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“El filme marcará un antes y un después en Bolivia”
Tu me manques (I miss you), escrito y dirigido por Rodrigo Bellott e interpretado por Rossy de Palma, Óscar Martínez y por un elenco boliviano lleva tres semanas de rodaje. La española da detalles
¿Qué te convenció para ser parte de Tu me manques?
Cuando leí el guion de Tu me manques me gustó muchísimo, aparte que está muy bien escrito por Rodrigo, hay mucha verdad. Yo desconocía la situación de los homosexuales en Bolivia, fue un poco un shock, no sabía cómo se vivía esa situación allí, eso de vivir de forma clandestina, en el llamado clóset, con mucha presión social, que les costaba mucho admitir ser homosexual y que incluso se suicidaban antes de reconocer la homosexualidad, me pareció tremendo. No esperaba que un país sudamericano esté tan poco evolucionado, a este nivel.
Rodrigo es una persona con una necesidad y un corazón maravillosos, luego encontré que era muy positivo hacerlo, para ayudar. Esta película marcará un antes y un después muy importante en Bolivia y muchos homosexuales que están escondidos de sí mismos, de alguna manera, ya no tanto de la sociedad, se verán reconfortados.
Óscar Martínez coincide que la historia es fuerte y muy sensible y, además, él fue puente de esta participación tuya...
He tenido la suerte de coincidir con él, es un actor importante y ha sido él quien me ha puesto en contacto con Rodrigo. Hace muy poco hicimos una película que se va a estrenar este invierno en España con Óscar y se llama Toc toc, tenemos una relación muy buena, de compañeros, y Óscar fue el que me llamó para contactarme con Rodrigo.
Es teatro llevado al cine...
Rodrigo me pasó el libreto de la obra y sí, es teatro llevado al cine, y se lleva muy bien en este caso y también a la inversa. Se lleva muy bien con el espectáculo. Hay muchas obras que vienen del teatro y se llevan al cine. Lo más importante de esta película es su propósito para abrir mentalidades, abrir corazones y sería bueno descubrir a mucha gente que no comprende esta situación, de no juzgar al otro y dejarlo vivir en libertad.
¿Cómo es trabajar con Rodrigo y un elenco tan diverso?
Ha sido como si lo conociera de toda la vida, es un profesional increíble. Es una persona muy tierna, sensible, buen director de actores, dedicado, entregado a su trabajo, respetuoso, solo te puedo hablar de la película. Los rodajes se impregnan de la personalidad del director, yo que llevo muchos años de carrera, veo que siempre la atmósfera depende de la personalidad del director, de cómo él trabaja, de esa manera se comporta el resto del elenco de técnicos y de todo.
Rodrigo está haciendo una cosa de verdad, que le llega al corazón y hay un ambiente que, aunque trabajamos mucho, a veces no en las mejores condiciones, es una película que está hecha con mucho esfuerzo, pero hay una atmósfera muy amable, a favor y eso lo da Rodrigo. Lo amamos todos y sacrificamos muchas cosas, pero sabemos lo importante que es para él y para toda la sociedad boliviana que espero que sea así.
¿Tienes muchas escenas? ¿Cómo se reparte el tiempo de un rodaje de estas características?
Tengo todo congregado en una semana y es la segunda semana que acabamos de grabar, ha sido todo muy tenso, porque tenía problemas de fechas que hemos conseguido arreglar y tengo que agradecer cómo se han comportado conmigo. Tuve una primera entrevista con Rodrigo hace unos meses aquí en Nueva York para otro trabajo y ahí pudimos vernos y me dio el guion. Cuando un director es agradable, tú sabes. Es el capitán del barco, da igual donde vaya ese barco, yo me subo porque la travesía será buena.
Ha habido mucha voluntad de conseguir los cambios de fechas. Hubo momentos que ha peligrado mi colaboración y ellos han estado siempre ahí con las manos tendidas para conseguirlo, hicieron muchos cambios para favorecer mi presencia aquí y juntaron muchas escenas para que yo pudiera estar esta semana libre aquí con ellos.
He trabajado muchísimas horas, tengo que reconocer que, aunque ha sido duro lo físico, había mucho calor en Nueva York, todos estamos ‘a una’, unidos y la experiencia humana ha sido maravillosa. Estoy contenta porque me voy a Madrid, feliz de haber hecho esta película.
¿Cómo es la Rosaura de la película?
Esta Rosaura existe en la vida real, es una amiga de Rodrigo, hasta hemos copiado su look y yo he sido un poco así en esos años 80 y 90, antes de tener a mis hijos. He sido muy maternal, cuidadora de los amigos necesitados. Tiene mucho que ver conmigo esta Rosaura.
No me es difícil empatizar con ella. Yo he aprendido casi todo autodidácticamente; sin embargo, a veces eché de menos no saber leer música, tener una carrera de piano y voz, componer, pero también agradezco esta cosa de inspiración que tengo, que es trabajar con el inconsciente, la intuición, la parte inconsciente es lo que más gusta como artista.
