A los cuatro años soñaba con ser una bailarina de ballet y ahora que tiene 15 sigue alimentando ese sueño, que se forjó en su mente cuando acompañaba a su hermana mayor a la escuela de ballet.

Estefanía Martínez Mocobono afirma que lleva en sus venas la pasión por la danza y dice que no descansará hasta lograr su gran sueño: formarse como una bailarina profesional y representar al país en el exterior.

Quiere volar alto

Está en tercero de secundaria del colegio La Salle y cuando no está practicando ballet, está pintando, dibujando o leyendo algún libro. Las novelas clásicas son su bibliografía favorita y cuando quiere plasmar su talento para el dibujo, opta por retratar rostros. “No me imagino haciendo otra cosa que no sea arte”, dice la joven que piensa formarse en diseño integral en el exterior.

Comenta que todos los días saca tiempo de donde sea para acudir a la academia Bellart, donde se capacita en ballet clásico, baile contemporáneo, jazz y Beallroom, una disciplina de baile que engloba cinco categorías: Zamba, Cha Cha, Jaive, Rumba y Paso doble.

Cuenta que este género es su favorito y que le gustaría practicarlo de forma competitiva, para regalarle una alegría al país. “Es mi mayor sueño y espero lograrlo en un futuro no muy lejano”, expresa emocionada.

Mientras eso sucede, afirma que seguirá esforzándose desde su academia y por supuesto sin descuidar sus estudios. Lo hace muy bien, pues además de ser una destacada bailarina y una hija ejemplar, también está en el cuadro de honor de los mejores alumnos de su curso.