Dylan Farrow, hija del director de cine, dará una entrevista en la que se espera que brinde detalles sobre los supuestos abusos

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18 de enero de 2018, 10:30 AM
18 de enero de 2018, 10:30 AM

Cuatro años después de que Dylan Farrow acusara públicamente a su padre, Woody Allen, de haber abusado de ella cuando era una niña, la ola contra el acoso sexual ha provocado que actores que han trabajado con el cineasta neoyorquino le den la espalda y pocos han salido en su defensa.

El avance de unas declaraciones de Dylan en su primera entrevista televisiva, que se emitirá este hoy y en las que se reafirma las acusaciones contra Allen, han terminado de ensombrecer la imagen pública del cineasta que ya estaba en el punto de mira desde su matrimonio con su hijastra, Soon-Yi Previn.

Cuando en 1992 la relación entre Mia Farrow y Woody Allen se rompió debido al romance del realizador, entonces de 56 años, con su hijastra, que tenía 21, las acusaciones de que había abusado sexualmente de su hija Dylan, de 7 años, se perdieron en el caos.

Pero Ronan Farrow, el único hijo biológico de Allen y Farrow, siguió atacando a su padre durante años, impidiendo, así, que el tema se olvidara totalmente.

Y fue él quien se dedicó a investigar los trapos sucios de Hollywood cuando trabajaba para la revista The New Yorker, donde publicó un artículo en octubre pasado en el que se hacía eco de las denuncias de varias mujeres contra el todopoderoso productor Harvey Weinstein.

Así se inició un movimiento que amenaza con derribar muchos nombres conocidos de Hollywood y que ha provocado un drástico cambio de mentalidad en la meca del cine.

Dylan Farrow aprovechó la nueva mentalidad de Hollywood para lanzar nuevos mensajes desde su Twitter: "A pesar de mis acusaciones creíbles, Woody Allen ha sido habilitado, elogiado y apoyado mientras que muchos en Hollywood me ignoran, no me creen y me critican".

Las críticas contra Allen volvieron a agrandarse, y la actriz británica Rebecca Hall, que se hizo conocida por su papel en Vicky Cristina Barcelona (2008), fue la primera en ponerse públicamente en contra del director, con el que acaba de rodar A Rainy Day in New York.

Aunque solo rodó un día y su salario no era muy grande, decidió donarlo al fondo de defensa legal Time is Up, movimiento contra el acoso sexual creado por centenares de actrices y productoras de Hollywood.

Luego fue el protagonista del filme, el joven actor Thimotée Chalamet el que anunció que donaba el salario recibido por su participación en el filme de Allen. Mientras que Selena Gomez, otra de las actrices participantes en la película, hizo una "donación significativa" para Time is Up, que excede cuantiosamente su sueldo en la película de Woody Allen.