El director nacional propone una nueva estética y muestra la mitología andina y las tradiciones de la noche paceña 

El Deber logo
12 de enero de 2018, 4:00 AM
12 de enero de 2018, 4:00 AM

En la noche paceña se puede encontrar de todo, especialmente esos personajes fascinantes, enigmáticos y oscuros que motivaron a Marcos Loayza a filmar lo que él considera la película más fuerte y difícil que ha realizado.

La Paz de noche se convirtió en el escenario ideal para que estos personajes se materialicen en Averno, la nueva cinta del director de Cuestión de fe, El corazón de Jesús y Las bellas durmientes, que desde este jueves se proyecta en Cinemark, Multicine, CBA y Cine Center. 

El Averno es un lugar en la urbe, también puede ser un sinónimo de infierno o esa frontera en la que confluyen la vida y la muerte, a la que se accede por diversas puertas, pero que a la vez no existe, es decir que habita solo en nuestro imaginario individual o colectivo. 

Bajo esa premisa y motivado por una serie de entrevistas que realizó mientras filmaba  El Estado de las cosas en 2007, Loayza emprendió una investigación sobre el pensamiento andino, especialmente el Mankapacha, que en la lógica aimara representa el mundo de abajo, que no necesariamente es el infierno.

A pesar de que la historia se centra en aspectos propios del mundo andino, el director afirma que el filme aborda una temática universal, pues al final se trata de una película de aventuras que muestra cómo nos enfrentamos a nuestro subconsciente. “Averno te ayuda a entender cómo es la historia de tus sueños , a comprender la sensación y compartirlo con los demás”, afirma el cineasta.

Tags