Cuando eran las 20:00 el Ballet Amistad Plan 3.000 abrió el recorrido del corso cruceño en el cambódromo con una coreografía marcada por el ritmo del taquirari, detrás de ellos más de una decena de agrupaciones de bailarines se acercaba al palco principal. 

Algunos grupos, como el ballet de la Utepsa y el Mitahori, que participaron con chobenas, destacaron por la espectacularidad de sus presentaciones, en las que además de una correcta vestimenta y coordinación, incluyeron juegos pirotécnicos, que deslumbraron al público y al jurado, integrado por Julio Kempff, María Renée Canelas, Osvaldo Valencia, Andrés Mendieta y Gina Vaca Díez.

El recorrido
Cada grupo tenía entre 20 y 50 integrantes, que disponían de aproximadamente cinco minutos para mostrar su coreografía en el palco principal. 
Algunos ingresaban a esta zona bailando desde el séptimo anillo, en tanto que otros prefirieron hacerlo solamente al llegar allí. 

La música que acompañaba a los danzantes se mezclaba en el recorrido con la que salía de las tarimas de las agrupaciones carnavaleras, provocando un ruido estridente.
 La fuerza, las ganas y la alegría de los grupos fueron el preámbulo perfecto para lo que sería el paso de las comparsas cruceñas