La reina de belleza paceña se fue a Europa en busca del título Top Model Belgium y del éxito internacional

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15 de agosto de 2019, 4:00 AM
15 de agosto de 2019, 4:00 AM

Alta, con un lindo rostro, elegante y muy disciplinada. Estas cualidades, que definen a Adriana Cortez Téllez, le abrieron puertas fuera del país.

La paceña, de 25 años, clasificó a la final del certamen Top Model Belgium y competirá en París, en enero de 2020. Además, ganó una beca para estudiar una maestría en Italia, así que deberá pasar el próximo año en idas y vueltas por Europa para conseguir sus objetivos.

Estas oportunidades le abrirán muchas puertas en su carrera académica y en el modelaje, pero también le cerrarán otras y le exigirán muchos sacrificios. No tiene miedo, está convencida de que es hora de alzar vuelo.

Las pasarelas, su pasión

En 2014 empezó su carrera como modelo, pero no fue hasta 2016, cuando obtuvo el título de belleza miss Illimani, del Miss La Paz, cuando su carrera alzó vuelo. Monster, Huawei, Casa Real, JAC y otras empresas bolivianas usaron su imagen para sus campañas.

En 2018, Adriana viajó a Bruselas (Bélgica) para perfeccionar su pasarela en cursos especializados. Allí, sin imaginarlo, le ofrecieron participar en el concurso Top Model Belgium. Tuvo temor, la competencia era bastante dura, pero se arriesgó.

Su belleza, disciplina, y 1,70 metros de estatura jugaron a su favor, pero conoció las exigencias del modelaje fuera de nuestras fronteras, que según sus ojos es más organizado, transparente y caro. “Te piden un monto de auspicio y con detalle de a qué va destinado ese dinero”, explica.

Largos ensayos, entrenamiento más exigente y capacitación permanente eran el pan de cada día. La boliviana estuvo a la altura y venció las etapas preliminares, quedando en el grupo 80 finalistas, elegidas entre 300 participantes de todo el mundo.

Aprovechando su estadía en el continente europeo, postuló a una beca y la ganó. Otra señal de que su destino estaba en esas tierras. Así cursará una maestría en la universidad Luiss Guido Carli, en Roma (Italia).

Adriana está preparada mentalmente para pasar los próximos meses viajando entre Italia y Bélgica, donde se someterá a duros ensayos, pruebas de vestuarios y sesiones de fotos con miras a su presentación final.

 

Sacrificios

“Estas oportunidades no se presentan todos los días y no se pueden dejar pasar”, expresa la joven, que, para solventarse en este viaje, ahorró durante varios meses el dinero de su trabajo en un banco y como modelo.

“Dejé mi vida atrás, amigos, seguidores y trabajo por esta oportunidad. También dejé una gran invitación para conducir una revista matinal en un canal importante, pero ya salí de mi zona de confort. Es hora de volar; el cielo es el límite”, afirma.

Y también confiesa que en La Paz se queda alguien especial para ella, que la esperará hasta que cumpla su desafío. “Me extrañará y yo a él, pero ambos sabemos que el tiempo pasa rápido y estamos a un click de distancia”, dice.

Y es que, si la boliviana gana el certamen, puede obtener un contrato por un año con una agencia de modelos, un incentivo económico en efectivo, además de convertirse en la imagen de marcas europeas y mexicanas.

Imparable

Aunque no gane el concurso, sueña con llegar a ser como su tocaya, la top model brasileña Adriana Lima, a quien admira por su belleza y dedicación.

Sabe que el modelaje es una carrera con fecha de expiración, por eso aconseja que no se “pongan todos los huevos en una sola canasta” y que se especialicen en una profesión. A ella le gustaría ser profesora de pasarela o presentadora de TV.

Considera que en Bolivia las modelos deben ser más responsables y puntuales para ser reconocidas en las “grandes ligas”.

Adriana cree que su preparación intelectual y su sensualidad latina serán sus armas más fuertes en la competencia internacional y también en el competitivo mundo del modelaje europeo.

Llegará lejos, para ello está dispuesta a jugar todas sus cartas. Y ya empezó.