La primera preca de Carla Áñez obtuvo una nota alta en su recorrido por las calles del casco viejo. Primaron las voces a favor de los médicos del país. Una crónica completa

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6 de enero de 2018, 22:45 PM
6 de enero de 2018, 22:45 PM

Son las 22:00. Ya no hay ruido. Quedan algunos panfletos sobre las viejas losetas. La lluvia golpea a los mirapreca y algunos 'escapan' de ella con sus sillas sobre la cabeza. Otros comen las famosas hamburguesas que siempre abundan ante cualquier acontecimiento de la ciudad. "Sin lechuga, por favor", dice un joven. Uno que otro gendarme retira los protectores de fierro que puso el municipio alrededor de la calle para que haga su paso la alegría. Todavía siguen alumbrando las luces de los árboles de Navidad. La Catedral permanece inmune. Alta, imponente... Lejos, muy lejos, a lo último de esa arteria, la 24 de Septiembre, brinca Carla Áñez. Están ella y su 'pandilla', los Cambas Holgazanes.

Antes. Ya van a dar las 20:00. Adentro de un hotel se está terminando de arreglar la reina del Carnaval de Santa Cruz de la Sierra. "¡Ya puede salir la reina!", se escucha gritar desde afuera. Se la ve nerviosa. Y cualquiera lo estaría en su caso. Sus labios ya están pintados. Su tipoy brilla. Arriba, en su tocado, hay cuñepeces y roscas elaborados con plastoformo. Es su primera precarnavalera. Una multitud la espera. Esta lindísima. Bella. Es una vendedora de horneaos típicos. Venderá su carisma y no cobrará ningún centavo por ella. Pretende 'embolsillarse' a la gente. Apura el paso. Sale.

Ni bien aparece en escena, sus admiradores la saludan y la retratan con sus celulares. Ya ella, su atuendo y su sonrisa van de la mano. La ayudan a subir hasta su carro . Se ubica en el medio de seis gigantes sonsos de yuca. La banda truena. Es la canción oficial de la comparsa coronadora. Esa que escribió Fabio Zambrana. Ya es hora de partir. Arriba una reina espléndida. Abajo un fuerte cordón de seguridad. Quizás exagerado. Hay de todo, gendarmes, policías, seguridad privada... Y, obviamente la prensa, que busca registrar todo.

Mucho antes. Las 19:00. Salen brincando miles de danzarines. Llevan en su pecho el amor por su tierra camba. Sus cuerpos llevan trajes característicos de la Santa Cruz de antes. Manda el tipoy y la camisa blanca. Danzan y danzan, y parece que su baile es infinito. Corren. Sudan. Hacen palmas. Sonríen. Todo para anunciar que ya se inicia la primera preca del reinado de Carla Áñez. Y los curiosos son los testigos de aquello. Unos están apostados allí desde muy temprano, otros se van plegando poco a poco ante la bulla que se aproxima. 

Richard Ribera preside los Cambas Holgazanes. Está de aquí para allá. Y Rim Safar, la mamá de la reina, también lo está. Ambos son las cabezas más visibles de la locura carnavalera. Ambos quieren que todo salga bien. Y su esfuerzo valió la pena. Se consiguió una preca fluida, más ordenada, colorida y llena de entusiasmo. Quizá con otro tinte, algo político. Las voces abundaron a favor de las protestas de los médicos. Abundaron los letreros a favor de la abrogación del Código Penal y en contra de la reelección de Evo Morales. Ellos, los profesionales, también se llevaron las flores. En un momento, cuando la reina llegó hasta la plaza principal, los médicos, comandados por el doctor Douglas Villarroel, se acercaron a ella para agradecerle su apoyo. Le regalaron una nariz roja. Y los aplausos no pararon. 

Fue uno noche con chilchina. Después, al final, llegó la lluvia. El Carnaval con rostro de protesta le ganó a la tormenta que se avecinaba. Lo alimentaron 14 grupos folclóricos y 23 comparsas. Primaron la alegría, las selfies y las hamburguesas callejeras. Los Chichis regalaron las singulares muñequitas curvilínea, las damas de los Tauras Jr asustaron disfrazadas de la Viudita, los duendes y los carretones tomaron las calles, los Peines llevaron a unas chicas sensuales que hicieron volcar miradas, los gritos de los Desguañangau y de los Jichi Michi no pararon y las que bailaron una y otra vez fueron las Barbies, Divinas, Pioneras y Botaratas. Ellas se robaron el show. 

También estuvieron la Crema Camba, los Flojonazos Genuinos y la Sorpresa Jenecherú. Así como Cereboses, Mitakuñá, La Jupia, Chacoteros, Callejeros, Mozalbetes, Cambas Vagos, Gaviotas y Pituk's, que cerraron la farándula. Al final del recorrido (en la Monseñor Rivero) se siguió dándole rienda suelta a la locura. Sobre una tarima actuaron artistas locales y la reina hizo su entrada triunfal. La ovacionaron todo el tiempo. Ella y la protesta fueron los protagonistas. Llegó la lluvia, pero nadie se movió en el bulevar. Siguieron bailando. Ya eran las 22:00.