Brilló en las pasarelas de las Magníficas y hoy continúa siendo un referente de belleza en las redes sociales

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13 de marzo de 2022, 6:00 AM
13 de marzo de 2022, 6:00 AM

Hubo un tiempo en el que Cecilia​ Sanabria resplandecía y desfilaba a paso firme. Eran tiempos de Magníficas, de grandes espectáculos en escenarios montados alrededor de lagunas, en lujosos hoteles y en pasarelas internacionales. Casi dos décadas después, la modelo cruceña no ha perdido ese brillo, pero ha cambiado los desfiles por las redes sociales y el bullicio del espectáculo por la vida en familia.

Cecilia es una notable influencer, que se mueve como un pez en Instagram, donde tiene casi 44.000 seguidores y apunta a crecer en Tiktok, aunque, confiesa, le cuesta más, porque se trata de otro lenguaje. “Si agarro TikTok desde ahí no paro hasta el teatro (risas), porque tiene que ver más con expresión corporal y otro público. Pero sí, me gustan las redes sociales y ayudar a las empresas a mover sus ventas”, comenta.

Sus seguidores son jóvenes y gente que viene acompañando su carrera desde hace años. Entre ellos, hay muchas mujeres que quieren llevar un estilo de vida saludable y siguen los consejos que Cecilia incluye en sus publicaciones, donde aborda temas de salud, gimnasia y moda. 

“Yo no siento que hago dieta, solo tengo una rutina de alimentación que se ha convertido en un hábito”, asegura. 

“Tengo dos hijas Lucía, de 13 y Florencia de 17 años, que las acompaño en su desarrollo. Lo que uno hace a diario es el mejor ejemplo para ellas. En casa todos vamos para el mismo
lado en lo que respecta a la vida saludable, eso es una satisfacción personal”, agrega. 

A los 18 años, Cecilia fue imagen publicitaria de Casa
Elena, esa fue su primera incursión en el modelaje. En 2000, luego de recibirse como licenciada en Comunicación Social de la UPSA, se convirtió en Magnífica, llegando a ser una las principales figuras de la agencia de Pablo Manzoni.


“Pablo fue como mi mentor. Él me descubrió como modelo y me invitó a ser parte de las Magníficas. Eran otros tiempos, pero los medios nos acompañaban, las chicas eran muy reconocidas y llegamos a cruzar las fronteras. Fue una gran época”, recuerda.


Ahora, la época es otra, pero no está exenta de desafíos. Cecilia
combina su labor de influencer con la de empresaria. La pandemia no fue impedimento para continuar con el emprendimiento que lleva adelante junto con su esposo, Andrés Herrera.

En un mall de la ciudad abrió una sucursal de La Calesita, tienda especializada en dulces, especialmente alfajores.

“Nos ha ido muy bien, al punto que ya hemos recibido las propuestas para abrir sucursales en otras ciudades del país. En tiempos difíciles, hemos aprendido a reinventarnos y volver a creer que se puede salir adelante pese a las adversidades”, concluye.