Líderes políticos coinciden en que la intención de reelección de Evo Morales dañará la democracia. El MAS defiende su estrategia e identifica avances 

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8 de octubre de 2017, 9:00 AM
8 de octubre de 2017, 9:00 AM

El 10 de octubre de 1982 se vivía en Bolivia el establecimiento de la democracia en medio de festejos, pero también de temores. Jaime Paz Zamora salía de su casa, en el barrio de Sopocachi de La Paz, a las 16:40 para presidir la sesión congresal que sellaría el retorno del sistema democrático con el juramento de Hernán Siles Zuazo como presidente de Bolivia luego del periodo de dictaduras. Ven que la democracia tuvo altibajos y en esta última década existen riesgos y aciertos.  

Paz Zamora tenía temor ese día, al extremo que fue a jurar como vicepresidente sin domicilio legal, prácticamente en la clandestinidad. Por la mañana se reunió con dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y por la tarde entregó la banda presidencial a Siles Zuazo. 

“No solo había el reto de que funcione la democracia, sino que recibíamos la herencia nefasta del deterioro económico-inflacionario de los gobiernos golpistas y que se incrementaron brutalmente en los cuatro años de transición, cuando hubo nueve presidentes”, recuerda Paz Zamora, que luego fue presidente de Bolivia en la gestión 1989-1993. 

En estos 35 años de democracia pasaron nueve presidentes por Palacio Quemado. Gonzalo Sánchez de Lozada repitió en dos ocasiones y Evo Morales, en tres. Carlos Mesa heredó la Presidencia luego de la huida de Sánchez de Lozada a consecuencia de la guerra del gas. Jorge Quiroga llegó a la silla presidencial tras la muerte de Hugo Banzer Suárez. Eduardo Rodríguez Veltzé juró como mandatario bajo la promesa de llamar a elecciones luego de la renuncia de Mesa. Además pasaron Siles Zuazo y Víctor Paz Estenssoro. 

La democracia de hoy
El concepto actual de democracia en el país tiene visiones encontradas. Unos dicen que en la última década, gobernada por el Movimiento Al Socialismo (MAS), se mejoró el sistema, pero hay detractores que ven riesgos y también versiones extremistas, que dicen que Bolivia vive peor que en las dictaduras. 
Juan del Granado también es una figura importante en el retorno de la democracia. En la década del 80 activó el juicio contra el general Luis García Meza y sus colaboradores. Ganó el proceso y el dictador hoy está tras las rejas. 

“Puedo decir que la democracia, tras estos 35 años, está en riesgo tras el desconocimiento abierto en la estructura de poder de las normas constitucionales, el intento del  Gobierno de desconocer las normas constitucionales que limitan el ejercicio del poder, buscando la reelección indefinida”, considera del Granado. 
La democracia se fundamenta en el respeto a las libertades de las personas y los derechos humanos, pero también garantiza la elección de gobernantes por voto popular y bajo normas constitucionales y establece el respeto a la independencia de poderes estatales.

En el MAS ven que esos fundamentos están garantizados. El viceministro de Autonomías, Hugo Siles, destaca que en la era de Evo Morales se garantizó no solo el acceso al derecho al sufragio, sino también se extendió los derechos de género y de los pueblos indígenas. Además, dice que con la aprobación de la nueva Constitución se dio un paso a una democracia más directa y participativa. 

“La aprobación de la Constitución nos permitió desarrollar y conseguir un Estado democrático que en todo sentido de la expresión ha trascendido los límites formales de la democracia convencional occidental, porque la actual democracia reconoce pueblos indígenas y equidad de género de los ciudadanos”, remarca el viceministro Siles.   
  
La opinión de los detractores

Paz Zamora ve que en la actualidad hay una “democracia potenciada”, pero a la vez “amenazada” por la carencia de independencia de poderes, ya que la Justicia y la Asamblea Legislativa Plurinacional —a su parecer— dependen del poder político del MAS. Además, el expresidente cree que con la decisión de impulsar una nueva repostulación de Evo Morales  peligra el sistema democrático.    

“Hoy tenemos una democracia potenciada, pero también amenazada. No hay respeto a la institucionalidad,  no hay respeto a la independencia de poderes y se suma el problema de la reelección, pero la democracia nunca se vio tan potente como hoy, ya que el 21 de febrero de 2016 se generó una nueva cultura política en el país”, opina Paz Zamora. 

Esa misma versión la tiene el senador Edwin Rodríguez, quien admite que en la última década hubo “algunos” avances como la inclusión social, pero ve en la insistencia del oficialismo en volver a postular a Morales como el principio de “violación” a la democracia. “No respetar una Constitución que fue aprobada por el pueblo es no respetar la democracia. Eso sería un daño irreparable”, señala el opositor. 

El MAS presentó una solicitud al Tribunal Constitucional para que declare ilegales varios artículos de la Constitución que limitan la reelección de gobernantes de todos los niveles del Estado, entre ellos Evo Morales y Álvaro García. El oficialismo maneja el argumento de que estas limitaciones violan el derecho constitucional fundamental de todos los ciudadanos a ser electos.

Así, el oficialismo intenta por segunda vez habilitar a Evo a los comicios de 2019. El 21 de febrero de 2016, mediante un referendo, perdió la opción de habilitar a Morales a la repostulación. 

La defensa del MAS

El presidente del Senado, José Gonzales, no ve daños ni riesgos en la democracia. El legislador señala que la libertad de expresión está garantizada y que ahora existe más valoración a los pueblos indígenas y la Madre Tierra. Sobre la idea de volver a repostular a Evo Morales, el oficialista dice que esa decisión no afecta la democracia, ya que se respetan los procedimientos legales. Además, cree que la alternancia de gobernantes no garantiza estabilidad política y económica.  

“¿Es la alternancia lo que te garantiza un mayor bienestar para la ciudadanía? En el caso particular de Bolivia si analizas la década del 80, del 90 y principios del 2000, la respuesta es categórica, es no”, dice Gonzales. 

El exprefecto cruceño Rolando Aróstegui cuestiona esa intención y la ve como la principal “amenaza” a la democracia y recuerda que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y sus aliados intentaron perjudicar la instauración de la democracia. “En la época del 80 el MNR no apoyó a la democracia y era parte de esos gobiernos dictatoriales por tener un caudillo”, recuerda. 

Es la primera vez que Bolivia vive un largo lapso continuo de democracia y hay la seguridad de que los golpes de Estado no volverán a dañar este sistema.