Luchadora. Mariela Montero estuvo en cuatro temporadas de Calle 7 y cuenta cómo es la realidad detrás de cámaras

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13 de octubre de 2018, 4:00 AM
13 de octubre de 2018, 4:00 AM

Ella es una prueba de que la suerte es para quien la tiene, no para quien la busca. En 2016 Mariela Montero acompañó a una amiga al casting del programa Calle 7, de Unitel. Le pidieron que participe en la selección, aceptó y se clasificó; sin embargo, su acompañante no fue elegida, y así inició su carrera en el programa de competencias.

Estuvo durante cuatro temporadas, pero un día decidió anunciar su renuncia en vivo, sorprendiendo a sus compañeros y a sus seguidores.

¿Qué pasó? Estaba exhausta y su cuerpo necesitaba descanso, pues las pruebas físicas eran realmente duras.

Mariela cuenta que participar en este tipo de programas no es fácil, que es muy sacrificado y requiere un nivel de exigencia, física y mental muy alto.

“Todos los días hay competencias y, por supuesto, queremos ganar. Para ello tenemos que ser fuertes y prepararnos sin parar”, manifestó.

En todo este tiempo mantuvo una dieta saludable e iba al gimnasio casi todos los días; la producción le demandaba buen estado físico y mucho compromiso con el trabajo.

“Le gente solo ve las competencias, las caras bonitas, buenas figuras y las personalidades fuertes de los competidores, pero no saben por todo lo que pasamos y cómo se llega hasta ahí”, contó.

Aun así, dice que la preparación y las pruebas las enfrentan con gusto, con entusiasmo. Que se juegan su futuro y cada uno quiere estar entre los mejores.

“La exigencia más grande me la hacía yo misma, porque me gusta rendir bien. En ese sentido, no tengo límites, cuando alcanzo una meta, me trazo otra, porque la vida es así, es una constante competencia”.

Mariela participó desde la octava hasta la undécima temporada de Calle 7, con algunos intervalos. En su última competencia fue partícipe del premio grupal y recibió 11.000 votos del público.

Luego de dejar Calle 7 inicia su propio emprendimiento, está por abrir su propio centro de belleza, primero en Santa Cruz, después quiere tener sucursales en otras ciudades del país, y llegar a su pueblo natal.

En Santa Cruz

Es beniana, de Guayaramerín. Llegó a la ciudad de los anillos hace cuatro años para hacer realidad sus sueños y de apoco los está consiguiendo.

También es estilista profesional, maquilla, hace cortes y peina.

Le gusta Santa Cruz porque es una ciudad que brinda oportunidades de crecimiento a todos, no discrimina.

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