¿Cuándo has descubierto tu lado actoral más intensamente?
Yo soy artista básicamente, luego en mi paleta tengo la interpretación, la música, las pinturas, la poesía, el diseño, la escultura, es como un abanico, soy actriz cuando estoy actuando, pero soy artista básicamente.
Llegué a Madrid con un grupo de música en los 80 que se llamaba Peor imposible y conocimos a Pedro Almodóvar, y vivíamos la noche de la movida madrileña todos juntos. Perdí un casting con Pedro porque tenía un concierto con mi grupo, luego Pedro me llamó porque le gustaba como yo vestía, cómo era y quiso sacarme un poco así en La Ley del deseo, que fue la primera película que hice con él.
Así era mi ropa, yo misma me maquillaba, no quiso que me peinara nadie, que me pintara yo, entonces quiso representarme lo que era en ese momento, entonces no me sentí actriz en el primer papel, y me dijeron que lo había hecho muy bien. Es verdad que en el papel de Mujeres (al borde de un ataque de nervios) comprendí lo que era ser actriz, era un personaje alejado de mi vida que se vestía diferente a mí y la verdad es que me vino muy bien empezar con
Pedro en el mundo del cine, aparte de que lo amo y es muy importante en mi vida personal como profesional.
Hemos tenido muchos años de vivencias, es como la familia de la vida. El es muy genuino, yo soy muy esponja, aprendo muy rápido. Hacíamos de todo en los 80, no pensábamos en el dinero ni en ser famosos, buscábamos cómo expresarnos, teníamos mucho que compartir y dar entre artistas.
Con él aprendí lo esencial de la interpretación, que es la veracidad que hay que dar cuando estás interpretando, creo que hay que hacerlo de una manera inconsciente, yo no soy de métodos stanislavski ni stanislovsko, yo soy de desaparecer y de dejar como un vacío para que el personaje casi me posea y aparezca.
¿Le gustan más los desafíos que lo convencional?, ¿a qué proyectos les dice que no?
Es difícil pensar eso. Este es el terreno de las hipótesis. Basta un elemento bueno para sentirse atado a un proyecto, hasta que el director que sea una ternura o que la historia sea buena.
En este caso la historia me parece necesaria de contar y describir para que cambien esas cabezas y esas mentalidades, y que se deje a la gente vivir su amor y su libertad sexual, que nadie juzgue a nadie, entonces se juntan muchas cosas. También soy una persona con mucha conciencia social, que siempre estoy intentando ayudar a que se mitiguen las injusticias.
Aquí, en esta película, hay una mezcla de elementos que me han obligado casi a comprometerme, porque lo veo necesario. A qué le diría que no...,no sé, soy más de ‘a la hora’, no puedo decir qué no haría... es ir muy lejos.
Llevas una militancia pro femenina...
Sí. Milito en la Sororidad, que es la solidaridad entre mujeres. Ellas me fascinan como material inspirador y, como una de ellas, apoyo a las mujeres que se llevan bien con las demás y que hacen una hermandad.
¿Sigues siendo una anarquista del siglo 20?
Yo me inventé eso de anarquista individualista, que quería decir que yo arreglaba mi armario y mi interior antes de juzgar el armario de otro. Nadie puede ir a mirar el armario de otro, si no tiene el suyo arreglado y siempre hay tanto que arreglar... que no tiene mucho tiempo de juzgarme, si realmente ordenas tu vida. No tienes tiempo de meterte en la vida de otro, debiéramos hacer más un trabajo interior sobre nosotros y no molestar a los demás y todo iría un poco mejor.
¿Cómo lleva el trabajo de ser modelo y actriz o es actriz cuando es modelo?
Yo me reconozco artista. Me reconocen más como actriz, pero tengo otras dimensiones, de poeta antes que nada, empecé desde muy niña y al final una buena interpretación es un acto de poesía, una buena pintura es un acto de poesía, una buena canción es un acto de poesía; la poesía está en todas las formas de arte, entonces lo de modelo vino así muy normal, muy natural, desde muy jovencita, antes de Jean Paul Gaultier, al que adoro, que antes de ser famoso ya había desfilado para diseñadores españoles, como Antonio Alvarado y otros.
¿Cuáles son los nuevos proyectos de Rossy de Palma?
Tengo muchas pelis para estrenar, una ópera que haré en Madrid en octubre, El cantor de México, que ya la había hecho en París en 2006; Toc Toc, dirigida por Vicente Villanueva y coprotagonizada por Óscar Martínez; Madame, una comedia dirigida por Amanda Sthers, con Toni Collette y Harvey Keitel; soy protagonista de esta comedia maravillosa, pero con parte de crítica social de las clases sociales y cómo la gente desprecia un poco a los que les sirven, mi papel es de una criada; luego, con un espectáculo mío, Residencia de amor, sobre el arte, ese espectáculo será en Noruega; luego una colaboración importante en el mundo de la cosmética, eso lo haremos pronto, ¡estamos vivos!