El CBA celebra 60 años como un centro multidisciplinario
Institución. El 30 de mayo estará de aniversario y sus líderes visitaron EL DEBER para hablar de su historia y de sus retos en educación, cultura y deportes
Una tarde queda corta para hablar del aporte del Centro Boliviano Americano (CBA) al país, a lo largo de sus seis décadas. Y así sucedió en el Café de la Siesta, que tuvo como invitados a representantes de la institución que el 30 de mayo celebrará su 60.º aniversario.
Juan Carlos Rivero, coincidentemente exalumo del centro de inglés, recibió a René Valdivia Borda, Luis Alberto Gamarra Landívar, Wálter Callaú, Víctor Hugo Limpias y René Valdivia Pereyra en el edificio de EL DEBER.
Entre historia y anécdotas
Los invitados contaron que el CBA nació en 1958 como un pequeño establecimiento, que creció hasta convertirse en un referente de la educación binacional, de la cultura y del deporte a escala nacional.
Valdivia Borda rememoró el día en que la academia adquirió su primer piano, allá por 1970, cuando ese instrumento era una gran novedad en esta tierra.
Los caballeros hicieron un paréntesis para reír al recordar que en la época de colegiales de Juan Carlos Rivero y de Víctor Hugo Limpias, el CBA era el epicentro del pirañee de la juventud.
Creciendo con Santa Cruz
Más allá de sus historias, todos destacaron las oportunidades y ventajas que generó el centro educativo a la población, que en ese entonces empezaba a desarrollarse. “Muchas vidas cambiaron con la creación de la academia, pues con este aprendizaje muchos jóvenes tuvieron la oportunidad de viajar a formarse en universidades del exterior, casi imposible”, acotó Limpias.
El profesional anunció que este y otros aspectos que envuelven la historia y desarrollo de Santa Cruz y del CBA serán reflejados en el libro de la institución que será presentado en las
próximas semanas.
Para el director académico, René Valdivia, la vigencia de la institución conlleva los retos de la constante innovación pedagógica y la expansión para todas las áreas de formación que tiene.
En este sentido, destacó la ampliación de su nuevo edificio, que cuenta con un laboratorio con 100 computadoras que funciona bajo estándares internacionales y una moderna academia para la enseñanza de ballet.
Este y otros logros fueron compartidos en la amena tertulia, hasta que tocó despedirse.
