Un proyector de video mostraba los grandes momentos que Juan Carlos Narbaja pasó con sus familiares en Argentina. Y él se emocionaba hasta las lágrimas. Pero cuando las imágenes llegaron a su final, esas mismas personas que salían allí aparecieron para abrazar al cumpleañero.

Ese gran momento fue vivido con las miles de emociones y los aplausos de los invitados, que abundaron sin parar. Ya el esposo de Vanessa Áñez no podía hablar. Y el abrazo tierno llegó.

No solo la familia del anfitrión quiso asistir al agasajo, también estuvo un grupo de músicos tucumanos que llegaron a Bolivia después de Juan hace 16 años.

La cita fue llena de detalles al fiel estilo de Poker, con cartas de colores, y el artista Ezequiel Bazán se encargó de envolver la noche con su romanticismo.