Segunda visita. Le gusta puro en las rocas, pero además estuvo ingiriendo esta bebida en una variedad de cócteles que le invitaron desde que aterrizó en Tarija el lunes

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10 de marzo de 2017, 4:00 AM
10 de marzo de 2017, 4:00 AM

No está en Bolivia como turista, vino por negocios. Su marca Singani 63, que Casa Real produce solo para él, ahora da un paso más, pues ya no solo se venderá exclusivamente en el mercado estadounidense; en breve se estará sirviendo en las mesas  de los cruceños. 

 


El singani que el cineasta estadounidense Steven Soderbergh está haciendo famoso en sus películas también se comercializará en Bolivia, primero en Santa Cruz, pues, según el gerente general de Casa Real, Luis Pablo Granier, el cruceño es un mercado abierto a probar cosas nuevas, sin mencionar que varios dueños de populares locales nocturnos pidieron el singani para servir en sus bares.


El mismo Soderbergh dijo, en un breve contacto con la prensa, que Singani 63 (se llama así por el año en que nació) tiene un pedazo de su esencia. Y al igual que las historias que vive escarbando en lo ordinario, en busca de algo excepcional, encontró en el singani una bebida extraordinaria que era parte de la vida común de los bolivianos. 


La familia Granier, propietaria de Casa Real, fue su anfitriona, le permitieron visitar los viñedos con lo último de su cosecha, ver y filmar el pisado de la uva, comer chancho al palo, ordeñar vacas para tomar ambrosía y, por supuesto, beber singani en todas las variaciones imaginables creadas por el mixólogo boliviano JP Cáceres, llevado a Tarija por Casa Real para hacer probar a Steven y a su comitiva de bartenders y prensa estadounidense los sabores chapacos.


Soderbergh partió ayer a La Paz, por la noche tuvo una recepción con el vicepresidente Álvaro García Linera, y hoy retorna a Nueva York con suficiente material, pues en estos días rodó un documental sobre la producción del singani que tanto le gusta. Pretende impulsar la bebida entre los bares más exclusivos de su país