Una mirada a lo que ocurre con la organización del certamen provinciano 

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25 de junio de 2017, 18:31 PM
25 de junio de 2017, 18:31 PM

Un espantoso zafarrancho. En eso fue lo que se convirtió el Miss Montero hace por lo menos unos cinco años a cargo de las damas de la Cruz Roja Filial-Montero. 


No había ni una versión en que la elección acabara en acaloradas discusiones y entredichos. Y hasta llegó a tener solo dos candidatas en una edición.


Cómo se explica que uno de los certámenes de belleza provinciales más importantes del departamento haya perdido su brillo y glamour. Y nadie haya hecho nada para sacarlo a flote.


No es un concurso cualquiera. De allí salieron grandes misses, como Muriel Cruz, que fue semifinalista en el Miss Bolivia Internacional 2003 en Japón, y Karen Salazar, que llegó a la cúspide como miss Santa Cruz 2011. De ahí se paró de contar. 


Ahora bien, desesperadas las señoras de la Cruz Roja convocaron a un nuevo comité y lograron tener el guiño perfecto de jóvenes universitarios.


Los flamantes muchachos, a la cabeza de un inquieto Gilberto Melgar Rojas, hicieron una pausa en el estudio y en sus labores personales para echarse sobre los hombros el certamen ¡Y qué pesado resultó ser!


Poco a poco fueron tocando puertas y consiguieron auspiciadores. Es la primera vez que las candidatas tendrán servicios gratuitos durante la competencia, como gimnasio, spa, arreglo personal y vestimenta; pulgar arriba por todo eso, pero necesitan más colaboración.


Cuando se trata de hacer bien las cosas, siempre hay mezquindades ajenas que solo buscan envenenar el ambiente. Es inadmisible, por donde se lo mire, que las postulantes, la prensa montereña y personas cercanas al concurso, busquen horadar la organización, cuando ellos mismos se llenan la boca diciendo que hay que apoyar el evento. "Cuando se acercaba la luz en el túnel, otra vez los rumores y los chismes de pueblo chico afloraron. No se lo puede tolerar".


¡Que se acaben con los rumores y los chismes de pueblo chico! Montero debe apoyar, al menos, a aquellos que quieren hacer las cosas bien. 

 

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