Luciano Viejo es el nombre del niño que vivió esta semana el momento quizás más inolvidable de su vida protagonizado por el crack del fútbol, Lionel Messi.

El pequeño, de 11 años, acudió a la entrada principal del Hotel Sheraton de Montevideo con su tío tras haber acabado las clases. Quería cumplir su sueño de sacarse una foto con Messi y entregarle una carta que le había escrito de su puño y letra. Le decía en la misiva que siempre lo apoyaría en los momentos buenos y en los malos.

El pequeño se escurrió entre las vallas y la seguridad, pero en los últimos metros fue interceptado por los guardias y se puso a llorar desconsoladamente al ver que lo escoltaban a su sitio. Messi pudo verlo todo y decidió actuar. Sabía que un minuto de su tiempo bastaría para hacer feliz a un chico durante mucho tiempo y pidió que lo dejaran pasar para sacarse una foto. Este emotivo momento se viralizó al instante.

El niño, luego de darle la carta a Messi y apenas creyéndolo, explicó después a la prensa su experiencia: "Leo es humilde, como Suárez. No puedo ni hablar", dijo mostrando la imagen captada en su teléfono móvil.