La exfigura de Lapsus y conductora del programa radial El show de la noticia abrió su corazón para concienciar sobre el cáncer de cuello uterino

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17 de abril de 2018, 8:00 AM
17 de abril de 2018, 8:00 AM

Escuchar la palabra cáncer en un diagnóstico puede ser aterrador para la mayoría de las personas, pero no para Analía Roca Serrano (34). Hace un año, la expresentadora de Lapsus y conductora del programa radial El show de la noticia se enfrentó a esta realidad: se enteró de que padecía cáncer de cuello uterino en la fase 1 y se mentalizó que lo vencería por  sus hijos, Lucas y Matías, y su esposo, Ronald Mendizábal. 

Así sucedió, se mantuvo positiva, siguió al pie de la letra los tratamientos y hoy cuenta que es una mujer sana. 

Todo este  proceso le dejó grandes enseñanzas, que hoy comparte con las mujeres para concienciar sobre la prevención de esta enfermedad en un blog que lleva su nombre.

¿Cómo te enteraste de que padecías la enfermedad?
Fue en un chequeo de rutina. Cuando la doctora leyó los resultados me sugirió una biopsia porque habían encontrado una lesión intraepitelial escamosa de bajo grado (LSIL) y era mejor sacarla y estudiarla. 

¿Qué fue lo primero que pensaste?
Cuando te dicen que puede ser una lesión cancerosa, creo que te imaginás recibiendo quimioterapia y quedándote sin pelo. 

¿Así sucedió?
No, luego de la biopsia, los resultados mostraron la presencia de células levemente anormales en la superficie del cuello uterino, así que el primer paso fue un Cono Leep, un procedimiento que elimina el tejido anormal con corriente eléctrica. 

¿Qué tratamiento seguiste?
Los resultados del Cono Leep no fueron muy alentadores. Se encontraron dos focos microinvasivos de 4 mm de longitud y 1,5 mm de profundidad. A pesar de todo yo me mantenía tranquila, mi doctora me explicó que este caso el cáncer  era curable y que estaba en la fase 1. 
El próximo paso fue el cono frío, un procedimiento quirúrgico que se realiza bajo anestesia general. De los resultados se determinaría si me realizaban  una extracción del útero.

¿Qué pasó después ?
Los resultados determinaron que no se encontró neoplasia intraepitelial residual, eso significa que sacaron todo. Quedé limpia, no hizo falta que me saquen el útero. 
En marzo de este año volví a realizarme un papanicolau y salió normal.  Solo hay una manchita blanca que desaparece en el 80%  de los casos. 

¿Cómo mantuviste la calma?
Si me hubiera tocado en otra época de mi vida hubiera caído muerta de miedo. Me agarró en una etapa en la que me siento plena, más madura, tengo fortaleza anímica y soy una persona de fe, eso ayuda mucho. 

¿No renegaste con Dios por tu situación?
No, yo rezaba y le pedía al señor que todo salga bien. Afortunadamente me ayudó, el problema se detectó a tiempo, en una fase que podía ser curable. 

¿Quién fue la primera persona a la que le compartiste esta noticia?
Primero lo mantuve en silencio, no por esconderlo, sino porque quería entender la enfermedad antes de alarmar a los demás. Cuando me sentí segura y calmada le dije a mi esposo, a mi mamá y a mi cuñada. 

Y luego, ¿por qué quisiste compartirlo con tus seguidores y el público en general?
Fue porque si al menos una persona lo lee será lo máximo. La meta es enseñar a la mujeres a que, así como luchan por la reivindicaciones políticas y sociales, que valen la pena, también deben empezar a luchar por sus vidas. Las mujeres que fallecen es porque no se han hecho un control o, si lo han hecho y le han dicho hágase la biopsia, no regresan por temor. 

¿Cómo te cambió esta experiencia?
Aprendí a valorar absolutamente  todo. Me movilizó mucho internamente, pero también hizo que me ponga en los zapatos de otra gente, como de esta señora que mostraron en los medios de comunicación, que falleció y dejó a nueve hijos sin su mamá.

¿Te sentís más fuerte?
Lo que no te mata te fortalece, es un dicho, y es muy cierto, he salido fortalecida y puedo decir que hasta queriéndome más, porque debemos entender que es nuestro cuerpo y nuestra vida lo que está en juego, pero, sobre todo, es tu familia, porque de alguna forma depende de vos. 

¿Ya podés olvidarte de este capítulo?
No. Terminé un año completo entre estudios y tratamiento, pero debo estar atenta. Dentro de tres meses requiero un nuevo papaniculau para ver qué pasa con esa famosa manchita blanca y debo seguir las recomendaciones de los médicos. Sin embargo, si bien esa es mi prioridad, sigo con mi vida normal porque en estas situaciones debemos ser más fuertes y activas que nunca para vencer todo lo malo. 

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