utilizaron el poder para servirse, para ser feudo, para provocar divisiones entre regiones; ese tipo de poder no lo queremos. Queremos buscar los equilibrios justos de nuestra patria y asumir lo que está esperando todo boliviano de los cruceños. Algo importante, no se necesita ser la capital o la sede de Gobierno para ejercer ese poder. 

—¿Hay alguna señal de cambio en Santa Cruz? 
Empiezo a escuchar a la gente que se expresa en democracia, con pluralidad; gente de todos los colores que se atreve a expresar su sentir; esto no es una cosa irreverente, es una honestidad como nos hemos manifestado con franqueza y como lo hacemos siempre los cruceños, pero, además, con un claro sentimiento de patria, de bolivianidad y por eso creo que el único proyecto más parecido a Bolivia lo tenemos los Demócratas. Estoy convencido de que la única manera para que exista concordia y unidad en el país es que se ofrezcan las oportunidades a los bolivianos desde acá, desde el oriente o por lo menos a los demócratas no importa si sea cruceño, orureño, cochabambino, pero que tenga estos sentimientos.