Eduardo, actual conde de Wessex, tendrá el título que su padre ostentó

El Deber logo
12 de abril de 2021, 13:20 PM
12 de abril de 2021, 13:20 PM

Cuando el príncipe Eduardo (57), el menor de los hijos de la reina Isabel II del Reino Unido se casó en 1999 con Sofía Rhys Jones (56), recibió de su madre el título de conde de Wessex y la promesa de que cuando su padre fallezca, sería el duque de Edimburgo, una de las dignidades más importantes de la monarquía británica.

Felipe, duque de Edimburgo murió el viernes pasado y su título de nobleza queda vacante, por lo que aquella promesa que hizo la monarca inglesa hace 22 años, se tiene que cumplir, informa la revista Vanity Fair.

Según una ley británica, la reina decide qué títulos de nobleza ostentan los miembros de su familia o cualquier ciudadano que ella elija. Por ello es que Eduardo se tiene que preparar para ser el próximo duque de Edimburgo y su esposa la duquesa. Aún no se sabe cuando le entregarán la dignidad, sin embargo, no será durante el periodo de luto de la familia real, porque los trámites de ello duran un buen tiempo.



De todas maneras el príncipe Eduardo ya estaba asumiendo algunos compromisos de su padre y lo representaba en varios eventos, a los que él renunció asistir hace tres años. Pasó a ser el presidente del Premio Internacional Duque de Edimburgo, que fomenta la superación personal de los jóvenes en 140 países del mundo.

También Eduardo acompañaba a la reina, hasta que llegó la pandemia, a actos protocolares y la asesoraba en algunas decisiones que tomaba respecto a la corona. 



El príncipe Eduardo actualmente es el hijo más apegado a la soberana británica y los expertos en realeza afirman que es quien más congenia con ella y nunca ha protagonizado un escándalo personal. Es el único hijo de la reina que no integró las Fuerzas Armadas, por lo que no tiene títulos militares, siempre fue civil, aunque algunas veces luzca uniformes, solo por protocolo.

Con su esposa la condesa Sofía de Wessex tiene dos hijos, lady Luisa (17) y el vizconde Jacobo de Windsor (13), quienes también son muy apegados a la reina Isabel, y de quienes han heredado su gusto por los caballos.