Los entrevistados creen que ya no basta con tener infraestructura e indicadores aceptables, se precisa mirar el mundo y mejorar la calidad educativa, a fin de estar a la par del desarrollo y generar mejores condiciones para todos

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25 de febrero de 2018, 4:00 AM
25 de febrero de 2018, 4:00 AM

Nueve de cada 10 habitantes de 6 a 19 años está matriculado en un centro educativo en Santa Cruz. De ellos, asiste con regularidad el 88,6%, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas. En Santa Cruz de la Sierra hay unas 3.392 escuelas y 800.000 estudiantes. Siguiendo con los datos oficiales, el promedio de años de formación educativa de los habitantes de este departamento que son mayores de 19 años es de 10,1 años (10,4 los hombres y 9,8 las mujeres).

Pero escudriñando en otros estudios llegamos a la encuesta Percepción de los jóvenes sobre el valor público, la política y la democracia en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, realizada en agosto del año pasado con personas que tienen entre 16 y 30 años. En él hay datos reveladores: el 51% responde que no estudia; el 38% no salió bachiller (el grupo etario de 16 a 18 años suma el 21%, donde se aplicó esta encuesta, y asumiendo  que este grupo aún está en los últimos cursos de secundaria, se infiere que el 17% de los jóvenes no ha logrado salir bachiller y abandonó estudios por diversas razones).

En contraste con esta realidad está el desafío que plantean representantes del sector empresarial: Jorge Arias, presidente de Cainco, y Rosario Gutiérrez, presidenta de Farmacorp, quienes hablan de cuán imprescindible es reorientar la educación en Santa Cruz para estar a la altura de los desafíos económicos y de calidad de vida que plantea el mundo.

El educador Édgar Lora cuestiona el nivel actual de los docentes como uno de los principales vacíos de la formación de la niñez y juventud. “Hay maestros de primaria enseñando matemáticas a estudiantes de secundaria”, pone como ejemplo. A él se suma el politólogo e investigador social Gustavo Pedraza, quien asegura que si no hay un salto cualitativo en la preparación de los profesores, no habrá posibilidades de que Santa Cruz tenga un avance y modernización. Además, Lora ve como otro reto la necesidad de que los planes educativos sean regionalizados, porque siguen teniendo un contenido centralista y ajeno a la realidad de esta región.

“La educación es un factor transversal. Hoy el mundo se basa en el conocimiento, pues las sociedades que son capaces de producir avances en ese sentido son las que más se desarrollan y generan bienestar para sus ciudadanos”, reflexiona Jorge Arias y reta a orientar la formación de los estudiantes hacia la innovación y el emprendimiento, de manera que sean gestores de sus propios negocios.

Rosario Paz, presidenta de Farmacorp, cree que aparte de innovar y de estar en un estado de aprendizaje permanente, es preciso dar oportunidades a los jóvenes. No hay que olvidar que 80.000 jóvenes ni estudian ni trabajan en Santa Cruz (datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas) y que, en muchos casos, es debido a escasas posibilidades y confianza de la sociedad en ellos.

El 43% de los jóvenes que participaron de la encuesta a los millennials dice ser totalmente independientes y al 38% le gustaría tener un emprendimiento propio. En ese marco, la predisposición está, solo hace falta generar las condiciones y desarrollar las posibilidades.