Sectas, drogas y bancarrota. Antes de la premiación de la Academia, hay cosas que debes saber para no perderte ningún detalle 

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23 de febrero de 2019, 7:04 AM
23 de febrero de 2019, 7:04 AM

El 25 de febrero los focos del mundo apuntarán a los ganadores de la 91 edición de los Premios Oscar. Antes de ese gran momento para los cineastas y sus fans, te dejamos algunos secretos de los nominados.

Glenn Close y las sectas

Su papel en La buena esposa la erigió como favorita en la categoría de mejor actriz y una  victoria pondría un broche de oro a una trayectoria difícilmente superable, pero sus luchas personales se extienden hasta su adolescencia, que trascurrió con ella recluida en una secta religiosa. Según confesó en una entrevista con The Hollywood Reporter en 2014, desde los 7 hasta los 22 años formó parte del grupo radical cristiano al que se había unido su padre.

Las adicciones de Bradley Cooper

Ha nacido una estrella bien pudo haber retratado la vida de Cooper. El actor y director sufrió una fuerte adicción a las drogas y al alcohol al comienzo de su carrera. “Si continuaba iba a sabotear toda mi vida”, aseguró el intérprete, que en una ocasión llegó a golpearse la cabeza deliberadamente y terminó ingresado en el hospital. Cooper dejó de consumir a los 29 años.

Adam Driver no fue a la guerra por un accidente

Antes de hacerse un nombre en la industria con la serie Girls  o de ser nominado al Oscar por su rol en Infiltrado en el KKKlan, Driver formó parte del cuerpo de marines estadounidense. Estuvo a punto de acudir a la guerra de Irak en el cuerpo de infantería, pero un accidente mientras montaba en bicicleta por la montaña le hizo romperse el esternón y quedarse en suelo americano. 

Melissa McCarthy pasó varios años en bancarrota

Hoy es una de las actrices mejor pagadas de la meca del cine, con unas ganancias anuales cercanas a los 18 millones de euros según la revista Forbes, pero los comienzos en Hollywood nunca resultan fáciles para nadie. McCarthy, nominada a mejor actriz por el filme ¿Podrás perdonarme algún día?, aseguró en una entrevista con la edición estadounidense de Glamour que cuando se mudó a Nueva York para iniciar su carrera “no tenía ni cinco dólares en el banco”. 

Yalitza Aparicio no era un pez en el agua

En realidad, la actriz mexicana no sabía nadar, y su temor al lanzarse al mar para una escena de Roma, fue real. ¡Qué nervios! 

La verdadera vocación de Mahershala Ali 

El ganador del Oscar por Moonlight y máximo favorito a repetir estatuilla por su papel en Green Book no tenía ninguna intención de ponerse delante de una cámara. Ali fue toda una estrella del baloncesto en el instituto, compartiendo equipo y posición (él era el suplente) con la posterior leyenda de la NBA Jason Kidd, e incluso logró una beca universitaria gracias a su talento como deportista. Una vez allí, Ali prefirió apuntarse a clases de arte dramático en lugar de a castellano. Esa decisión lo llevó a acercarse al cine.